Roseanne.
— ¿Estás segura de hacerlo? — Preguntó Wendy con preocupación.
—Lo estoy, tengo que... ¿No crees que sea demasiado tarde cuando lo haga? — Respondió Rosé, sabía que en el fondo, no iba a tener la respuesta que quería por parte de su amiga y Wendy, no le iba a pintar una historia de hadas.
—No lo sé, tal vez solo debas acercarte y besarla de una vez. — La rubia la miró con seriedad, haciendo que se le escapara una risa nerviosa Wan. —Quisiera poder ver el futuro y decir que pasará... Pero sin importar qué, estaremos aquí para ti, estás aguantando mucho y necesitas tranquilidad. — Rosé sonríe, intentando parecer que estaba calmada pero se notaba a leguas que era algo forzado, se acercó más a la coreana y apoyó su cabeza en el hombro de esta.
—Siento tranquilidad cuando la veo... No quiero que deje de ser así. — Wendy tomó la mano de la rubia, dándole cariño, siempre que ella estaba así, sabía que el hacer eso lograba que se calmara un poco.
—Quisiera entender lo que se traen, aunque ni tu misma puedes hacerlo, pero si crees que con mirarse es suficiente para recuperar esa tranquilidad, estoy segura de que no lo perderás y que de alguna manera, no solo serán miradas, pero deberías hacer algo, tampoco es que será para siempre. — Rosie se acercó más a Wendy, como si necesitara ser protegida, a lo cual, esta respondió rodeándola con sus brazos y se quedaron en silencio.
Rosé había tenido unos días bastantes agitados y su casi hermana, intentaba darle algo de calma para que sus días fuesen más llevaderos, pero parecía que su esfuerzo se veía interrumpido por la chica de la cafetería.
Día y noche, estuvieron intentando entender cómo es que Rosé había terminado de esa forma, pero ninguna quería admitir lo obvio.
—Rosie... Haz lo que tu creas mejor para ti, pero espero que te des la oportunidad de conocerla, aunque te he dicho miles de veces que no pienses tanto las cosas porque terminas así. — JaeHyun le acarició la cabeza a Rosie y esta le ofreció una sonrisa.
—Lo haré, pero debo esperar a que todo pase y pensar como acercarme, sentir esto y no hacer nada me volverá loca. —
—Entonces, ¿lo estás admitiendo? — Preguntó Wendy.
—No tengo de otra ¿o sí? — La chica a la que estaba apoyada rio un poco.
—Oh Roseanne, tus días de tortura acabaron, ahora puedo pensar en cómo fastidiarte, por fin admite su amor por la chica y ya mi bolsillo no irá a dulces. Amiga, reinvéntate, que cliché llorar y que los dulces sean tu forma de desahogo. — SeungWan y Rosé se hicieron las ofendidas.
— ¿Crees que es fácil para nosotras entender los sentimientos? — Responde Rosé.
— ¿Es fácil para mi gastar dinero cada semana en pura porquería? — Los tres empezaron a verse, como si fuese una batalla y los ojos fuesen balas. —Ah, ya no tienen argumentos. — Y sonrío victorioso.
—Jae, es un buen momento para que vayas con BaekHyun ¿No crees? — El chico río y le dejó un beso a cada una en la frente.
—No me iré por eso, se me hace tarde y tengo que ir trabajar, cuídense, les dejé algo de comida en la nevera por si tienen hambre, las quiero. — Dijo mientras caminaba hacía la puerta.
—Nosotras también. —Respondieron al unísono.
Minutos después de que JaeHyun dejara el pequeño apartamento, Wendy y Rosé hablaron un poco más sobre lo que tenían pensado hacer en los próximos días, pero nuevamente, a la rubia se le hacía tarde.
— ¿Estás segura de que quieres ir? — La rubia sonrió y asintió con la cabeza.
— ¿Por qué no me acompañas? Hace tiempo no cantamos juntas. — Wendy sonrió cuando recordó todas las veces que cantaban en los recesos del colegio. Y como no tenía nada que hacer, así que accedió.
— ¿Me sé la canción? — Preguntó.
—Por supuesto. —
Ambas se sonrieron y tomaron sus cosas para caminar a su lugar de encuentro.
En el camino, estuvieron calladas,
pensando en cosas que solo tenían un punto en común, en la pelinegra. Wendy no la había visto y por lo que le había dicho su pequeña Rosie, creía que vería un ángel.Mientras que Roseanne, simplemente pensaba en las cosas que le hacía sentir con solo verse fijamente y se cuestionaba como aun estando de esa forma, podía seguir cantando y no correr a ella para besarla.
Porque sí, entre tantas cosas, uno de sus pensamientos era el cómo se sentiría hacerlo.
Cuando llegaron, notó que la pelinegra estaba sentada mientras veía algo en su teléfono, parecía estar molesta, pero su expresión cambio totalmente cuando notó su presencia.
Wendy se había dado cuenta y eso le causó ternura.
—Ahora lo entiendo todo. — Susurró en el oído de la rubia. —Es normal que te guste, por favor, cásense. — Rosé rio.
—Espero que te encargues del gasto. — Ambas soltaron una pequeña carcajada y empezaron a arreglar sus guitarras para comenzar.
Una vez que estaban listas, empezaron a cantar.
Rosé estaba nerviosa, pues la canción que había escogido para ese día, la consideraba como una forma de declararse y le mataba no saber qué era lo que la pelinegra pensaba.
Mientras más pasaba el tiempo, Wendy podía entender cómo es que su amiga había terminado de esa manera. La chica le gritaba a los cuatro vientos que le gustaba a través de sus ojos, pero ninguna se atrevía a dar el primer paso.
Cuando miraba a Rosé, sabía que aunque fuese su mejor amiga y la conocía mejor que a nadie, lo que podía hacer por ella, no se iba a comprar con lo que la pelinegra le haría sentir.
Otra persona más, podía entender lo que sentía esas dos chicas. Otra persona que esperaría a que se conocieran.
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Cuando nuestros corazones se tocan, ¿en qué piensas?
¿Lo has perdido? Uh uh ¿Estás perdido? Sí.
Cuando llegas a mi corazón, ¿qué piensas?
¿Lo has perdido? Uh uh ¿Estás perdido? Si
Si quieres abrazarme, dímelo
Si quieres entrar a mi puerta, sonríeme
Palma con palma, hasta el punto de hacer estallar mi corazón
Ojos cerrados, manos cerradas, ojos cerrados, manos cerradas.
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❁ Imagination - ChaeLisa ❁
FanficEra tan dulce como el sonido de su guitarra, tan adicitivo. Cada anochecer la veía desde la pequeña ventana de la cafetería, deseando poder tenerla a su lado. ❁ "Estás conmigo en mis sueños Seremos todo lo que quiero que seamos Y desde allí, ¿quién...