Nathaniel x Marc~Omegaverse

Capítulo 3

Dentro del departamento, Nathaniel se encontraba con ropa de casa y en su cocina; estaba por hacer su cena. Pero en ese instante alguien tocó su timbre. Se dirige hacia la entrada y el timbre es tocado una y otra vez.

—¿Quién toca? —dice acelerando el paso.

Abre la puerta y es el chico que se le quedó viendo en la clase, lo sabe bien. Pues a pesar de la cantidad de gente pudo distinguir esos ojos grandes y verdes.

—Oh eres tú, ¿qué haces en mi casa?

—Yo... vengo a saber si me puedes ayudar con mi trabajo.

—Se supone que lo tienes que descubrir solo.

—Lo sé pero, no se como pensar diferente. Y no estoy seguro de que esto sea "yo" totalmente.

—Wow, nunca escuche algo así. Esta bien te ayudo, pero solo porque me da curiosidad.

—Gracias.

—Pasa, te debe hacer frío.

Marc entró, un poco nervioso, pero ya dentro vio como esa "casa" era una mansión por dentro, era impresionante el pintado en tonos grises, sin negros ni blancos en su totalidad, las figuras en todo lugar desde el techo hasta los muebles, las gradas en medio de todo no era recta sino curva y los brodes plateados que resaltaban con la luz, simplemente lo dejo sin palabras.

—Toma asiento, traeré té o prefieres café.

—Me gusta el té, gracias.

—Ya vuelvo.

Nathaniel fue por té y un café para él, volvió con las bebidas y vio el trabajo de Marc en la mesa. Era hermoso ante sus ojos: La flor con unos detalles que lo hacían ver real, el manejo de luces y sombras... las joyas por debajo. Todo eso en una escena sangrienta sin color pero bella, le gusto demasiado.

—Te dije, no creo ser "yo" en este dibujo.

—Si no eres tú ¿quién es?

—No creo que sea alguien, creo que es el pasado.

—¿Y quien vivió ese pasado?

—Yo...

—Lo ves eres tú.

—Pero, no lo sé. No lo veo.

—¿Te puedo decir lo que yo veo?

—Sí claro.

—Veo algo tierno, hermoso y muy detallado. Sin color como si se lo hubieran negado. También veo que es valioso pero no es apreciado como las joyas y por ser tan perfecto el viento tuvo envidia y lo terminó derribando.

Marc se quedó impactado por todo lo que dijo Nathaniel, tal vez fue el como lo dijo o cómo veía el dibujo mientras lo decía, pero algo de todo eso hizo que su corazón se ponga nervioso y empezará a desprender feromonas involuntariamente.

Nathaniel olió algo y viendo a Marc pregunto:

—¿Estás bien?

—Si, ¿por qué?

—Creo que estás...—hace una pausa para susurrar —desprendiendo feromonas

Marc se sonroja, y pregunta por el baño. Se paró y corrió en esa dirección. Entró al baño y se sacó la chamarra y los guantes. Respiro hondo.

—No, no, no esto no está pasando. ¿Es mi celo? no, se supone que ya no existe. Tranquilo, solo lavate la cara.

Marc se lavó la cara y se mojó un poco la nuca. Se vio al espejo, pero se vio borroso, retrocedió hacia la tina para después centrarse en el suelo y terminar desmayado.