No puedo abrir mis ojos, no sé qué está pasando pero mi cuerpo no me responde. Escucho voces, personas caminando muy deprisa de un lado a otro, hay mucho ruido y no entiendo qué es lo que están diciendo. Trato de moverme pero sigo sin conseguirlo, quiero gritar pero no logro emitir sonido alguno.
Comienzo a caer en un sueño muy profundo, las voces se alejan y siento como si estuviera cayendo en un oscuro precipicio, es una sensación muy desagradable pero no tengo miedo así que no lucho y me dejo ir hacia el vacío que me está engullendo. Si, es lo mejor.
Justo en el momento en que esa oscuridad está por devorarme, un relámpago ilumina todo y siento como atraviesa mi pecho sin piedad alguna... ¡Como duele!
La oscuridad comienza a alejarse pero sigo sin poderme mover, vuelvo a escuchar las voces pero ahora con más claridad.
- Es una suerte que esté vivo, estuvo muy cerca en esta ocasión (dijo una de las voces)
- Es fuerte, de eso no hay duda (dijo otra voz), pero creo que su suerte no durará mucho si sigue así.¿A qué se refieren?, pensé, al tiempo que comencé a caer en un sueño profundo y ya no supe más de mi.
-Canto de pájaros-
Una fuerte luz comenzó a sacarme de mi inconsciencia. Abrí los ojos con mucho esfuerzo, todo se veía borroso pero poco a poco mi vista se fue adaptando. - Paredes blancas...
Fueron las palabras que pronuncié porque fue lo primero que vi. - Cómo odio el color blanco (gruñí), mientras comenzaba a levantarme para sentarme en la cama. De pronto algo me lo impidió, un dolor desgarrador en mi pecho me lo impidió y ocasionó que diera un grito ensordecedor.
- No deberías levantarte. Dijo una voz serena, una voz conocida. - Patriarca Sage???, pregunté.
- Ahora si que nos diste un buen susto Scorpio.
La imponente figura de túnica negra caminó hasta mi lecho y me miró con severidad.
- ¿A qué se refiere su santidad?, todo está bajo control y no hay necesidad de hacer tanto escándalo por esto. Es más, ya quiero irme de aquí, cómo me quito estos cables... -¡¡¡IDIOTA, TU CORAZÓN SE DETUVO!!!!
Me detuve en seco ante el horrible grito, nunca esperé ese tipo de reacción del amable y sereno patriarca. De una cosa estaba seguro, estaba en serios problemas en esta ocasión, que fastidio, pensé.
- Hay niveles para la estupidez Scorpio, pero tu los has sobrepasado todos. ¿Me quieres explicar porqué saliste del santuario sin autorización y te fuiste a meter al sitio donde se encontraban al menos 20 espectros al servicio de Hades?, los cuales, hasta donde yo sé, no estaban atacando personas ni poblados.
- Pues hay que destruirlos, ¿no?. Sinceramente no le veo el problema. Además, los vencí a todos y me deshice de esos problemáticos insectos.
- No, pues tienes razón acabaste con todos (dijo el patriarca frotándose las sienes) pero con el pequeño detalle de que mientras jugabas con ellos pusiste a trabajar tú corazón en exceso.
- Si pero no activé el katakaio (interrumpió Kardia).- No, no lo hiciste (dijo el patriarca fulminándome con su mirada) pero te provocaste un daño al corazón que casi te lleva a perder la vida.
- No me asusta la muerte. Estoy preparado para morir desde el día en que nací (reí
con sarcasmo)- Es inútil hablar contigo, no hay forma en que entiendas lo que te estoy diciendo pero te diré dos cosas Scorpio. La primera es que tienes prohibido salir sin mi autorización del santuario y enfrentarte solo a cualquier adversario. La segunda es que yo mismo te mataré si vuelves a preocupar a la señorita Athena de nuevo.
- ¿Qué?, cómo que preocupar a Athena. Y yo que diablos tengo que ver con eso (pensé).
- La señorita Athena está afuera esperando poder verte y no ha parado de llorar desde que te trajimos a esta clínica en Rodorio. Bien sabes que no debe salir del santuario por seguridad pero cuando se enteró de lo que te pasó le suplicó a Sísifo que la trajera a verte. Es una descortesía tenerla esperando así que por ahora me voy pero esto no ha terminado para ti Scorpio, ya te comunicaré cuál será la sanción por lo que hiciste.
El patriarca me fulminó una vez más con su mirada para después retirarse de la habitación.
Me quedé envuelto en el silencio de la habitación, pensando solamente en que todo el sermón que me había dado ese hombre me tenía totalmente sin cuidado. Haría lo que deseara ya que ese era el significado de vivir al máximo, algo que había decidió hacer hace mucho tiempo y nadie me lo impediría. Las heridas que sufrí en el último enfrentamiento no significaban nada para mi ya que lidiaba con el dolor todos los días desde el amanecer hasta el anochecer. Desde que tenia uso de razón este corazón enfermo ha plagado de dolor y sufrimiento cada uno de mis días.
Me sentía muy cansado, así que cerré mis ojos dispuesto a dormir pero en ese momento alguien entró en la habitación. Unos ligeros y titubeantes pasos se dirigieron hasta mi lecho por lo que abrí mis ojos con cierta dificultad. Ahí estaba parada, con ese rostro aniñado y angelical, lleno de lágrimas... la mocosa.
¿Qué es esto?, una punzada en mi pecho, ¿acaso ella la provocó?
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Hasta el próximo capítulo.
Gracias por leer!
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La vida a través de mis ojos
FanficCada uno de mis días es como caminar cuesta arriba, mirando hacia adelante y luchando contra el tiempo. Firme en mis propósitos y compartiendo un mismo ideal con mis compañeros pero atravesando a cada segundo un precipicio en el que podría caer en c...