Capítulo 3
Hace ya varios años, antes de que le salieran las primeras canas, cuando aún trabajaba en el cuerpo de policía de la Ciudad de Nueva York y pasaba los turnos de la noche en compañía de su viejo amigo Ricky Schaefer; el detective Rasche Riggins había estado inmerso en un peligroso caso relacionado con múltiples muertes en el bajo mundo relacionadas todas por dos factores:
a) Los cuerpos de las víctimas estaban colocados en la misma posición; colgados de tobillos o muñecas al techo o cualquier superficie, despellejados de forma limpia y algunas veces, decapitados.
b) Los testimonios de un ser invisible visto poco antes de los homicidios.
El asunto se le había salido de las manos a la entonces capitán, Amanda McComb, que por presión política por parte del alcalde, decidió poner en acción un peligroso operativo que involucraba a un numeroso y heterogéneo equipo de oficiales.
Las cosas habían salido mal, trágicamente mal. El operativo había costado vidas humanas, incluidas la de la propia Amanda.
Rasche lo recordaba con mayor claridad que su desayuno de ayer —¿Habían sido huevos o pollo frito?— y era de esperarse. Porque el FBI tuvo que meter sus tentáculos en el caos qua ya sembraba el pánico desde Manhattan hasta el Bronx.
Así que enviaron al agente Jeremy Trout.
Era un hombre eficiente, sin lugar a dudas disciplinado y se movía entre los cadáveres como pez en el agua. Su incorporación fue, sin lugar a dudas, todo un acierto, pues junto a él pudieron detener al famoso "Asesino Transparente".
Aquel monstruo que permanecía en las pesadillas de Rasche.
¿Volvería algún día? No, estaba muerto pero... no podía ser el único, creer eso era una ingenuidad descomunal.
Luego Ricky tuvo la mala suerte de volverse a encontrar con los "Asesinos Transparentes" y Rasche tuvo la certeza de que su miedo era justificado.
Y ahora ese viejo temor que creía enterrado afloró en sus pensamientos. Eso explicaba la pérdida del apetito que le amargó la garganta.
Jeremy Trout estaba llamándolo con los nudillos para que bajara el cristal.
—Por favor, detective ¿Ya se ha olvidado de mí? Su cara me dice que no.
Rasche recordaba un Jeremy Trout más serio y menos sonriente que éste que tenía enfrente. Como niño intimidado por su madre, abrió la puerta y salió para ofrecerle un saludo nervioso al antiguo agente del FBI.
Porque no iba vestido de negro. De hecho su atuendo era de todo menos profesional ¿es que estaba trabajando encubierto?
Sus recuerdos del agente Trout eran muy claros: Un hombre de porte y estatura, fuerte físicamente y con la mirada de una lechuza que está por atrapar a la cena. Lo recordaba gravemente herido y eso influía bastante, una parte irracional de su cerebro esperaba verlo con muletas o con vendas por todo el cuerpo.
—Ha pasado mucho tiempo, detective Rasche. Veo que sigue trabajando para a ley y el orden.
Pero claro. Con la masacre estudiantil que los rodeaba en vivo y a todo color, la patrulla, el cinturón con el arma y la placa colgando del bolsillo, no era una observación muy suspicaz.
—¿Acaso usted ya no, Trout? —preguntó casi por inercia.
Jeremy movió los hombros y se rio sacudiendo la cabeza de un lado a otro, en una negación.
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SCARFACE
FanfictionCuando un solitario cazador vuelve del espacio a la Tierra con intenciones de limpiar su nombre, solo un temerario equipo de intrépidas mujeres y experimentados hombres podrán hacerle frente antes de que sea demasiado tarde. . . Algunas reseñas dice...