7

239 7 0
                                    


A todos nos ha ocurrido: nos formamos un pensamiento rígido y unas expectativas acerca de personas o sucesos, pero estas no siempre se ven cumplidas. Cuando esas aspiraciones no ocurren como pensábamos que sería, sentimos frustración, rabia, ansiedad o tristeza. Es normal sentir todo esto cuando no se cumplen nuestros anhelos, pero es importante verificar primero si se trataba de expectativas realistas.

Lo mismo nos ocurre cuando empezamos a generarnos una serie de creencias acerca de cómo deberían ser las personas o las situaciones que nos ocurren. Este tipo de pensamiento rígido nos lleva a generar una serie de ideas que nos llevan a ser inflexibles.

Amor PropioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora