６０ AÑOS -Pausada-

🍁[06]🍁

El otoño ya va a acabar y con el se va Ymir...

-Gracias Ymir, me has hecho el hombre más feliz del mundo -la abrazo lo más fuerte que puedo

- No hay de que, pero el corazón es el que manda, ¿No?

- Sí... -olí su cabello antes de separarme de ella.

Tome su rostro entre mis manos mientras ella pone sus manos alrededor de mi cuello.

Nos empezamos a acercar hasta que nuestros labios se tocaron.

Dios, esto es la gloria.

Ella me dijo que si y ahora estamos es un mágico beso.

Ninguno se quiere separar pero la falta de aire lo logró.

- Oye Ymir, nunca me has dicho tu apellido... -le digo, pues se me ocurrió llamarla por su apellido

-... -silencio, no responde

- ¿Ymir?

Se separa de mi y toma mis manos

- Creo que ya... Es hora de contarte el pasado que me unio a ti

Ahí fue donde comenzó a marcarme su historia, aquella en la que sufrió físicamente y mentalmente a manos de un hombre con la sangre más fría que el acero y la mirada más desafiante del mundo.

Ese hombre la saco de la pobreza y la soledad llevándola a su casa.
Ymir tenía 5 años, y el hombre la cuido muy bien hasta los 13 donde empezó a usarla como juguete sexual.

Yo solo podía verla a los ojos mientras me lo narraba, yo soy un chico rico que solo odia a sus padres por la falta de atención que le dieron mientras ella es una chica que comenzó la vida mal y empeoró en el futuro cruel.

Pues si, el mundo la odia pues me dijo también que en el invierno pensaba irse, no me dijo a o donde, pero que iba a regresar.

- ¿Porque? -fue la única pregunta que me atreví a hacer

- Tengo... Tengo que hacer algo importante

- Sea lo que sea que hagas yo te apoyaré y si se encuentra en mis expectativas te acompañaré. Ymir, tal vez seamos chicos, pero estoy seguro que eres el amor de mi vida. No he conocido a alguien más que me haga sonreír como tú lo haces. Ymir, no guardes secretos y dime, ¿A dónde vas? Porque yo, te quiero y pienso acompañar hasta el fin del mundo si es necesario.

Okey... Exageré

Ella solo me ve y me sonríe para levantarse e irse a acostar a su cama en la casa de Sasha, pues estábamos afuera.

Yo me levanto y me voy.

En el camino veo a uno de los ladrones de comida que había vistos hace dos meses, tenía a una chica de cabello corto y negro entre sus brazos, la está cargando, pero tiene un cuchillo bajo su cuello.

Espera... No será...

- A ver mocosa, dime dónde está tu hermano, Bertholdt Hoover y te dejo ir.