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—Lisa, últimamente estás más distraída de lo normal, sé que es confuso para ti todo lo que está pasando, pero me preocupa. —

Solo había pasado tres semanas desde que los dos tailandeses se conociesen, parecía que eran amigos de toda la vida, pues Bambam, sabía que su amiga no estaba pasando por un momento fácil y por más que Lisa intentaba mantenerse lo mejor posible ante los ojos de los demás, Bam siempre conseguía darle en clavo.

— ¿Cómo es que puedes ser tierno unas veces y en otras me provoca estamparte la mesa en la cara? — El chico se hizo el dolido y eso causó que la pelinegra riera. —Sé que te preocupa, pero es que no lo entiendo, no paro de pensar en ella y... —

Su compañero se quedó esperando a que terminara la frase, no hubo respuesta y solo se sentó a su lado.

—Algún día debes dejar de buscar una explicación, quisiera poder ayudarte a entender lo que sientes, pero te puedo asegurar que nada de eso tendrá sentido si no te acercas un día. Solo llevamos tres semanas de amistad, pero puedo decir que eres maravillosa y que de toda la gente que viene a este lugar, solo tu destacas, aun cuando solo ves por esa ventana como tonta. —

Lisa rio y le dio un leve golpe en el hombro de su acompañante.

— ¿Crees que tenga suerte? — Dijo con temor y a la vez, con esperanza, porque sí, en algún momento tomará el valor de acercarse y hacer lo que en sus sueños ha pasado.

—Sabes, no creo que sea cuestión de suerte, no es normal que alguien, de la noche a la mañana, una chica se ponga a cantar en plena calle y que tú quedes tan enganchada de ella, para luego venir al mismo lugar y volver a escuchar su voz... Tal vez era el momento de que conocieras a alguien. —

Bambam era un chico que tenía los tornillos fuera de lugar, pero cuando se trataba de hablar de sentimientos u otra cosa, a Lisa le reconfortaba, no es como si Jennie y JiSoo no causaran lo mismo, pero no se veían todos los días, algo que a veces, le entristecía.

— ¿No te ha pasado algo así? — Preguntó.

—No, bueno, tal vez sí, no lo sé, hace tiempo que no estoy con alguien y trabajar en la cafetería debería ayudar, pero esto es un nido de amor y la mayoría de los chicos que vienen ya tienen a alguien, así que, cuando la voz de un chico me deje embobado, te diré. — Lisa lo quería matar.

—¿No te cansas? — Dijo mientras reía con sarcasmo.

—No, pero debo seguir trabajando, ¿esperarás a que salga? — La chica respondió que sí, Bambam sonrió y volvió a su puesto.

Lisa jugueteaba con el borde de la taza de café que había tomado anteriormente y su mente empezó a torturarla. Tal vez era bueno pensar en que estaba pasando con ella, pero mientras más intentaba entender, más se le hacía extraño. Era difícil ponerle nombre a sus sentimientos.

Era irreal la situación, cada día escuchaba a distintas personas cantar en su academia, pero ninguna le había causado esa curiosidad y adicción que sentía por la rubia, incluso, antes de que apareciera, Lisa estaba completamente enfocada en su carrera como bailarina y fotógrafa, ahora parecía que estaba en otro mundo.

Se le hacía molesto el no saber qué hacer, aunque lo más sensato era ir y decirle hola, pero no era así de fácil, más bien, quería correr a ella y abrazarle, porque con cada canción que cantaba, sentía que la unía más a ella, sentía que le contaba una historia y eso se volvió especial.

Lisa pensaba que era loca por pensar que eso podía ser cierto, pero la rubia solo llegaba y cantaba, no pedía dinero, no hacía nada, solo era ella y su guitarra.

Y aquella vez que tarareó esa canción, se sentía extrañamente conectada a ella.

Lisa sacudió un poco su cabeza, como si eso ayudaría a que sus pensamientos salieran de ahí, se paró y se acercó a su amigo.

—Bam, saldré a caminar un rato. —

—Espero que eso signifique hablar con ella. —

—Consíguete un novio o lo que sea, en serio te urge. —

— ¿En serio? A ti te urge acercarte a ella, de paso de terca, agresiva. —

Lisa ladeó su cabeza y sonrió, una sonrisa con mucho odio.

—No lo niegues, fuera de aquí y ten cuidado, te espero a las 10. —

Esta vez, la pelinegra sonrió con ternura y salió del lugar, empezando a caminar con lentitud, evitando pensar en sus sentimientos.

Se sentó en la misma banca que el otro día y justo en ese momento, la rubia aparece. Se colocó en el mismo lugar de siempre, dejando de lado el estuche de su guitarra y afinando esta.

"Pensé que no vendrías", dijo para sí misma. Ella llegaba minutos después de que Lisa estuviera ya en la cafetería, pero por alguna razón, había llegado más tarde y se le veía apurada, eso sí, no se había dado cuenta de que estaba preocupada por ella y la calma que sintió al verla llegar.

Ambas chicas estaban sentadas. Cualquier persona que se detuviera a ver a Lisa, pensaría que está perdidamente enamorada por la forma en que mira a la rubia. Sus ojos brillaban y parecía que decían mil y una palabras de amor.

La rubia, antes de comenzar a cantar, dio un vistazo a su alrededor, hasta que se encontró con los ojos de la pelinegra y sonrió al saber que ella estaba ahí otra vez.

Ella nunca era de escoger las canciones antes de presentarse ante las personas, por el hecho de que nadie le prestaba tanta atención como lo hacía la tailandesa y eso le alegraba. Ese día tenía una canción preparada.

A Lalisa casi se le sale corazón del pecho cuando le dedicó una sonrisa, otra cosa que se le había grabado en cuestión de segundos.

La chica se terminó de acomodar en la escalera y empezó a cantar.

De repente puedo leer tus pensamientos
Podía sentir tus sentimientos
Y me hace recordarte

Sin ninguna conversación
Sin preguntar por nada
Puedo ver en tu interior

Cuanto más ocurre
Más me dirijo a ti
Y a una parte de mi corazón escondido

Si me convierto en ti, ¿lo sabré?
¿Con qué tipo de corazón
estoy mirándote
y pensando en ti?

¿Cuándo sabrás
que estos sentimientos han aumentado?
Cada noche te leo
Pero quiero leerte otra vez
Mi cuento.

Lalisa quería decirle lo que pensaba de ella, sacar todo lo que estaba creciendo en ella y cómo es que de alguna forma la ayudaba en su día a día, pero con esa canción.

Parecía que ya sabía lo que sentía por ella.

❁ Imagination - ChaeLisa ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora