Ya lo dije, todo acabo, pero no podía seguir guardándolo así que cierro mis ojos para esperar el golpe final a mi corazón, pero para mi sorpresa siento como ella toma mi rostro entre sus manos y me besa. ¡Mi corazón va salirse! Esto es maravilloso.
- ¿Ymir?
-No soy una buena persona y lo sabes, siempre causo problemas razón por la que estoy aquí, pero creo que también siento lo mismo que tú.
- ...No sabes lo feliz que me hace escuchar eso -digo mientras la abrazo y ella me rodea con sus brazos-... p-pero ¿Qué dirá tu familia? Yo solo soy un pobre con sueños.
-No tienen nada que decir, porque no serás siempre así -tomando mi mano entre la suya-.
- Es lindo soñar con este amor que tenemos, pero yo no te puedo dar la vida a la que estas acostumbrada.
-No me importa, eso es lo de menos... solo dejemos que esto fluya y el futuro nos dirá después.
-Tienes razón, amor mío -digo antes de volver a besar esos suaves labios con delicadeza-.
Han pasado 5 meses desde que confesé mis sentimientos a Ymir, ha sido el mejor tiempo de mi vida hemos mantenido nuestra relación en secreto y cada que puedo me escapo de mis responsabilidades para poder pasar tiempo con ella, también en una de nuestras escapadas me enseño a usar el carro, por poco y casi chocamos. Aunque creo que mis hermanos y sus primas sospechan algo, pero no nos dicen nada.
Hoy es mi día libre y ella de una u otra forma logro que la dejaran salir sola sin que nadie la siga, así que ahora estamos en un pequeño campo lleno de flores a bajo de un gran árbol, este lugar lo encontré cuando era niño y se volvió en mi lugar secreto que solo fui capaz de compartir con ella la dueña de mi corazón.
-Hoover debo decirte algo -dice ella recostada en mi pecho, y si sigue llamándome por mi apellido-.
- ¿Qué sucede? -pregunto mientras acaricio su cabello-.
- Me iré de aquí en un par de semanas -dice mientras se sienta y el viento mueve su cabello-
-Espera ¿Qué?
-¿Por qué te sorprendes tanto? Tú sabías que mi estadía aquí no era permanente, ya es hora de que regrese a mi tierra.
-Pero, y ¿Nosotros? -suelto con temor, esto significa que todo ha terminado, ella se olvidara de mi seguro-.
-No tienes que preocuparte por eso, podemos escribirnos y enviarnos telegramas si lo deseas, incluso por teléfono -dice mientras toma mi mano-.... Pero ya no puedo permanecer más aquí, debo regresar.
-Comprendo, te extrañare mucho.... Pero ¿Vas a regresar verdad? -pregunto a lo que ella solo a parta la mirada hacia el atardecer, eso solo aumenta mis temores-.
Después de eso las 2 semanas pasaron más rápido de lo que hubiera querido y ahora ella esta subiendo su equipaje al carro que la llevar hacia el puerto, esa tarde fue nuestra despedida y a mi solo me queda ver a lo lejos como el amor de mi vida va a partir sin saber si algún día va a regresar, lo último que veo es la sonrisa que me dedico cuando nos conocimos solo que ahora era un poco melancólica. Con el alma triste regrese a mi puesto de trabajo, sin embargo, en una de las bigas donde ella siempre se recargaba había una carta dirigida a mí, y no había duda de a quien pertenecía.
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