One Shots / Martia

Sentir - Martía

Me beso con un dolor inmenso bajo la lluvia y la luz de la luna, si alguien nos hubiera visto de seguro se creía que estábamos grabando la típica película de amor pero no fue asi ese beso fue el último que me dio antes de dejar atrás toda nuestra historia y el amor que nos teníamos, un beso que no quiero repetir nunca porque hasta el día de hoy noto como me dejo inundar por el dolor.

Comencé a sentir un vacío que no lograba llenar con nada, pasaban los segundos, los minutos, las horas, los días y nada, no sentía nada era como un alma en pena en busca de algo o alguien que le devolviera a la vida.

Iba al piso que compartía con Nat cuando yo tenía función, una noche no fui ya que me sentía muy mal, recuerdo sentir como el cuerpo se me paralizo al escuchar su voz en el salón, sin saber que hacer intentaba llamar a Natalia desesperada en un hilo de voz, escuche sus pasos rápidos dirigiéndose a mi cuarto, desbordada por el miedo quede inconsciente en el suelo. Al abrir los ojos la vi sentada en la punta de sofá ya que la mayor parte la estaba ocupando mi cuerpo tumbado, intente levantarme pero Maria me lo impidió.

-Dios Marta, no se te ocurra levantarte hasta que venga el médico- Posó sus manos en mis hombros y bajo mi cuerpo delicadamente. -¿Como estas?-

Tarde un rato en contestar ya que me quede analizando la situación.

-María me esta hablando después de casi dos meses de haberme ignorado por completo- Pensé y seguramente tenia mi típica cara de estar perdida en mis pensamientos.

pestañe un par de veces

-Me duele pecha la cabeza María- Le comente llevándome las manos a la cara.

-Pues con más razón, quédate quieta ahí-

La mire pero no le dije nada solo le dedique un sonrisa ladeada.

-Nat esta en el baño, de seguro ya viene- Me dijo para cortar un poco el aire tenso.

-Vale-

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-Bueno yo..yo me voy- Dijo Natalia nerviosa

Esta le lanzo una mirada cómplice a María la cual yo tome con confusión.

-¿A donde te vas tan tarde Natalia?-

-Al piso de Alba, no te quedas sola, María se queda contigo-

-Contigo, yo quiero estar contigo- Canturreo la rubia por lo bajo.

le dedique una mirada pero no le di importancia.

-No soy un bebe Nat-

-Pero no nos queremos arriesgar a que te suceda algo cariño- Nos saludo a cada una y se retiro.

Este momento lo describiría como mi segundo momento mas incomodo, segundo porque ninguno supera al momento del Burger. No sabia muy bien que decir y ella tampoco.

-Me... me voy a descansar, ¿tu que harás?- trague saliva, nunca me había costado formular un simple frase.

-Yo también, me voy al cuarto de Nat- A María le costo pero lo disimulo bastante bien.

-NO-

Frunció el ceño, mientras me miraba confundida.

-digo que si quieres puedes dormir conmigo- Lleve mi mano hacia mi cuello nerviosa por la respuesta

-Ni siy in bibi- Me hizo burla de lo que había dicho hace un rato.

-MARIAAAAA-

-Si quiero- Dijo riéndose de mi reacción.

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Estoy segura de que creía que ya me había dormido, María llevo su mano hacia mi cara y comenzó a dibujar patrones indefinidos, al principio me tense pero luego me deje llevar por sus trazos.

Comenzó a susurrar

-Marta, perdóname siempre te quise y siempre te voy a querer, nunca quise dejarte ni mucho menos lastimarte- Esta ultima palabra no la pudo terminar ya que empezó a llorar.

Le quedaron palabras por decir, no me atreví a abrir los ojos no quería verla llorar y a ella no le gusta que la vean llorar.

Se acerco a mi cuerpo supuestamente dormido y se abrazo a el mojando mi pecho con sus lagrimas, aparentado estar dormida la abrace también.

-Mañana hablamos- pensé

Si la seguía escuchando llorar de seguro yo también comenzaría hacerlo, me obligue a dormir con un nudo en la garganta.

Al levantarme por la mañana me dirigí al salón y estaba Natalia en el sofá y María con una taza de café escuchándola y mirándola con una inmensa admiración como siempre lo ha hecho, la rubia me miro dedicándome una sonrisa ladeada y dejo la taza sobre la mesa.

-yo ya me voy ¿Cómo estas Marta?-

-Bi..bien-

-Otra vez con los tartamudeos Marta, contrólate- pensé

-Vale, nos vemos-

La acompañe, quería que hablemos.

Cerré la puerta detrás mío, la rubia me miró con confusión.

-¿Te vienes conmigo o que?- Frunció el ceño pero reía.

Parecía que la María que pasaba de mí había desaparecido.

-Escuche lo que me dijiste ayer a la noche Mari-

-Dios Marta, creí que estabas dormida-

Tenia los ojos muy abiertos, parecía asustada, mí cuerpo por acto de reflejo le tomo la mano para relajarla un poco.

-¿Que tienes para decirme?- Miro nuestras manos entrelazadas.

-Que...que-

-Venga Marta lárgalo, mándame a la mierda que me lo merezco-

-No Mari, no- Moví la cabeza de lado a lado -No se como seguir sin ti- Solté nuestro agarre para llevar mi mano a mi pecho- Siento un vacío aquí que no lo puedo llenar con nada.

-Pues con mas razón Marta, pégame o algo- Su voz se había quebrado.

-Que no María-

Me gustaría saber donde saque la valentía para abrazarla, ella me correspondió al instante, no se exactamente cuanto tiempo estuvimos así y no se cuando María se separo para besarme. Tuve que apoyarme en la pared para no caerme, fue en ese instante cuando volví sentir, era una sensación agradable sentir como te vuelve el alma al cuerpo, sentir emociones que había olvidado y no quería separarme, no quería dejar de sentir.

fue en ese instante que salió Natalia.

-ay joder lo siento, lo siento es... es que quería saber porque no entrabas Marta, te.. te veo ocupada yo...yo me voy- Natalia salió corriendo de ahí

Pegó su frente a la mía y nos reímos a la vez, me cogió la cara, yo creí que iba a volver a besarme por lo tanto me acerque.

-Empecemos de cero- Me dijo rozando sus labios con los míos.

La iba a besar a modo de respuesta pero me separe.

-Hola, un gusto me llamo Marta- le di dos besos.

nos reímos juntas.

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Holiii, a ver ya se que es un poco mierda pero no actualizaba hace mucho, lo siento:(