— No, claro que no lo haré.
Negué mirando a las personas que pasaban cerca de nosotros y dejé mi gaseosa sobre la mesa. Vi que la pantalla de mi teléfono se encendió y ahí estaba de nuevo el desconocido que ya comenzaba a molestarme, al principio me pareció algo a lo que no debía darle importancia porque creí que dejaría de llamar o mandarme mensajes cuando se aburriera de que lo ignorara, pero no, hace un par de días las cantidad de llamadas y mensajes se intensificaron, si quería incomodarme, estaba empezando a hacerlo.
— Dijiste que si lo harías —aseguró Gael mientras mordía un pedazo de pizza.
— No quiero ir a esa fiesta... En realidad a ninguna fiesta —la amargura de mi voz fue evidente—. Además que en ningún momento dije que lo haría.
— Pero iras si quieres que convenza a Nath de ir a ver una película a tu casa.
Si, tal vez esa no era la mejor idea de planeta, pero en tiempos desesperados se recurren a medidas desesperadas ¿No?
La idea era la siguiente: Gael le contaría a Nath que iría a mi casa a ver una película, eso despertaría en él esa pequeña parte que aún sentía algo por mí y lo pondría celoso, lo sé porque conozco demasiado bien a mí amigo, ex amigo... Bueno lo importante es que despertaría sus celos y terminaría apareciendo en mi casa, todo para evitar que pase tiempo a solas con Gael y así podría cumplir la promesa que le hice a mi pequeña, pero malévola sobrina...
Era un plan prometedor. Tenía que funcionar.
— Si no lo convences...
— Amenazas, me gusta cuando te pones en plan mafiosa —dijo con un guiño.
— Si no lo convences me asegurare que no vuelvas a tener un día, una hora, un momento tranquilo...
— ¿Y cómo lo harás? —preguntó con una sonrisa.
— Tengo mis métodos, no me subestimes...
Terminé de hablar y me di cuenta de que Gael ya no me miraba, su atención se fue hacía un grupo de chicas que estaban paradas al otro lado de la cafetería. No hacía falta que él hiciera nada porque los ojos de todas ellas estaban encima de él.
Así era pasar el rato con el castaño, tener siempre observadoras demasiado cerca de nosotros era casi normal, donde sea que iba siempre terminaba llamando la atención.
— ¿Y Nina? —pregunté para romper el momento de fama que está teniendo.
Gael regresó rápidamente su mirada a mí.
— Ella es la razón por la que tienes que ir conmigo a la fiesta hoy, solo tiene que creer que tengo novia y que para pesar suyo ya no estoy disponible —dijo y no pude evitar poner los ojos en blanco— Iras a una fiesta conmigo, puedes sonreír ¿Sabes?
— Ser la falsa novia de un rompecorazones... —levanté mi gaseosa para fingir un brindis— Mi sueño hecho realidad...
Gael terminó de comer su pizza y nos levantamos, ambos teníamos clases y aunque el castaño parecía todo lo contrario, en realidad era un chico bastante responsable con sus estudios, así que para él era imposible llegar tarde a clases.
Esa mañana por suerte no me encontré con Nath, y con Mel solo crucé un par de palabras, nuestra conversación se resumió a ella haciéndome prometer que si iría esa noche a la fiesta y yo tratando de convencerla de que hablaba en serio cuando le decía que sí... Es casi gracioso cuando las personas no creen cuando hablas con la verdad o quizás mi amiga estaba demasiado acostumbrada a que mienta, lo que no sé si es bueno o en realidad es muy malo...
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SENSACIONES
RomanceAmbos perdieron mucho. Él se olvido lo que es sentir... Ella solo no quiere sentir más... ¿Qué pasara cuando sus caminos se crucen? Cuando vean que hay más de lo que ambos piensan. Él sabe que tal vez necesite su ayuda, pero ella también necesita...