Lo que trae un nuevo año

11.

Me desperté completamente sola en la cama de Jem. Olía muy bien y estaba sonando la alarma que siempre pongo para ir al instituto. Me levante de la cama y entró Jem a la habitación. Al ver que estaba despierta, me abrazó y nos fuimos a desayunar lo que estaba preparando. 

Su madre es una mujer muy ocupada. Siempre tiene que ir al trabajo, por lo que apenas se la ve por casa. Ella trabaja en un Hospital como cardióloga, así que por eso a Jem se le da muy bien la  medicina y todo respecto a la circulación sanguínea. Desde muy pequeño, Jem estaba muy orgulloso de que su madre pudiera salvar vidas así que decidió seguir sus pasos. Aunque ella y su padre están actualmente divorciados, el no parece haber cambiado de idea. A veces este chico puede ser muy adorable. 

Sin embargo, su padre no es que fuera menos. Su padre era diferente. El simplemente, es profesor en institutos, si no me equivoco, de latín o filosofía. A Jem le gustaba mucho que su padre siempre le contase historias y mitos a la hora de dormir, luego tenía sueños relacionados a lo que su padre le contaba. Sin embargo, había veces en las que el padre no daba a vasto, ya sea por época de exámenes, los estudiantes que cada vez son más inaguantables, y sus superiores en cuanto a media de notas. Entre todo eso, se volvió una persona un poco fría y temperamental. Jem, no tenía muchas ocasiones en las que su padre había estado ahí, por lo que se refugio con su madre. 

Al parecer, con los años, los dos prefirieron el divorcio por el bien de cada uno, dejando a Jem indeciso por no saber con quien irse. ¿Que podía decidir un niño de 7 años? Al final, por orden de un juez, se decidió que Jem viviría con su madre. Por aquel entonces fue cuando nos conocimos en el parque de la urbanización.

FLASHBACK

-¡Mira mamá!¡Hay un niño en el parque!-gritaba yo por aquel entonces a mi madre para llamar su atención- ¿podemos quedarnos a jugar un poco? Porfiiiii 

-Pero si es la hora de comer-suspiro mi madre- ¿es que no tienes hambre, Hana?

-No- Justo en ese momento me rugieron las tripas como si fuese un dinosaurio

-¿seguro?-Mi madre le gustaba, me corrijo, le gusta mucho hacernos cosquillas, cosa que por aquel entonces me hacía reír pero ahora prefiero que no lo haga.-Tu Tripita me dice que nooo- y en ese momento empezó a hacerme cosquillas 

-Me lo prometiste- empecé a reírme muchísimo y no cesé hasta que me di cuenta de que el chico del parque me miraba curioso- ¿ves mamá? Seguro el también quiere jugar conmigo

-hmmmmm-mi madre vio que nos observaba y le sonrió- Bueno...Pero solo un ratito, ni un minuto más-

-No uno menos, sisi ya me lo sé mami-le di un beso en la mejilla y me dirigí al parque- ¡gracias mamuchi! 

Oí sun suspiro, suponiendo que fue de mi madre mientras iba al tobogán. Vi que mi madre se sentó en un banco donde supuse que estaba la madre del chico que estaba jugando allí tranquilamente con un cubo y una pala. Y entonces, al verlo de espaldas le dije

-Hola-dije esperando una repuesta 

-...-suspiró pero no se dió la vuelta para verme 

-Me llamo Hana- me senté a su lado para verle la cara- tengo seis casi siete que cumplo el 29 de  diciembre.-Seguí esperando una respuesta, pero no dijo nada-¿Me dejas una pala para que hagamos un castillo gigante?-

-Me llamo Jem- me dio una pala de color amarillo con puntos en celeste- Mañana cumpliré 7 años-

-¡ENSERIO!-Nunca había conocido a una persona que cumpliera poco antes de haberle conocido.-¿Y vas a hacer una fiesta de cumple? ¡Yo quiero ir!-Me emocione, a pesar de que no era  para tanto-

-Soy nuevo y no conozco a gente de aquí-dijo levantando la mirada para luego señalar el edificio en el que vivimos.- Me mudé aquí este verano porque mis padres se divorciaron, vivo en el 2C de ese edificio. 

