PENSAMIENTOS INCESANTES

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Llegamos a la reunión, y Han me presentó con los inversionistas como encargado de la nueva construcción y yo sólo pensaba "pero si yo sólo soy el proyectista". Entendí que harían unos nuevos departamentos con materiales ecológicos, tomé nota de todo lo que mi jefe decía y cómo persuadía a los inversionistas, gracias a Dios ellos aceptaron el trato y solo quedaba firmar el papeleo. 

Ellos se marcharon y yo quedé fascinado. –Bien, como todo salió perfecto, pidamos algo de comer, yo invito –Está bien, aunque me niegue lo vas a hacer –Estas en lo cierto —Le hablamos al mesero para que nos diera el menú, todo se leía delicioso no sabía ni que elegir, así que pedí una carne asada con puré de papa y una ensalada; de tomar pedí un refresco, Han pidió lo mismo que yo –Pero que impresionante ni yo me la creí, pero qué encantador, que modales –Se llama ser educado – JAJAJA ¿Qué fue eso? –Mejor cállate –Fue de impresión, nunca había visto tanta hipocresía —Han hizo una cara de asombro –Pero qué insolente, ahora te vas caminando al trabajo –Te voy a demandar por daños a la moral –Deja de decir incoherencias y mejor escúchame. El Señor con el que tuvimos la junta importante, un gran empresario. Él nos está pidiendo un proyecto ecológico –Eso suena increíble, supongo que ya tienes el equipo de trabajo, que suerte tienen, espero algún día poder participar en algo así –Entonces hoy es tu día. Quiero que hagas el diseño, presenta el anteproyecto –Han hace unos 5 meses que salí de la carrera y no tengo idea de cómo hacer algo así –Pero eso no quiere decir que no puedas, tú crees que todos nacen sabiendo – ¿Cómo se supone que empezaré? –No te preocupes yo te voy a ayudar, si no te arriesgas no vas a aprender —Espero que sepas lo que haces –Claro que sí, Louis confió en que harás un gran trabajo –De todo corazón gracias por la oportunidad.

Mientras comíamos comenzó a llover nuevamente, en ese momento vino a mi mente la imagen de la sombrilla, me parecía algo enigmático, recordarlo me hacía estremecer de manera inmediata, mi corazón se aceleraba con tan sólo pensar en la situación, no tenía idea de porque me sucedía eso –¿Qué pasa? —Me preguntó Han –No lo sé, me siento extraño, ayer fui a cenar con mis compañeros a un lugar que se llama el Bajío, me empecé a sentir triste así que decidí marcharme – ¿Por qué? –Es una historia que más adelante te contaré –Perfecto, prosigue –Gracias que amable –Ya sigue contando –De camino a casa empezó a llover y yo estaba tan deprimido, tenía unas ganas de llorar, pero al alzar la mirada vi una hermosa sombrilla blanca con bolitas de colores, fue tan simpático que me olvide del dolor –¡Oh! Pero que tierno, y eso que tiene que ver –Pues... ahora que está lloviendo me acordé y me palpita el corazón –Si no te palpitara el corazón estarías muerto –Me refiero a que siento como late mi corazón tan fuerte, que creo que me va a dar un ataque –Yo creo que deberías de ir al doctor –Yo creo que te hace falta más sensibilidad –Nunca he experimentado una sensación como la tuya, pero a lo que me cuentas, parece que te enamoraste de una sombrilla –Es en serio, me siento tan raro –No imagine que tuvieras fetiches –¡Han, estoy estremecido! –Tal vez te vuelvas a encontrar con la misma persona de aquella sombrilla –Y cómo voy a saber que es esa persona, si hay tantas –Porque tu corazón te lo dirá, eso que te pasa lo volverás a sentir cuando encuentres la sombrilla –Vaya no eres tan insensible como pensaba –Se llama lógica. Algo tendrás que recordar 

–Recordar claro, eres buenísimo dando consejos -¡Hombre! ¿Qué quieres que te diga? -Si vamos a ser amigos, tendremos que trabajar en nuestra comunicación. 

Mientras regresábamos al trabajo, pensaba en lo que me dijo Han, y si en verdad me encuentro con esa persona, ¿Cómo puede pasarme esto ahora? Tome la determinación de sacar esa sensación e imagen de mi mente y mi corazón.

En la oficina no dejaban de preguntarme de dónde era y porqué estaba aquí, querían saber mi historia y yo estaba reacio a contarla. Mientras transcurría el tiempo dejó de preocuparme aquella situación. Cada día que pasaba disfrutaba más de mi trabajo, sin mencionar que me hice cercano a mis compañeros y a mi jefe. Esta vez estoy seguro que nada me detendrá para lograr mis objetivos.

LA NIÑA DE LA SOMBRILLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora