¿Orden? ¿que es eso?

Margarita

El inicio del capítulo lo saque de este vídeo que conseguí que me gustó bastante, aquí lo dejo
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En una habitación verde estaban bailando Venezuela y Argentina, después de un par de segundo habían terminado.

- Al fin nos salió capo - mencionó emocionado el rubio viendo el vídeo de ellos bailando.

- Aleluya, después de 10 intentos ya estaba harto - dijo un cansado venezolano - Otro día que aceptes un reto donde me incluya sin antes decirme, te dejaré amarrado en plena selva amazónica - Ángel tenía un auto oscura a su alrededor.

- Che boludo, pero al menos lo completamos y ahora Inglaterra e  Francia tendrán que andar desnudos por un día -

- Es lo único que me... -  corto su oración al darse cuenta que le faltaba algo - ¿Donde esta mi puto  teléfono? - pregunto volviendo a buscarlo, al mismo tiempo que le llegaba una llamada al rubio.

- ¿El yankee? - dijo este curioso.

- Para que te llama ese gordo - dijo desconfiado.

- ¿Celoso? - bromeó este pícaro, recibiendo un "callarte y mejor contesta" por parte del morocho - ¿Que quieres?, ¿El?, para vos - le pasó el móvil a Ángel.

- No es de humor para tus bromas, ¡Con que lo tienes tú maldito yankee! ¿Que quieres que haga que? Ve a mamarte un huev, mamauevo ya voy - colgó tirando el teléfono a su  dueño, para después salir molestó.
      
     5 minutos más tarde

- ¡Oye Martín! - el mencionado volteo encontrándose con el español que venía con una niña sobre sus hombros - ¿Has visto a Venezuela o a Colombia? - pregunto este un vez frente a su antigua colonia.

- Hace 6 minutos que se fue a sabrá Dios donde y de Colombia no se - dijo viendo a la niña con más detalle: era pequeña, de tez  pálida, pelo rubia platinado, lo tenía un poco más abajo de los hombro, adornado con dos flores roja y amarilla, mejillas algo regordetas con un tenue color rosa pálido, ojos marrón claro. Portaba un vestido caribeño, tardó unos segundo hasta que la reconoció  - ¿Que hace ella aquí? - pregunto sorprendido.

- Ah pues tio -
 
Una hora y media antes

Antonio se encontraba en el aeropuerto despidiéndose del secretario de si jefe, caminaba hacia la salida, hasta que una niña llamo su atención, acercándose a esta.

- ¿Que haces aquí sola? ¿Donde esta tu papá o mamá? ¿Eres el estado de algún país? ¿Cual es tu nombre? - bombardeo de preguntas a la pobre infante y no era para menos, era imposible que allá tomado un vuelo hasta allí, sólo los aviones  presidenciales, los privados de cada país y el de los empleados, podrían entrar a ese aeropuerto. Mas que la niña se encontraba sólo y nadie más que ellos y algunos trabajadores estaban en el lugar.

-...- la niña lo miraba desconfiada - Di tu nombre primero - dijo abrazando un peluche.

España reconoció el aceite de la niña - Me llamo Antonio y mundialmente conocido como España, ahora es si turno pequeña dama - ya no hacía falta conocer su nombre ya sabía de quién era hija.

- Margarita de la Rosa - respondió - y espero a mi papá Venezuela -

- Ya veo, ¿Ya lo llamaste? - Margarita movió su cabeza dando una negativa - No, ya lo llamó - Antonio saco su teléfono marcando al nombrado, no contestó, lo intento unas 4 veces más obteniendo el mismo resultado, decidió esperar a Venezuela junto a la pequeña, después de 40 minutos decidió llevarse a la niña, al llegar a su dormitorio, la pequeña salió corriendo hacia el baño, mientras el le preparaba algo de comer, en todo el recorrido en el auto del español el estómago de la pequeña no dejo de gruñir, en todo ese tiempo no dejo de llamar a Ángel. Una vez Margarita estuviera bañada y llena, saldría a por el venezolano, gracias a Francia supo donde localizar al caribeño y con quién.

- Eso fue lo que  pasó - al argentino le salió una gota detrás de la cabeza, ya que Ángel había ignorado las primeras 2 llamadas del español, para después apagar su teléfono.

          En otro lugar

En la cancha estaban, Usa, Canada, Inglaterra, Rusia y Venezuela.

- A ver cabeza de hamburguesa, devuelveme el teléfono de una maldita vez - hablo molestó Ángel ya tenía 20 minutos en las mismas.

- Primero tienes que ganarme en la carrera - ya habían hecho 8 carreras y el ganador era el mismo.

- Que no más ladilla, sabes mejor lo intento de nuevo - el americano esta vez se retiró la chaqueta tirándola en el pasto, Canadá contó hasta 3, Alfred salió disparado, mientras Venezuela tomaba la prenda del pasto sacando su teléfono.

- Marisco ese - encendió su teléfono ignorando olímpicamente las llamadas y mensajes del español, vio que tenía 50 llamadas perdidas de su jefa, abrió el único mensaje que le envió esta, su cara se puso pálida.

En el aeropuerto se podía ver un venezolano gritando a todos pulmón el hombre de su hija, para más tarde recibir un sermón de España y de su jefa.

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Pensé que había publicado este capítulo hace meses, hoy me di cuenta que no xD lo siento si no público nada recientemente los problemas personales no dejan de llegar