Hizel
...
¿Para qué quiere saber eso?
¿Y si no le respondo?
Parece buena opción.
Pero ya abrí el mensaje. Mierda.
Empiezo a escribir, y pongo lo primero que se me ocurre:
«Si. Estoy en mi casa»
Pero después borro todo.
«¿Por qué quieres saber?»
No, no, no. Tampoco queda.
Finalmente me decidí por la primera opción, Eros leyó el mi mensaje a los minutos, pero no respondió.
¿Pará eso tenia que perturbar mi pre-sueño?
Suspiro, intentado despejar mi mente, y finalmente me duermo.
[...]
¿Ya había dicho que odio los martes? ¿Y despertarme temprano?
Es un día extraño, no es un inicio de semana, pero tampoco es una media, o el final. Solo está ahí, existiendo cómo de relleno.
El despertador sonó con la típica melodía que me taladra los oídos.
Suelto un quejido, no me quiero levantar.-¡Hizel! ¿Ya estas despierta? -mi madre me grita y pienso la seria opción de no levantarme.
Espero unos segundos y finalmente formuló mi respuesta:
-¡Voy!
Me levanto de la cama y camino pesadamente a mi armario, una blusa holgada negra, unos vaqueros de mezclilla y unos converse negros será suficiente.
Finalmente me meto a bañar, salgo a los cinco minutos y me visto. Al menos mi cabello no es muy largo y se puede secar al aire libre.
Bajo las escaleras hasta la cocina, encontrando a mi mamá ordenando algunas cosas en la cocina, mientras mi papá acomoda la comida en el comedor.
-Buenos días, Bella Durmiente -mi papá me saluda con un beso en la frente.
-Buenos días -saludo, tomando asiento.
Mi mamá pode enfrente de mi un plato con cereales, y la leche. Me sirvo, y comienzo a comer.
-¿Tengo que ir hoy a la escuela? -pregunto frotando un lado de mi cara.
-Amor -dice mi papá aguantando la risa-. Es porque es martes, ¿verdad?
-¿Qué comes que adivinas? -contesto, mientras sigo comiendo el cereal.
Finalmente, termine de comer, hice todas esas cosas antes de salir a la escuela, me despedí de mis papás y salí de la casa; subí a mi auto, y conduje a la casa de Danna. Me estacione enfrente de su puerta y le marque. Sonó por unos segundos, pero la vi saliendo por la puerta, con un bonito vestido rojo, y una chaqueta de pana, del mismo color, pero menos intenso.
Nos saludamos y subimos al auto, ya dentro seguí el rumbo.
-¿No tienes frio? -pregunte mientras me ponía una chaqueta que siempre llevo en el asiento trasero.
-Nop, igual si me da frio puedo ponerme la ropa de educación física -Danna me respondió, y ambas salimos del auto.
Mi primo recibió a Danna, así que tuve que ir al salón sola. Llegando varios compañeras y compañeros me saludaron, llegamos algo tarde así que Eros ya estaba ahí.
Me senté a un lado de él, el día de hoy no comparto ninguna clase con Danna, malditos martes.
Eros me ignoro triunfalmente, no me pregunto nada, no me saludo. Simplemente comenzó a usar su celular y espero pacientemente a que la clase iniciará.
-¿Pasa algo? -pregunté finalmente.
Él me miró y negó con la cabeza.
Mi expresión se contrajo. No le entiendo un comino. A veces está así, a veces normal, y a veces todo le vale.
-¿Estas molesto? ¿Algo te incomoda? -volví a intentar, pero nada-... Haz estado muy raro, casi no hablas, no preguntas nada como en los primeros días, creí que empezabamos a ser amigos, Eros.
Él no me miró a los ojos simplemente acomodó bien su asiento y gesticulo una simple frase:
-No pasa nada.
Gire mi cuerpo hacia en frente, y me quede tiesa, ¿qué se supone que se contesta a eso?
Después recordé el asunto del juego.
Moví mi cuerpo rápidamente hacia él de nuevo y le arrebate el celular, Eros me vio mal, pero al menos me miró.
-¿Es por lo del juego? -pregunté sin dejarlo tomar su celular, vi la pantalla de reojo y vi un horario. Que organizado.
-No pasa nada, Hizel -Volvió a bajar la mirada y extendió un poco su mano-. ¿Me podrías devolver el celular?
Dude en dárselo, no creo que me quiera decir algo, y tampoco lo puedo obligar. Le di el celular y me volví hacia el frente.
-Lo siento... -dije por lo bajo.
Él maestro llegó saludando, y la clase inició.
Cuando el descanso comenzó Eros salió sin decir nada. ¿Lo incomode demasiado?
Hace tiempo tenía el hábito de rascarme cuando estaba nerviosa, lo deje después de algunas sesiones. Pero empecé a hacerlo de nuevo hace unos días, por algunas calificaciones.
Tenía la intención de ayudarle a Eros, o algo así, por eso le dijeron que se juntara conmigo, pero simplemente lo moleste.
Camine detrás de él, rascando un poco mi cuello, mientras apretaba el aza de la mochila con la otra mano.
No era mi intención.
¿En que pensaba al quitarle el celular?
Pará algo utiliza esos horarios, ¿no?
-¿Estas bien? Disculpa si te incomode, no era mi intención -comencé a hablar mas rápido de lo que me gustaría.
-Estoy bien, Hizel. No tienes que preocuparte -Apenas me miro, pero frunció el ceño.
Iba a responderle pero Danna e Ian aparecieron y me detuve. Baje la mano cuando vi que mi primo me miró mal.
-¿Otra vez? -preguntó acercándose a mí. Apreté los puños a mi costado.
-No le digas a los tíos, ni a mis papás -le pedí sobando mi cuello.
-Hizel... -Danna me llamo, tomo mis manos y les dio un leve apretón.
Ninguno de los dos me vio con lástima, ni con pena, simplemente me miraron, indicándome que están para mi; sabían que me sentía inútil, para mí había problemas mucho peores, un tic no era de que preocuparse.
Eros me vio y me habló.
-Hizel, ¿Tú estas bien?
owo
¡Hola! Bueno, he aquí el capítulo. Sinceramente a veces yo sola me mareo escribiendo a Eros, pero eso es lo que me gusta de ese personaje.
Les invito a pasarse por mi instagram, donde subo algunos dibujos, los amo 💗💗
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Asperger
Teen Fiction¿Qué pasa cuando un día llega un chico bastante atractivo? Ese típico chico que muchas personas quieren como novio, solo por cómo se ve; ese chico que quieres al menos como un polvo ocasional, que no te importaria que te hiciese daño. Un día, le c...