O6.

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Capítulo n. 6,

A M I G O S

Haber conocido a Osamu ha sido como si me tocase la lotería, relacionarme con él solo hizo que su m̶o̶l̶e̶s̶t̶o̶ hermano también se apuntara a algunos de nuestros planes, bueno, al menos no fue muy incómodo, Atsumu sin duda era como una mariposa s...

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Haber conocido a Osamu ha sido como si me tocase la lotería, relacionarme con él solo hizo que su m̶o̶l̶e̶s̶t̶o̶ hermano también se apuntara a algunos de nuestros planes, bueno, al menos no fue muy incómodo, Atsumu sin duda era como una mariposa social hambrienta de atención, lo que llevó a que la mayoría del equipo se uniera con nosotros a pasar algunas tardes haciendo cualquier cosa. La mayoría de veces simplemente hacíamos picnics. He de admitir que la cocina de Kita también está buenísima, pero nadie ni nada superará el amor que le tengo a la comida de Osamu, es algo inexplicable.

No es que no tuviera amigos antes, pero juntarte con más personas no te hace ningún tipo de mal así que me sentía afortunada de tener más personas con las que compartir experiencias, aunque ahora que lo pienso... probablemente no me acuerde de la mitad de estas en un futuro.

Pero, tocando otro tema, creo que ya encontré algo para el negocio que quiero hacer, me gustaría que fuera una pastelería, pero también me gustaría vender algunas flores, es una buena combinación. Tan solo pensar en el aroma de los pasteles recién hechos y la decoración de las flores hace que tenga más ganas de dejar los estudios para formar el negocio, pero siempre se necesita un mínimo de conocimiento para embarcarte en la vida laboral.

De todas formas ¡tengo tantos planes para el futuro! Quiero hacer un montón de cosas porque siento que no podré hacerlo cuando crezca, o olvidaré todo, al menos debería vivir el momento por mucho que me moleste olvidarlo, no puedo dejar que esta estupidez me supere cuando aún ni se manifiesta.

Creo que dejaré esta entrada por aquí, estamos casi en navidad y debo buscar regalos para los pesados de mis primos pequeños, son un verdadero dolor en el trasero ¿no podrían conformarse con un libro de colorear? ¡yo lo hacía! Las generaciones cada vez son más exigentes.







Creo que dejaré esta entrada por aquí, estamos casi en navidad y debo buscar regalos para los pesados de mis primos pequeños, son un verdadero dolor en el trasero ¿no podrían conformarse con un libro de colorear? ¡yo lo hacía! Las generaciones cad...

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La puerta de la tienda de fideos hizo sonar las campanitas que colgaban del techo, avisando de la llegada de un nuevo cliente. Los presentes sonrieron ante la presencia de los gemelos, siempre llegando tarde a sus reuniones de ex-compañeros como siempre, seguramente por culpa del jugador de vóley.

─Ya llegó por quien lloraban, caballeros.

Atsumu no dejaría de ser un idiota aún siendo un adulto hecho y derecho, todos negaron ignorando a su antiguo colocador, pasando de sus estupideces, centrándose en disfrutar de una tranquila noche con viejos compañeros, hablando de la actualidad y el pasado donde se divertían en cada partido dando lo máximo de sí mismos. Solo que evitaron tocar el tema sensible que traía a Osamu de los nervios, a pesar de ser parte de sus antiguas vidas como estudiantes en Inarizaki, no querían tocar ese tema, al menos no tan abiertamente, no sabían cómo estaba Osamu desde su último encuentro. A todos les dolió, pero claramente él fue el más afectado.

Kita fue el único que se animó a tener una pequeña conversación más privada con el gemelo más tímido, apartándolo de los demás cuando salían de la tienda de fideos, le hizo parar mientras el grupo estaba a un par de metros de ellos, continuando con una amena charla.

─¿Cómo te encuentras?

─Bien.

El albino dejó escapar un suspiro silencioso al notar la duda en las palabras de su junior, había pasado el suficiente tiempo con él como para poder detectar las mentiras que su lengua dejaba escapar.

─¿Cómo estás, realmente?

Sabiendo que no sería capaz de evitar el tema con su antiguo capitán miró al suelo en silencio durante unos minutos, debatiéndose internamente en su mente, no le costó soltar algo del peso que estaba cargando sobre sus hombros, dejando que sus sentimientos fluyeran por un corto periodo de tiempo hasta que su voz se quebró.

─Es doloroso, sigue igual que siempre... pero ya no... ella ya no-

Kita puso su mano sobre el hombro del hombre, aclarando en silencio que estaba bien, no necesitaba presionarlo más para que siguiera contando cómo había estado las últimas semanas, solo quería que soltara algo de peso, no ponerle más carga innecesaria.

Aunque fuera duro para él, tal vez lo mejor sería que dejara de verte, pero Kita no tuvo el corazón de decírselo, no tuvo el coraje de decirle que no podía seguir viéndote, pero el ser humano es obstinado y no quiere alejarse de las cosas que ama.

Aunque fuera duro para él, tal vez lo mejor sería que dejara de verte, pero Kita no tuvo el corazón de decírselo, no tuvo el coraje de decirle que no podía seguir viéndote, pero el ser humano es obstinado y no quiere alejarse de las cosas que ama

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𝗔𝗹𝘇𝗵𝗲𝗶𝗺𝗲𝗿┃Miya OsamuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora