Futuro

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─ Wow –susurré casi sin aliento─ Es... Es sorprendente Cal –lo veo sorprendida─ ¿Cómo encontraste este lugar? –nos sentamos en una roca y sonreí viéndolo y luego el techo

─ Con Malí salíamos a correr por las tardes, veníamos aquí porque habían muchas cuestas y eso era para ella lo mejor, amaba las cuestas era rara –ríe suave mientras sigue tomando mi mano y mira el cielo de la cueva.

Sus ojos brillan bonito.

─ Siempre pasábamos de largo la cueva hasta que ella decidió que quería entrar, encendimos las linternas de nuestros teléfonos y entramos cuando ella enfocó la linterna hacia el cielo de la cueva se enamoró de este lugar, aquí la ayudé a escribir canciones y también dí mi primer beso aquí, obviamente no con ella –me observa y yo río suave

Su sonrisa lo hace ver tan tierno.

─ ¿O sea que no soy la primera en conocer este lugar? –bromeó y el ríe viéndome y niega sonriendo.

─ Pero si la primera después de lo que pasó con Malí –habla viendo el lugar y me observa─ Confió en que guardarás el secreto y no traerás chicos a una cueva –yo rio y niego recostándome en su hombro para suspirar enamorada del lugar.

─ No, y menos a tu cueva muy probablemente me mates –rio y el también mientras vemos la cueva en silencio y siento calma, tranquilidad, olvido todas las malditas reglas matemáticas que debo ya saber de memoria, y todo lo que aprendo en esa universidad del demonio, olvido también que probablemente mi padre esté en crisis porque no llegue a la endemoniada clase de hoy, y olvido también que debo decidir la universidad a la que iré el otro año, olvido todo simplemente veo el cielo de la cueva y sonrío como estúpida, porque lo que menos me importa es el futuro, ahora lo mejor que puedo hacer es pensar en mi presente, vivir este momento y ser un ser humano feliz y tranquilo.

Lo que una chica de 18 años debe ser

Narra Calum

Ahí está, sentada viendo el cielo de la cueva, jamás en mi vida creí ver a Alissa callada, ella nunca se calla pero disfruta del silencio, no está esa preocupación que veo en su cara siempre que va caminando a su casa, esta relajada, vive el momento y yo soy feliz de que lo sea.

Ella me hizo encontrar lo que faltaba para superar poco a poco lo de Malí, y sin querer, ella no planeó curarme simplemente apareció y no se fue, y eso era lo que necesitaba, que estuviera, solo que estuviera.

Jamás pensé que una niña tan torpe fuera a ayudarme con un problema así, y que lo hiciera simplemente llegando y siendo metiche, por semanas solo se sentaba en silencio a ver el suelo del jardín conmigo, solo ahí en silencio acompañándome, se lo tomó casi como un trabajo, y dio sus frutos, claro que los dio, ella pensaba yo también y solo nos quedábamos ahí fue torpe, pero fue magnífico.

─ ¿Qué haces en los aniversarios de la muerte de Malí? –me confundí un poco y suspiré, ¿Si le digo la verdad se asustará?, probablemente se enoje solamente.

─ Voy al cementerio y me emborracho en silencio mientras hablo con ella –Alissa me mira confundida y yo sonrío─ ¿Qué?

─ ¿Eso haces en su honor? –me ve sorprendida y yo niego para sacar de la mochila una botella de agua y tomar de ella en silencio

─ Lo hago por mí porque no me gusta recordar ese día –ella mira el cielo de la cueva, tiene esa cara de que planea algo y yo la veo curioso

─ ¿Que le gustaba hacer a Malí en su cumpleaños? –Alissa me observa y yo pienso un poco una respuesta para esa interrogante, miles de ideas vienen a mi cabeza pero no sé cómo explicarlo.

─ Salíamos a comer, aunque antes de eso salíamos a correr a las seis de la mañana, regresábamos a casa y desayunábamos ahí –recuerdo alegre─ Mamá le hacía panqueques, eran sus favoritos –sonríe─ Luego ella se metía a su habitación a arreglarse por horas, cuando salía íbamos con mis amigos todos juntos a almorzar y a pasar el rato a los bolos –sonrío triste pensando en la sonrisa de Malí cuando Luke la molestaba por ser muy mala en el juego─ Luego íbamos a cenar con sus amigas y mis amigos a un bar y disfrutábamos del momento y antes de regresar a casa veníamos a la cueva a hablar de cualquier cosa, se quedaba dormida y volvíamos a casa.

Ella sonríe inocente y yo la veo en silencio negando mientras ella ríe suave burlándose de mi cara yo siento que estoy lleno, y eso me asusta.

Eighteen ~ Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora