Capítulo 21

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Narra Cristian Roque:

Estos días han sido un verdadero infierno,el jueves por la noche mi padre nos dijo que probablemente al otro día en la cena tendría que hablar con nosotros algo importante, lo dijo con un tono muy serio y cuando pasa eso es que es algo muy grave y eso me preocupó demasiado, traté de que me dijera lo que había sido pero no pasó, solo dijo que tuviera paciencia que era algo que aún no confirmaba y que esperaba no hacerlo para nada,así que me intenté dormir con toda la preocupación arriba, básicamente me pasé toda la noche despierto dando vueltas en la cama y llorando, pensando demasiadas cosas, desde un problema económico hasta algo de salud, pero de verdad jamás pensé que iba a estar en lo correcto en cuanto a la salud y mucho menos pensé que tendría esa enfermedad,traté de pensar enfermedades leves o con un tratamiento definido aunque era obvio que si hubiera sido algo leve no hubiera dicho que tenía algo serio que contar, pero la esperanza es lo último que se pierde.

Entonces el viernes va Susan y hace esa idiotez que hizo de ponerme a pelear con Jason, la tontería más grande que había hecho en su vida, sobre todo por el hecho de que yo estaba verdaderamente mal, entre el poco sueño, la preocupación y la tristeza no tenía ganas de lidiar con él idiota de Jason y tampoco con la guerra de Susan y yo, me enojé verdaderamente pero eso no fue lo peor de todo, lo peor vino esa misma noche en la cena,cuando servimos todo y estábamos en la mesa nos quedamos todos en silencio porque sabíamos que papá diría algo.

—Familia—dijo mi padre atrayendo la mirada de mi madre y la mía—les dije que tenía que hablar algo con ustedes muy importante y de verdad lamento tener que hacerlo pero no me queda otra opción—dijo con la voz quebrandose, sus ojos se llenaron de lágrimas lo que encendió mis alarmas.

—Steven—lo llamó mi madre con voz de preocupación—¿Qué sucede?

—Papá dinos que no es nada grave por favor—pedí en tono de súplica, no sabía que era pero le pedía a Dios que no fuera nada grave.

—Yo—dijo papá pero la voz se quebró y tuvo que parar de hablar por un rato,fueron unos segundos que parecían horas, luego retomó la conversación—Llevo algunos días con bastante debilidad corporal, mis encías han estado sangrando pero ayer en el trabajo me desmayé—volvió a parar dejándonos a mi madre y a mi verdaderamente preocupados.

—Amor ¿Por qué no nos dijiste que te habías desmayado?—Habló mi madre con la voz de preocupación muy marcada.

—Porque me llevaron al hospital y me hicieron unos análisis, me dijeron lo que podía ser y preferí esperar a hoy que era cuando me daban los resultados con la esperanza de que no fuera eso pero—se le volvió a quebrar la voz—Familia, tengo Leucemia.

Soltó eso y fue como si me hubieran dado un disparo exactamente en el corazón, como si mi vida se hubiera acabado allí mismo, como si todo lo que yo conocía hubiera cambiado, lo había hecho, había cambiado verdaderamente.

—Steven—dijo mi madre mientras las lágrimas inundaban su rostro—Steven, cariño no—se abalanzó sobre mi padre y lo abrazó.

Yo me quedé de piedra, mi shock era muy grande, no podía perder a mi padre, no podía, era imposible que yo pudiera vivir sin él.

Después que mi madre y mi padre terminaron su abrazo el habló.

—Margaret, Cristian, tranquilos, saldremos de esta—dijo mientras nos daba una mano a cada uno—Los médicos me dijeron que no está muy avanzado, que tuve mucha suerte y llegué más a tiempo imposible, pronto empezaré mis tratamientos y verán que todo se solucionará.

—Yo voy a empezar a buscar trabajo, tu tienes que centrarte en tus tratamientos—Dije seguro de mis palabras.

—No hijo, tu tienes que seguir estudiando—dijo mi padre dedicándome una sonrisa.

—Entonces lo haré yo—dijo mi madre—Tu no trabajarás mientras dure tu tratamiento.

Mi padre trató de hacerla cambiar de opinión diciéndole que no podía hacer eso,pero obviamente no pasó,él no podía trabajar mientras se estuviera enfrentando a un cáncer y su empresa tenía que entender. Terminamos de cenar todos sin ganas, en silencio sintiendo dolor y tristeza.

Me pasé todo el fin de semana llorando y sin salir en casi ningún momento de la habitación,casi que perdía la conciencia del paso de las horas,solo salía a comer disimulando un poco mi inmensa tristeza ,el lunes fui a la escuela pero no pude aguantar más que la primera hora, sobre todo después que se me acercó Susan a pedirme perdón, siempre la estaba molestando pero ya no quiero, lo único que quiero es tratar de ayudar a mi padre como sea, ese día decidí cerrar mis redes sociales, no me interesaba ya nada, esa mierda de las redes era basura, ahora tenia que vivir la vida real, para ayudar a mi padre.

El martes y el miércoles me los pasé buscando un empleo por toda la ciudad pero nadie me contrataba,por ser menor, por no haber terminado mis estudios, ¡Maldita sea! yo necesitaba ayudar a mi padre, era eso más importante que cualquier cosa, el jueves desistí, después de haberme recorrido toda la ciudad y que nadie me ayudara me sentía inútil, no servía para nada y no tenía ganas ni fuerza para entrar al colegio así que me senté detrás de un árbol a llorar y hundirme en este dolor tan grande que siento, mi padre es lo más importante que tengo en este mundo y juro que si le llega a pasar algo yo no podría, se que tendría que ser fuerte por mi madre, pero ¿Es posible ser fuerte cuando puedes perder una de las dos personas que más te importan y más quieres en esta vida?

No, no es posible.

Todo estaba mal, llevaba muchas horas ahí, lo sabía porque ya el sol pegaba fuerte en las zonas de mi piel que no cubría la sombra del árbol, pero justo en ese momento llegó Susan, ella siempre estaba ahí, no se como lo hacía pero siempre estaba presente sin yo quererlo o buscarlo, eso me molestaba parecía nunca poder deshacerme de ella pero esta vez fue diferente, fue nuestra primera conversación normal.

Al principio pensé que solamente estaba molestando, yo no quería que nadie estuviera allí en mi momento más triste y más débil pero no se como hizo, pero las palabras que me dijo, el apoyo y por fin desahogarme, sacar a flote todo el dolor que debo reprimir en casa porque debo ser fuerte para mis padres, me hizo muy bien.

Cuando nos despedimos entre a casa y salude a mis padres quienes se encontraban en el salón y subí a mi habitación rápidamente para que no vieran mi cara hecha un desastre de tanto llorar.

Yo no era el único que sufría obviamente, pero yo era el chico de la casa, debía ser fuerte para no causarle problemas o dolores a mis padres, he escuchado llorar a mi madre y a mi padre, ella está muy mal porque no ha podido conseguir trabajo.

Pasaron las horas y se hizo de noche cuando recibí una llamada de Susan, así que contesté inmediatamente.

—Hola Cris—Ella fue la primera en hablar.

—Hola—Hablé sin ganas.

—Te llamaba por dos razones, la primera era para ver como iba todo en casa y la segunda era para decirte que voy a ayudarte—dijo con una seguridad impresionante en la voz.

—¿Qué dices Susan? —pregunté un poco incrédulo, ella no podía ayudarme.

—Si Cristian,mi madre trabaja en el mundo de los negocios hace mucho, conoce a los mejores de cada terreno, estoy segura que conoce a muy buenos médicos y que podría conseguirle un trabajo a tu madre en su empresa—habló y la verdad yo no recuerdo haberle contado lo del trabajo de mi madre pero en ese momento no importó.

—Mira Susan yo no... —empecé a hablar pero me interrumpió por segunda vez en el día.

—Tu nada Cristian—dijo firmemente—Yo voy a ayudarte, tengo que hacerlo.

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N/A:Holaaa, perdón por no publicar ayer pero quiero decirles que lastimosamente no voy a poder estar actualizando muy a menudo, voy a hacerlo tal vez 1 o 2 veces por semana, si tengo tiempo lo hago más porque ya voy a empezar las clases y estaré ocupada

Espero que entiendan

Besos con sabor a aceituna

Mi Hater #1✔️ (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora