Capítulo 12

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Después de ya estar vestida, maquillada y de haber rizado un poco mi cabello fui hasta donde decidimos reunirnos Lina, Sophia y yo,la idea era que yo le pidiera el auto a mi madre y fuera por ellas a donde nos reunimos, y como tengo memoria de 20mb a última hora fue que se lo pedí.

Me monté en el auto y me encaminé hasta el lugar de nuestro encuentro,al llegar vi que ya las chicas estaban ahí así que se montaron y nos fuimos.

—Estás de infarto Susy—Dijo Sophia mientras se ponía de pie en el descapotable.

—Gracias, no tengo que decirlo, saben que están preciosas—dije mientras las miraba por el retrovisor.

—Sophia siéntate por dios —dijo Lina con ese tonito de madre que siempre poseía, a veces lo odiabamos pero es parte de ella.

—Por dios Lina, hoy hay fiesta,hay una semana de vacaciones, hay libertad, no seas tan aburrida—Dijo mientras estiraba los brazos para sentir aún más la brisa.

—No soy aburrida, solo normal—espetó Lina—Tal vez deberías serlo un poco.

—Ser normal es aburrido—dijo Sophy mientras bailaba allí parada en el coche y sin música puesta—Pero en fin ¿Ya te sientes bien Susy?

—Si—Dije tratando de no desviarme del camino, sabía conducir pero la verdad es que se me complicaba un poco a veces no pensar que iba a matar a alguien si siquiera respiraba así que prefiero conducir en silencio.

Después de media hora de conducir como si fuera una momia, de Sophia montarse una coreografía para bailar mientras vas borracha en una ambulancia y Lina solamente decirle que algún día debía madurar, pues llegamos a nuestro destino, mira que vivía lejos doña Amber.

No era la primera vez que venía, han habido otras fiestas pero definitivamente hacía más de un año o posiblemente dos que no pasaba por aquí, y la casa estaba incluso más impresionante que antes.

Era una mansión enorme, de color crema, con muchos arbustos hermosos que la bordeaba y un caminillo de piedras hacia la entrada, estaba vacío en el portal,todos siempre estaban dentro de la casa y en la parte trasera.

Nos recibió uno de los mayordomos los cuales me pidieron que bajara para estacionar el auto, otro nos ofreció unas copas que ni idea de que tenían, posiblemente alcohol y yo no era mucho de beber, así que Lina y yo lo rechazamos pero conocemos lo suficiente a Sophia para saber que ella no lo rechazó.

Entramos a la casa que como ya suponía estaba llena de personas, algunos bebiendo, otros bailando como si estuvieran haciendo un baile basado en el kamasutra y un par bailando como personas normales, lo cual me sorprendió.

—Allí está Albert—Gritó Sophia para que la escucharamos, Albert era un chico con el que Sophia tenía una relación muy extraña, ellos actuaban como amigos con derecho o en el más lindo de los casos como novios, pero solamente en las fiestas porque en un día normal en el colegio o en una cafetería o yo que se, ordeñando vacas, ellos prácticamente ni se miran, es raro lo se, pero a ellos les gusta relacionarse así.

—Uy, ahí está tu presa más preciada, ataca leona—dijo Lina intentando mezclarse con el ambiente de la fiesta, pero como siempre, le resultaba muy difícil.

—Eso sonó raro Lina—dijo Sophia un poco desconcertada por el comentario de la pelirroja—pero bueno, me voy con él, hasta luego chicas.

Se alejó de nosotras y yo lo único que podía hacer era mirar a todos lados con cara de asco, enserio odiaba estas fiestas repletas de adolescentes hormonales y estúpidos.

—Busquemos un lugar donde sentarnos—Propuso Lina al notar la cara de vómito con la que miraba todo.

Después de algunos minutos de buscar un lugar donde sentarnos que no estuviera ocupado por parejas obsequiandose su saliva al final encontramos un par de sillas, las ubicamos en un lugar un poco apartado de los cerdos escolares y allí nos quedamos.

Mi Hater #1✔️ (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora