Capítulo 19

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Lean la nota del final

Hacía tres días que Cristian no iba a la escuela, estaba un poco preocupada pero ya no tenía redes, las había cerrado todas, no tenia amigos en esta escuela puesto que era nuevo y que había tenido problemas con Jason, fue por mi culpa pero no toquemos ese tema, tampoco sabía dónde vivía así que no tenía manera de saber que le pasaba, solo me tocaba esperar y olvidarme de eso, parecía como si el me importara pero que  quede claro que no es eso, solamente que soy buena persona y no me gusta sentirme culpable por las cosas, tal vez no le pasaba nada, solo era muy presumido y no quería venir a la escuela con las marcas de golpes que le dio Jason,si, tal vez era eso y yo aquí machacandome los sesos por un tonto egocéntrico.

Estaba en clase de Física , odio esta materia con mi alma, a veces me pongo a hacer teorías y pienso que la inventó Hitler, tiene mucho sentido, es horrible esta materia tiene que haberla inventado Hitler o el anticristo.

Me senté en el último asiento y como no tenía ganas de atender decidí sacar mi celular para ver como iba mi nueva historia, hoy había publicado el segundo capítulo de la historia y aunque no estaba siendo un éxito completo la verdad es que no le iba tan mal.

Abrí Wattpad y cuando fui a mi perfil me alarme, no me salía nada de la historia, ni la portada, ni los votos ni las vistas, estaba todo en blanco y yo sabía lo que significaba eso, me la habían denunciado, me levante de mi asiento sin medir donde estaba, en ese momento estaba echa un demonio.

—Malditos Haters de mierda—Grité en medio del salón atrayendo las miradas de todos mis compañeros y el asombro de la profesora Jiménez.

—Señorita Hell, puede explicarme que le sucede—dijo la profesora con un tono tan molesto que la verdad era increíble que aún estuviera viva.

—Mire profesora no tengo ganas de explicar absolutamente nada por favor no me moleste que ya suficiente tengo—dije sin darme cuenta,la rabia me ganó, mi boca habló por si sola, todos me miraban con los ojos como platos y la profesora soltando chispas solo dijo cuatro bellas palabras.

—A la dirección ahora—Si, esas hermosas palabras.

El director me impuso un castigo a mi parecer bastante injusto, dijo que a la hora de almuerzo debía ponerme a limpiar el patio, recoger toda la basura de los demás, me parecía injusto porque yo me merecía comer, es verdad que me porté mal pero mi estómago no tiene la culpa, a parte que yo ni siquiera arrojaba basura.

Pasaron las clases y yo en ningún momento me olvidé de los malditos que me denunciaron la historia, y yo no tenía ni siquiera un borrador, ya daba esa historia como caso perdido.

Al final llegó la hora tan esperada por mi, la hora de almuerzo, fui al patio que como siempre estaba lleno de envoltorios de galletas, caramelos, chocolates, básicamente de todo, con saco en mano me dispuse a recogerlo.

Iba caminando recogiendo todo hasta que en un momento sentí unos sollozos provenientes de un árbol que se encontraba a unos cuantos metros de mi, rápidamente solté el saco y fui corriendo hasta el árbol, si había alguien llorando tal vez necesitaba ayuda, cuando tenemos un problema lo que más queremos es estar solos, yo lo sé por experiencia propia, pero a veces necesitamos ayuda, queremos alguien que nos ayude a levantarnos aunque ni siquiera nosotros sabemos que es eso lo que queremos.

Me paré a un lado del árbol y me asomé para ver quién estaba llorando, me sorprendí, era Cristian, estaba con la cabeza apoyada a sus rodillas y lloraba desconsoladamente.

—Cristian—dije sin poder controlar mi boca.

Él levantó la cabeza y me miró, estaba despeinado, extremadamente ojeroso y con la cara y los ojos completamente rojos, se notaba que llevaba mucho tiempo llorando, partía el alma verlo así.

—¿Qué haces aquí?—preguntó con la voz tomada y ronca.

—¿Qué te pasó?—le pregunté ignorando su pregunta mientras me arrodillaba para estar a su altura.

—Susan, de verdad, por favor déjame solo, no quiero hablar con nadie—dijo mientras otras lágrimas caían por sus mejillas y él se las limpiaba.

—Cristian,dime que te sucede—le dije con un tono suave, me preocupaba mucho verlo así, algo grave debe pasarle para que esté tan afligido.

—Dejame solo, no quiero hablar, no puedo—a cada palabra que decía se le quebraba más la voz.

—Cristian, escuchame—dije tomándolo de la mandíbula para que me mirara—yo se lo que es llorar solo, sufrir sin compañía, yo se lo que es sentir que no puedes más —el me escuchaba atento, trataba con todas sus fuerzas de aguantar las lágrimas, lo notaba en sus expresiones—pero eso no está bien, necesitamos un hombro, tu y yo nunca nos hemos llevado bien ni somos amigos pero, aquí tienes mi hombro Cristian

Las palabras me salían del corazón, este chico nunca fue de mi agrado pero nadie se merece sufrir así en silencio y solo

Y eso fue suficiente para que ya no pudiera más, se arrojó a mis brazos y lloró, y yo lo abracé, porque se que lo necesitaba,no se cuanto tiempo pasó pero el seguía llorando en mi hombro y yo solo escuchaba en silencio sus lamentos, sus sollozos y de vez en cuando sus gritos ahogados.

Después de un buen rato se despegó de mi, me miró y vi en sus ojos la angustia.

—Vámonos de aquí, vamos a un lugar donde puedas calmarte—le dije levantándome y tendiendole mi mano.

—No hace falta Susan, ya hiciste demasiado por mi,a parte no quiero que pierdas clases—dijo mientras se limpiaba las lágrimas.

—Dije que nos vamos y es mi última palabra ok,no pienso dejarte solo—dije y el tomó mi mano y luego nos fuimos caminando.

Decidí llevarlo a un pequeño parque que quedaba a algunas cuadras de la escuela,ahí casi nunca hay gente así que sería el lugar idóneo para que Cristian tomara el aire y pudiera desahogarse.

Llegamos y nos sentamos en un banco, como de costumbre el lugar estaba vacío así que no había ningún inconveniente para que el rubio soltara todo lo que tenía adentro sin ningún problema.

—Cristian, tal vez no quieras hablar al respecto—dije volteandome ligeramente hacia él quien se encontraba mirando al suelo—sólo quiero que sepas que estoy aquí, tal vez no soy la persona que más ganas tengas que esté aquí contigo pero solo quiero que sepas que me arrepiento mucho de todo lo que ha pasado entre nosotros y que estaré aquí para lo que sea

El soltó un suspiro, levantó la mirada hacia adelante, tomó aire y después lo soltó, seguido a eso se pasó las manos por el cabello y habló, y las palabras que salieron de su boca me rompieron el corazón.

—Mi padre—dijo aguantando las lágrimas—Tiene cáncer.

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N/A:Capítulo triste, ya saben lo que le sucede a Cristian, suelo poner el cáncer en mis historias por una razón muy específica que algún día contaré.
Perdonen por no actualizar ayer es que realmente no pude.
Ya para terminar esta nota y que no sea muy grande quiero decirles que se pasen por mi perfil y se lean el prólogo de la historia que estaré publicando luego de terminar esta, se llama Rehabilitame y es de romance aunque hay algunos toques un poco triste, agradecería mucho que se pasen y me den una opinión al respecto.

Bueno, ya me retiro, besos con sabor a salud.

Mi Hater #1✔️ (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora