Mi Hater #1✔️ (Editando)

Epílogo

                    4 años después

Narra Susan Hell:

Ahora mismo me encuentro de camino a casa de mi madre, todos los fines de semana voy, incluso a veces cuando termino las clases temprano voy o viene mi familia o Cris, pero hoy por alguna extraña razón el director me sacó de clase y me dijo que mi familia necesitaba que fuera a la casa por un asunto importante.

Cuando llamé a mi madre para preguntarle que sucedía me pasó a Cris y él me dijo que fuera para allá de inmediato, que él mismo había hablado con mi director para que me dejara salir antes, porque debía hablar algo conmigo.

Así que no se que esperar, estoy algo preocupada por lo que pueda ser, no tengo ni idea pero solo espero que no sea nada malo.

Después de algunas horas por fin llegué y cuando entré pude darme cuenta que todo estaba vacío.

—Mamá, Cristian, alguien—Grité para así asegurarme de que había alguien, cuando de repente sale Cathy de su cuarto.

—Hola hermanita—Me dice Cathy y luego me dió un abrazo.

—Hola linda ¿Donde están todos?—pregunté luego de abrazarla.

—Están en tu antigua habitación, vamos—dijo y comenzó a subirme por las escaleras.

Cuando llegué a mi habitación me los encuentro a todos mirando algo en el celular de Cristian, posiblemente un video gracioso porque todos están riendo.

—Hola—digo algo confundida a lo que todos se sobresaltan.

—Catherine, se suponía que debías avisarnos cuando Susy llegara—dijo mi madre algo enojada.

—Lo siento, se me olvidó—dijo Cathy encogiendose de hombros.

—Ve a buscar el cartel—le dijo mi madre a lo que Cathy obedeció.

Todos procedieron a saludarme, estaba Cris, mi madre y mis suegros.

—Bueno ¿Para qué se supone que me llamaron?—Pregunté luego de que ne saludaran y que Cathy volviera con un cartel bastante grande y enrollado.

—En realidad—Comenzó a hablar Cris—te llamé y te hice venir aquí por varias razones—tomó mi mano antes de seguir hablando—Quiero agradecerte por formar parte de mi vida, por darme tanto amor, por hacer de estos cuatro años los más felices de mi vida, por enamorarme más cada segundo que pasa, por tu dulzura—de repente paró de hablar, fue hasta un cajón y sacó una pequeña cajita.

Las lágrimas empezaron a formarse en mis ojos porque ya sabía lo que venía.

Cristian se arrodilló, abrió la cajita donde había un hermoso anillo y en ese momento Cathy y los demás estiraron el cartel que decía "¿Quieres casarte conmigo?"

—Susan—habló Cristian—¿Quieres ser la esposa de este tonto que te ama con la vida?

—Claro que si—fue lo que dije antes de arrojarme a sus brazos.

Todos aplaudían, incluso soltaban algunas lágrimas.

Luego de un rato nos separamos y él procedió a ponerme el anillo.

—Te amo Cristian.

—Yo también te amo hermosa.

   
                    Un año después

Habíamos esperado a que Cristian y yo termináramos la carrera para casarnos, hacía un mes habíamos terminado la carrera y hoy sería el día tan esperado, el día en que me una en matrimonio con la persona que amo.

Estaba realmente nerviosa, ya estaba casi lista, solo faltaban algunos detalles del peinado.

Aquí conmigo está mi madre, la cuál hace poco firmó un contrato que le ha traído mucho dinero y éxito, también está mi hermana que ya está de lleno metida en la actuación y mis amigas, Sophia ya graduada en diseño de modas y Lina con un prometedor futuro como abogada.

—Estoy nerviosa—dije mientras me mitavs en el espejo.

—Todo saldrá bien—me animó mi madre.

Un par de horas después ya estoy en la iglesia, voy entrando y lo veo, al final, con su traje que le queda espectacular, al hombre de mi vida.

Miro a los alrededores y está mi madre, mis tíos y primos, mis abuelos, amigos de la familia, mis suegros, familiares y amigos de los Roque, mi hermana, Sophia con su novio Peter y Lina con su novia Vanesa.

Todos están aquí hoy para presenciar uno de los días más importantes de mi vida.

Llego por fin al altar, aquí está Cris y me mira como si estuviera viendo lo más hermoso en el mundo, tiene un brillo indescriptible en los ojos.

—Estás preciosa—me dice sonriendo.

—Lo mismo digo—le respondo con la misma sonrisa.

Entonces comienza la ceremonia, la cuál ocurre bastante rápido, hasta que el cura dice las últimas palabras.

—Los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.

Cristian me carga y me besa, el beso más especial que viene de la persona más especial. Cristian Roque, mi esposo.

               Un año y medio después

Narra Cristian Roque:

—Mi amor, por favor, sal ya, me va a dar un paro cardíaco de tanto nerviosismo—le digo mientras observo la puerta en espera a que se abra.

—Ya voy, dame un minuto,aún no termino—me dice ella desde adentro.

Hace unos días que Susan ha estado con ciertos síntomas algo sospechosos por lo que el día de hoy decidimos comprar un test de embarazo casero para ver y salir de dudas.

Unos minutos después, sale Susan del baño, está llorando.

—¿Qué pasó?—pregunté algo preocupado, Susan sonrió aún con lágrimas en los ojos.

—Salió positivo, estoy embarazada—dijo y en ese momento empezaron a brotar lágrimas de felicidad de mis ojos.

—Voy a ser papá—dije aún sin creerlo, Susan asintió y yo la abracé mientras ambos llorabamos de felicidad.

Estuvimos un rato así abrazandonos y compartiendo la alegría.

—Gracias mi amor por hacerme el hombre más feliz del mundo—le dije luego de separarnos y la besé.

—Vamos a tener un hijo mi amor, seremos padres—dijo ella en shock aún por la sorpresa.

Y así de emocionados estuvimos durante horas.

                    9 meses después

—1,2,3 ¡Puja!

Esos eran los doctores, estamos aquí en el hospital, Susan está dando a luz y yo no puedo más de los nervios.

La tengo tomada de la mano y de vez en cuando le doy ánimo, se ve que está sufriendo y quiero que esto acabe cuanto antes porque quiero que mi esposa pare de sufrir y además ya quiero ver a mi pequeña.

Un rato después por fin da a luz, se ve exhausta pero ambos sabemos que el sacrificio valió la pena.

Le dan a nuestra bebé para que la cargue y ahí la veo, es la niña más hermosa que existe.

—Es divina, igual que tu—le digo a mi amada a lo que ella me sonríe y luego vuelve a dirigir su mirada a nuestra hija.

—Kathleen—le dice Susan a nuestra bebé, la cuál decidimos que la  llamaríamos así—Mamá y papá te daremos lo mejor del mundo y todo el amor que existe, has llegado a nuestra vida a iluminarla.

—Las amo, son las mujeres de mi vida.

Ahora su estoy seguro que mi felicidad no puede ser más completa.

N/A:No dejen de pasarse por la nota final y los agradecimientos que estaré dando algunas noticias.