Capítulo 1

127 13 0
                                    

Capítulo 1

Era la primera vez en mucho tiempo que el clan tenía una reunión de este tipo.

Todos los miembros, desde los más jóvenes hasta los más viejos, estaban congregados en la sala principal, algunos se removían inquietos mientras que otros aguardaban con el silencio y el temple de una roca.

Nunca había ocurrido un suceso de este tipo.

No en un planeta tan primitivo, tan olvidado e incomunicado con el resto del universo; un planeta cuyos habitantes aún usaban vehículos terrestres para movilizarse y que aún era incapaz de colonizar su propio satélite.

La nave que cualquier humano hubiera aseguro, tenía la forma de una gran orca con afiladas garras, estaba pasmada en completo silencio, excepto por los monstruosos prisioneros que no paraban de soltar abominables gritos desde los pasillos más recónditos.

Pero los cazadores no les prestaban atención, jamás lo hacían. Estaban tan acostumbrados que; o les daba igual o era música para sus oídos.

El líder llegó justo a tiempo para calmar las dudas y titubeos de los novatos y para satisfacer las exigencias de los nobles más experimentados, que lo miraban con recelo, esperando una justificación adecuada.

Y lo era, de cualquier forma lo era. Un suceso sin precedentes.

Era esa especie tan particular, tan subestimada, la que ahora les causaba problemas. En todo el universo eran pocos los planetas que sobresalían por la inteligencia de sus habitantes más favorecidos, pero nunca esperaban que los roles cambiaran de forma tan drástica. Y tenían una grabación que lo comprobaba.

Hace poco habían recibido una transmisión de emergencia proveniente de aquel mundo, de parte de uno de los suyos, se correspondía con un miembro desaparecido hace tiempo en aquel sector.

Un explorador fue enviado para recuperarlo y traerlo a casa para investigar lo sucedido.

Pero al aterrizar, el explorador se había llevado una gran sorpresa. La isla de la cual provenía el llamado, estaba por completo deshabitada, excepto por los amplios sistemas de seguridad y video-vigilancia que la rodeaban. Usando la tecnología de su casco describió que estaban usando sensores de movimiento para localizarlo y además, algo mucho peor.

A los pocos instantes, un enorme equipo de humanos con artillería pesada saltó de las sombras disparando a matar.

Los últimos momentos registrados por los visores de la máscara habían sido enviados al clan y registraban todo. Segundo a segundo.

Lo primero que hicieron fue arrancarle los brazos que llevaban los brazaletes, impidiendo de pudiera activar su mecanismo de autodestrucción.

Había sido un acribillamiento masivo. Lo estaban esperando.

Lo que sólo podía significar una cosa: Habían interceptado su tecnología y usado sus señales para tenderles una trampa.

Y ellos, confiados y subestimando las capacidades militares del enemigo, habían caído por completo.

La grabación terminaba con tres sombras apuntando sus armas directo al casco. Eso era todo.

Eran muchos de ellos, preparados para recibirlo.

Pero no habían corrido con suerte. Para fortuna del clan, el explorador no había llevado su arma principal, esa que podría causarles serios problemas de serles arrebatada y la nave había vuelto de forma remota al detectar que su piloto había perecido y no registraba mayores signos vitales.

SCARFACEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora