** perdonen los errores de ortografía que encuentren, de nuevo lo escribí por el celular y esta porquería no tiene buen auto corrector, lo editarse cuando pueda, espero les guste **
Una semana, llevaba una semana sin dormir en el departamento, en su ahora casa, porque? Bueno la razón era muy sencilla, había ingresado un nuevo talento a la disquera, el hombre ya había cantado antes pero por cuestiones legales e ilegales había sido echado de la antigua disquera que ahora estaba en bancarrota, pero ese no era el gran problema, la cuestión era su manager y representante, el tipo daba terror, había llegado exigiendo y volviéndose socio de la disquera tan pronto como el cantante fue contratado, y ahora debía organizar un gran concierto para su nuevo debut, el tipo ya era conocido, era casi un ángel y su manager quería asegurarse de que volviera a ser tan famoso como antes, así que debía trabajar, y mucho. A pesar de que había tomado descansos, había dormido, comido bien y llevaba ropa suave y descansada, aún se sentía tenso y quería huir, sabía que estaba teniendo mucha presión por el embarazo pero no podía darse el lujo de ir a casa a descansar y menos trabajar desde haya, en ese momento no tenía ningún reemplazo y no confiaba mucho en el equipo de trabajo, si algo salía mal y esto no se realizaba, perderían a un gran socio, uno rico y junto con él el cantante, si querían seguir subiendo y permanecer como la mejor disquera del país, él debía trabajar.
-señor jiang, los caballeros de su cita de las 10 están aquí, les hago pasar? - preguntó la mujer por el teléfono, jiang cheng suspiro pesadamente y se pasó las manos por el cabello y luego vientre
-hágalos pasar señorita y por favor, tráigame una ensalada de frutas - pidió y bebió un poco de su malteada de fresa con banano, un raro antojo del día
Pronto su oficina fue invadida por dos atractivos hombres, uno más alto que el otro, realmente lo que decían en la disquera era verdad, el nuevo cantante parecía casi una deidad, hermoso y de un aura muy pura, de sonrisa amable y cálida y el otro....maldición era incluso más hermoso, un aura atrevida y superior, parecían la ridícula pareja del ángel y demonio, ambos eran increíbles a la vista y según las habladurías, eran pareja.
-bienvenidos por favor tomen asiento - señaló las sillas frente a su escritorio
- gracias por recibirnos - sonrió el hombre de blanco
-no se preocupe, tenía un poco de tiempo libre en la agenda, así que díganme, tienen alguna otra idea para aportar al gran show que se aproxima? - preguntó el jiang mientras los miraba con atención
- en realidad sólo queríamos venir a ver como estaba todo con el cantante que estuvo en coma, me encantaría que el abriera el show para mi - sonrió el hombre de blanco tan deslumbrante que jiang cheng realmente aseguró estar frente a una deidad
-el está bien, mejorando y en terapia, tiene algunos trabajos pero no creo que sea adecuado subirlo a una tarima aún - explicó jiang cheng mirando a los dos mayores
-ya veo.. La salud es primero, pero bueno creo que estando la presentación en sus manos todo saldrá bien - acepto el mayor sonriendo y jiang cheng suspiro un poco aliviado antes de ser amenazado por la mirada del otro hombre
- espero no se presenten inconvenientes en esta presentación - alegó mirándolo tan seria y fríamente que se sintió con ganas de vomitar
-no se preocupe, soy excelente en mi trabajo y le prometo que no descansaré hasta que todo esto esté perfecto y... - se callo cuando la puerta se abrió de golpe sin presentación previa
-disculpe señor, no logre detenerlo - se disculpó la secretaria apareciendo tras el hombre que acababa de entrar con el ceño fruncido
- tks, acaso tu tío no te enseño a tocar la puerta? - se quejo el mirando al mayor que se acercaba en silencio hasta el
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Ácido cual limón ( mdzs) (lan Xichen X Jiang Cheng) +18⚠️
FanfictionUna noche de tragos termina mal, en un mundo donde hay hombres que terminan embarazados, termina por suceder algo que ninguno de los dos se esperaba, tendrán que convivir. Jiang cheng es tan ácido cual limón verde, xichen terminará por descubrir que...