-Que bien, Yo también vivo en ese edificio.-dije emocionada levantándome del suelo- Ven vamos a los columpios.-

-Sí, espera a que recoja los juguetes y se los de a mi madre- y comenzó a recoger

-Yo te ayudo- dije volviendo hacia él.-

Cuando terminamos de recoger, fuimos a donde estaban las madres. Le presente a mi madre  Jem, y el me presento a su madre también. Nos fuimos a los columpios pero echando una carrera, porque siendo un niño, siempre hay una posible competición para todo. En ese momento me dí cuenta que por nada del mundo, querría perder a Jem.

FIN DEL FLASHBACK 

Volviendo así al mundo real, Jem había preparado croissants 🥐 con mermelada o Nutella. Había zumo de piña que compró su madre, que por cierto ella lo compra porque paso mucho tiempo en su casa (soy casi su hija xd) y Jem se había preparado un café. Empezamos a desayunar, haciendo tonterías de recién enamorados o algo así muy cursi, fuera de lo común. 

-Hana, terminemos de desayunar y vallamos a vestirnos, vamos a llegar tarde- dijo Jem plantándome un beso en la mejilla dejando una perfecta mancha de chocolate en mi mejilla. 

-¡No es justo!- Me levanté de la silla- ¡No solo tú puedes jugar!- le cogí del brazo y le besé, con pasión, amor y venganza amorosa.

Estuvimos un buen rato besándonos ahí en el marco de la cocina. Nuestros labios encajaban perfectamente, como un puzzle. Luego comenzaron las caricias, cada vez  juntando más nuestros cuerpos. El tacto, era indescriptible, simplemente asombroso. Sin embargo paramos.

-No es el mejor momento, recojamos la mesa y vamos a vestirnos.- dijo Jem, quien no parecía querer parar.- No es momento , eso es.

Recogimos la mesa, y nos quedamos un ratito abrazados. Su brazos acorralaban completamente mí cintura, era muy acogedor. Nos fuimos a vestir cada uno a una a habitación. No nos sobró mucho tiempo así que según terminados, salimos de la casa, cerrando con llave, de camino a la parada. Ese día había mucho que hacer.

Hoy hacía un poco de frío, menos mal que llevábamos abrigo, y nuestro amor y cariño con nosotros. Subimos al bus y vimos a una pareja de ancianos achuchándose en sus asientos. Jem me leyó la mente y nos miramos conmovidos. Seguro pensábamos, que los dos querríamos estar así en el futuro y por siempre. 

Bajamos en la parada de siempre, pero en lugar de dirigirnos al edificio de 3ro-bachillerato, fuimos al edificio principal en el cual se encuentra las clases de primaria, 1ero y 2do de ESO y las oficinas de jefatura de estudios y dirección. Sin embargo, no pudimos reportar, ya que estaba cerrado y no había nadie cerca para preguntar.

El camino a clase , lo hicimos cogidos de las manos y buscando con la mirada por si encontrábamos a alguien de jefatura o a Lara. En especial a Lara, quería contarle muchas cosas. 

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Hola de nuevo seguidores  de esta historia muy amorosa. 

Espero que os este gustando la historia. Siento no haber actualizado desde hace milenios, pero es que últimamente estoy muy ocupada y me falta creatividad. Espero que estéis todos bien y que os estéis cuidando mucho por este coronavirus, que aunque no lo parezca sigue por ahí. 

Os aviso que no queda mucho para que esta historia se acabe. Tendrá un final feliz para todos e incluiré la vuelta de alguien quien ha salido muy poco pero es realmente importante en la historia. 

También os quería comentar que tengo pensado escribir otra historia, pero con una temática más fantástica y para nada romántica. No soy muy de escribir romances o historias amorosas, pero a veces solo se me ocurre una buena  trama, así que solo hace falta escribirla.

Os iré avisando cuando vea que se acaba todo.

Recordad, cuando salgáis a la calle lllevad mascarilla y lavaos las manos correctamente con gel.

Un saludo a todos. Compartid esta historia con quien creáis que les gustará y gracias por apoyarla 

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