capitulo 9

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¿Alguna vez escucharon hablar de los horrores de la historia? Cómo en cada mundo, hay guerras, desacuerdos y personas que abusan del poder que se les fue conferido. En este mundo, los líderes nacen con esa responsabilidad, con el peso de toda una región o mismo una especie sobre sus hombros, cruel, porque no todos estamos hechos para tener tal responsabilidad.

¿Te gustaría ver una guerra?

¿Te gustaría ver la incompetencia de algunos?

Aunque no lo creas, todo, absolutamente todo tiene un por qué, nada es casualidad, todo debe pasar para que algo en el futuro siga su curso.

Pero nuevamente estoy hablando demasiado, ¿No?

Narra Olivia Blue.

Suelto un suspiro satisfecho. Mí cumpleaños resultó ser uno de los días más felices en meses y ciertamente eso me perturbaba, sentía que eso era un pequeño respiró de lo que me espera el resto de mí eternidad. Alejo mis pensamientos con rapidez al ver a mí hermano lanzarse contra mí y tumbarme en el proceso.

-¿Que...?-

Mí voz se suspende al ver su sonrisa divertida y sus ojos llenos de felicidad.

No solo era un buen día para mí.

Siempre intentaba hacer que viviera como cualquier niño, pero es cierto que no siempre tenía el tiempo suficiente como para jugar con él y eso me destrozaba el alma.

Me levanto con él en brazos y con cierta preparación, procurando de que mí amigo note mis intenciones, lo lanzo hacia él con fuerza y su risa se incrementa cuando Bob lo atrapa sin problema.
Estábamos en el parque de la manada, era amplió y espacioso, con una sección llena de juegos.

Mí vista se enfoca en el cielo y sus tonos anaranjados. Mis nervios se incrementan, sentía mí garganta cerrarse por el miedo, porque sabía exactamente lo que iba a pasarme en cuanto la luna llegue a su punto más alto y aquello me daba miedo, llenaba de terror la idea de que mí piel se desgarre o incluso que todos mis huesos se quiebre.

Una mano en mí hombro me alerta, pero al ver los oscuros ojos de mí padre suelto un suspiro lleno de agonía.

-No pienses demasiado en el proceso- aconseja con tranquilidad.

Por un momento logré reconocer algo en su mirada, había paz en aquellos ojos negros que portaban una tortura continúa.

-A veces es mejor no pensar y simplemente superar- dice con la vista fija en Alex.- siento no haberte ayudado y agregar peso a tu propia condena.-

Su mirada encuentra la mía y después de tanto tiempo volví a ver mí padre, al hombre honesto que me había criado, al que siempre apoyaba mis travesuras. Por primera vez después de mucho dejó de ser un desconocido ante mí, porque eso éramos; dos desconocidos metidos en su propios mundos, en sus propias cadenas, que habían olvidado aquel lazo inquebrantable que nos unía. Cierta parte de mí sabía que esto no iba a durar demasiado, pero un instante dejé de pensar en ello y simplemente disfruté de la compañía de todos en ese día.

∆∆

Un claro no muy alejados de la manada, estábamos todos a la espera de mí primera transformación y aquello de cierta forma incrementaba mis nervios.

¿Alguna vez sentiste que el miedo era un tipo de monstruo?

Un enorme monstruo que se posa a tu lado, expectante y con una sonrisa, esperando tranquilamente para verte sucumbir ante él.

Siento mí estómago revolverse con cada segundo tortuoso que pasa. Sabía que ya no faltaba nada para que la luna llegue al punto exacto y mí piel hierve con anticipación a lo inevitable.
Suelto un alarido de dolor cuando caigo de rodillas por el fuerte dolor que se extendió por todo mí cuerpo.

Estaba sucediendo.

Mí cabeza dolía y mí cuerpo entero era invadido por una fuerza mucho más fuerte, poderosa.
Vuelvo a gritar al sentir mis articulaciones deformarse. Mis mejillas estaban bañadas por mis lágrimas.

-Duele...- logro decir entre gritos de dolor.

Sentía mí pecho arder y ser estrujado por aquella nueva energía, quería correr e irme, quería que paré, que deje de doler.
Entro en una nebulosa de dolor y sufrimiento, mí cuerpo no estaba aguantando ésto, yo no podía contra ésto.

Cierro los ojos  y temí por la simple idea de que aquella energía tomará mí cuerpo completamente. A pesar de saber que aquello era normal, que simplemente debía dejar que se vuelva mía, pero el miedo y el sentir como dominaba mí interior me alertó, me arrojó a luchar contra ella.

-Pequeña...-la voz de mí padre me arroja a la realidad- no te resistas, no luches contra tu parte animal-

Un rígido sale de lo profundo de mí pecho mientras mí cuerpo se convulsiona en el suelo. Mis brazos se quiebran a la mitad y vuelvo a gritar con el dolor, abrumada por todos esos sentimientos que amenazaban con hacerme explotar.

Narrador omnisciente.

Todos observaban absortos como su amiga se revolcaba en el suelo con sus extremidades rotas y con pelo brotando de sus brazos. Era una imagen aterradora, nunca antes se vió a un huésped luchar con tanta ferosidad contra su parte animal.

Lo combatía como si de un virus se tratase y eso no paso desapercibido ante los presentes.

Su quijada se rompió y de un momento a otro sus ojos se iluminaron de un gris intenso, tan intenso que asemejaba más al blanco. Todos se asombraron cuando de un momento a otro la pequeña loba dejo de luchar y sucumbió ante el poder de su bestia interior, dejó que aquella energía se manifestará con tanta fuerza que abrumó sus sentidos, dándole rienda suelta a sus instintos más animales.

En otro país no muy lejano un temeroso hombre no paraba de temblar, de tener espasmos involuntarios que le costaban el aire. Una descarga de poder lo dejó en el suelo advirtiendo que algo importante estaba por ocurrir.

En cada parte del continente se pudo escuchar aquel aullido furioso y primitivo que soltó la loba recién convertida en su forma animal, que azotaba su pelaje gris oscuro con el viento.

Esa fue la perfecta representación de libertad pura.

Al fin era libre y eso tenía un precio muy caro, el cual estaba dispuesta a pagar.

El Rechazo De El Lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora