Capítulo 5

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Marc estaba en su habitación buscando algo para ponerse, entonces entró su mamá.

—La blusa esmeralda está en tu ropero.

—¿Qué?, ah la blusa. Si esa quería, gracias mamá.

—A ver esas marcas —dijo la mamá más liberal del mundo.

—Mamá —dice avergonzado.

—Es broma, pero ¿cómo pasó? se supone que "eso" desapareció.

—No lo sé, pero cada vez que trato de recordar algo... —Sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas. —Esto ocurre, es como si yo mismo me atacara con los recuerdos.

—Tranquilo cariño. Leo, Leo ya es pasado. Centrate en ti. Recuerda el ahora es un regalo por eso se llama presente. Tal vez por eso que llegó Nathaniel.

—Pero yo lo amarre, sin opción.

—Yo creo, que él se amarró solo. Porque si esto no le gustara no se hubiera tomado tantas molestias, ¿no crees?

Dicen que las mamás lo saben todo, es verdad ellas saben todo. Y Marc lo sabe.

—Tienes razón, gracias.

Cuando ambos bajaron de la habitación, su padre los estaba esperando. Claro que notó las lágrimas de su hijo, él sabía porque eran, no era la primera vez que algo así le pasaba a Marc. Solo calló y siguió el paso, sabe que su esposa dijo las palabras correctas y no hace falta aumentar más.

Al momento de entrar al auto de Nathaniel, el señor Anciel quiso entrar al frente, pero su esposa lo detuvo.

—Cariño tú deberías ir atrás conmigo.

—Pero yo...

—No me escuchaste, tú debes ir atrás conmigo.

Sin más, don mandarina, digo el don fue con su señora atrás, dejando que su hijo vaya al frente con Nathaniel. Marc le indico a Nathaniel el camino hacia su hospital, con timidez. Pues su madre y su padre estaban detrás de ellos.

—Marc, ¿qué es esto?

—Qué cosa, mamá.

—Este lienzo es muy bonito.

—Ah, eso Nathaniel me lo regaló. Para poder presentar mi tarea a tiempo.

—Lo sabía, Nathaniel me debes una.

—Sí señora.

Ni Marc ni el padre entendieron nada de lo que acababa de pasar, la señora se refirió a la mentira que Nathaniel le dijo por llamada, pero bueno, ya llegaron al hospital. Era un edificio pequeño, pero por dentro era amplio y estaba con pocas personas, literalmente solo había como dos personas en el pasillo y la recepcionista en el escritorio al medio del pasillo.

—Venimos por una cita con la doctora Dina.

—Está con un paciente ahora mismo.

En ese momento sale de uno de los tantos cuartos, una mujer alta con gafas curvas que combinan muy bien a su look de doctora:

—Marc, hola ya estoy libre pasa.

—Gracias —respondió Marc de una forma tímida.

—¿Pasó algo? no eras tan tímido, la semana pasada.

Marc agacho la cabeza no sabía cómo explicar su situación, la doctora en su intento de buscar respuestas giro a ver a los padres y vio como una nueva persona estaba incluida, supuso que ese individuo era parte del problema. Para que Marc se sintiera cómodo y para que ella misma comprenda lo que está pasando los invito a pasar a su consultorio.

Nathaniel x Marc~OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora