Busque tu mirada en la oscura habitación, intentando calmar las lágrimas que atacaban por salir, no entendía que me estaba pasando, no entendía qué es lo que me pasaba contigo, realmente no sabía porque mi corazón iba a mil cuando te acercabas, porque temblaba con tan solo un pequeño tacto entre nosotras.
Quería alejarme de ti para aclarar mis ideas y sentimientos, pero se me hacía imposible, siento que somos como imanes, luchamos por separarnos para no confundir las cosas pero siempre acabábamos tan juntas que casi nos podríamos convertir en una sola persona.
-Es imposible que me guste, yo solo tengo ojos para Paco- Pensé mientras comenzaban a resbalarse lágrimas por mis mejillas.
Entonces intente recordar momentos con mi actual novio, pero en todos aparecías tú, con tu inmensa luz, tu sonrisa y tus ojos que son en los que se refleja mi felicidad.
Me gusta estar contigo, cerrar los ojos cuando tus brazos me arropan y llenar mis pulmones de tu aroma a bebé, me gusta que tomes mi mano cuando te das cuenta que estoy nerviosa o algo no tan bonito está pasando por mi mente, sabes cómo calmarme cuando creo que el mundo está contra mí, me gusta verte cuando las luces comienzan a bajar en la academia, tu belleza resplandece y ese momento siento un cosquilleo que me recorre todo el cuerpo provocando que en mis labios se forme una sonrisa tonta.
Me levanté de la cama para dejar de mortificar mi mente, mientras me sentaba en el sofá con la mirada totalmente perdida, escuché unos pasos, me giré para ver quién era, sonreí.
-Martita- La morena alta se sentó a mi lado. -¿Qué sucede pequeña?- Secó una lágrima traviesa que había logrado escaparse al hacer esa pregunta.
- Nat- Mí voz sonó temblorosa.
No pude evitarlo, fue casi un impulso, lo necesitaba, me tiré a sus brazos y ella no tardó en corresponderme.
-Suéltalo- Me dijo como si supiera que estoy apunto de explotar.
- Pff, estoy muy confundida Nat, no sé que hacer- Solté por fin
- ¿Es M quien te tiene así pequeña?-
Supe que no dijo su nombre porque seguro nos estaban grabando.
-¿Cómo lo sabes?- Solté el agarre para mirarla.
-Puedo notar lo feliz que estas cuando están cerca, compartiendo risas o lo que sea- Me dedicó una sonrisa cálida - Deberían hablarlo, Ma- Se detuvo, y suspiró sonriendo para si - Digo que ella también está así-
-¿Hablo contigo sobre esto?- Mí mirada estaba llena de dudas.
-Bueno.... En realidad lo hablo con Alba y Alba me lo dijo a mí, ya sabes ella y yo nos contamos todo- En su boca se dibujó una sonrisa ladeada acompañada con un levantamiento de hombros.
-Te quiero- Articule como pude esas palabras ya que mi voz se quebró.
Rompí a llorar cuando sus brazos me arroparon nuevamente y su mano dejaba suaves caricias en mí cabello.
Te fui a buscar a la habitación pero te vi durmiendo tan plácidamente que no quise interrumpir tus horas de sueño, se ve que me escuchaste porque cuando me estaba dirigiendo hacia mí cama me agarraste el brazo y me hiciste una seña para que me acueste contigo, lo pensé un segundo, suspiré y simplemente dejé que mi cuerpo se mezclara con el tuyo. No tarde mucho en dormirme, tu calor inundando el mío me relajaba bastante, lo último que recuerdo fue sentir tus labios posándose en mi mejilla y escuchar tu voz formulando un "buenas noches" en un susurro que se perdía con los demás de la habitación.
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One Shots / Martia
Novela JuvenilHistorias ficticias de ex concursantes de operación triunfo.