capítulo 14

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Las historias son una simple versión, pero...¿Saben cómo realmente se cuenta una historia?
Teniendo en cuenta cada punto de vista vivido, y este es solo el comienzo, así que te recomiendo que te pongas cómodo y prestes atención a cada detalle. Porque incluso el pequeño aleteo de una mariposa podría cambiar el rumbo de la historia o al menos eso dicen.

Narra Olivia Blue.

Mis dedos finos se escurren en la finas hierbas, incluso mí vista estaba completamente sumergida en los colores que me acompañaban. El aire era incluso más puro de lo que recordaba, las mariposas se veían más coloridas y el maldito sol se sentía espectacular.

-Podrias ir a ver a tu hermano- menciona ella a mí lado.- estoy segura que hoy te haya dejado salir es una buena señal.-

-¿Para que?- respondo con la mirada perdida-¿Para que vea lo débil que soy?

Su caminar se detiene al igual que el mío, pero desvío la mirada de sus ojos azules que me observan con molestia.

-No voy a permitir ni por un segundo que pienses de esa forma- reclama-¿No te das cuenta? Fuiste capaz de sobrevivir a cada golpe y estoy segura que vas a poder levantarte, luchar con ferosidad, lo se.-

-¿Cómo?- susurro con la voz quebrada-¿Cómo se supone que me levanté si siquiera pude enfrentarlo? ¿Si el miedo me carcome cada vez que lo veo?-

-Porque a pesar de todo, a pesar del dolor seguías poniéndote de pié y jamás perdiste la esperanza de volver a verlo, que a pesar de miedo seguías ahí y no te rendiste, jamás lo hiciste- ella me miraba con determinación.

Sus palabras me llegaron al fondo de mí corazón, había algo en lo que tenía razón y es que jamás me rindo, no voy a irme de este mundo sin ver por última vez a mí niño.

-Gracias- susurro a la vez que reanudó la caminata.

-Para eso estoy ¿No? Para hacerte fuerte-

Le devuelvo la sonrisa, porque ella estuvo ahí cuando nadie pudo y me siento agradecida por ello, aún así extrañaba de sobremanera a mis amigos.

Mis pies se sienten cada vez más pesados a medida que me acerco al destino.
Mí panorama cambia cuando entramos a un lugar espacioso que recuerdo como la parte trasera del salón de juntás de la manada.
A lo lejos puedo ver su cuerpo de espaldas y el miedo me recorrió sin poder evitarlo. Entonces, un recuerdo cruza por mí mente.

Mí respiración era agitada y el miedo me había paralizado. Sus ojos llenos de locura me observaban desde lo alto, me sentí más pequeña de lo que ya era, pero en el momento que sus ojos cambiaron de color pude dejar de temblar, porque no solo sus ojos cambiaron, cambio todo en él, ahora él irradiaba una calidez extrema y su mirada estaba llena de preocupación.

-Perdon- se lamenta el lobo.- no puedo controlarlo, yo...-

Con mí mano tomo la suya y el lazo actúa por si mismo al calmarlo. Eso quiere decir que si hay un lazo, entonces... ¿Por qué no siento nada?

-Max- mencionó el nombre que yo había elegido para él.- no es tu culpa, nada es tu culpa.-

-Me duele- murmura acercándose con lentitud a mí altura.- duele ver al amor de mí vida sufrir de tal forma y no poder hacer nada para evitarlo.-

-Evitaste demasiadas cosas con tal de protegerme- le recuerdo con calma.- y estoy agradecida por ello.

-No es suficiente, -se lamenta.- jamás va a ser suficiente con un simple perdón.-

El Rechazo De El Lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora