P.O.V. Garu
24 de Octubre
Hemos pasado los casi toda la semana mirando entre las paginas de este cuaderno.
Definitivamente. Algo no esta bien (Aunque tengo que admitir que dibuja muy bien el desgraciado).
Una mitad de la libreta son cosas bastante normales: animales, rostros, paisajes, (muchos) desnudos, etc. Pero la otra mitad eran visiones y escenas de pesadilla, sacadas de la mente de una persona perturbada.
Abyo ahora está cien por ciento convencido de que Dada es un asesino miembro de un culto malévolo. Yo también empiezo a sospechar de él, pero esto no me basta.
Aún así escribí una lista:
✔Extranjero
✔No del todo cuerdo
✔Antisocial
✔Alcohólico depresivo
✖Extraña relación con una pariente
✔Actitudes sospechosas
Y Dada cumple con casi todas las características.
Era de noche y el restaurante ya estaba cerrado. Me urgía hablar con Pucca seriamente así que me dirigí a su casa.
Al llegar el chico castaño (demonios, ya olvidé su nombre) me abrió. Dada también estaba ahí y le aviso a Pucca de mi llegada. No entendí del todo lo que dijo, pero alcance a escuchar “mosca muerta”.
Me volteé para verlo y (otra vez) casi me da un infarto.
Su overol y sus manos estaban completamente cubiertos de algo rojo (ruego a buda que no sea sangre) y llevaba una hoja de metal con picos enorme en sus brazos.
-¿Qué es eso que traes ahí?- pregunté lo más cordial que pude.
-Ah. Una sierra para huesos- respondió.
Por razones obvias me puse nervioso, todas las alarmas de mi cuerpo se encendieron. Mi incomodidad no paso desapercibida.
-Si buscas a Pucca, está en su cuarto- cortó el silencio el castaño.
-Ah si, gracias- respondí y empecé a subir las escaleras.
-Tercer piso a la derecha-.
-Lo sé (¡Imbécil!)- Sentí como Dada me miraba con una expresión nada bonita. Por lo que seguí subiendo.
-¡Dandy!, ayúdame con las cubetas de sangre- Oí a Dada decir mientras subía y me puse todavía más nervioso (¡Cubetas de sangre, por dios!).
Ya ni siquiera recuerdo de que hablé con Pucca, creo que era algo sobre nuestros disfraces de Halloween. Estaba tan asustado que no le puse casi nada de atención, por lo que Pucca se enfadó un poco conmigo.
Cuando al fin me fui pude escuchar a Pucca y Dada nuevamente discutiendo en una lengua extranjera, esta vez alcancé a distinguir un “te lo dije” y un "amiga date cuenta".
En vez de ir a mi casa fui con Abyo para contarle mi “percance” de hoy.
[...]
Alguien tocaba frenéticamente la puerta. Abyo rápidamente abrió al darse cuenta que se trataba de su mejor amigo que se veía bastante preocupado.
-Garu ¿Qué paso?- pregunto preocupado.
-Dude, tengo que decirte. Fui a casa de Pucca y ….- empezó a hablar rápido hasta que Abyo lo interrumpió.
-¡Espera! Yo también tengo que contarte algo, es muy urgente-.
Garu con la cabeza le indicó que siguiera.
-¿Te acuerdas de Cassano? El tipo del Dong King que le coqueteaba a Pucca- Pregunto Abyo.
-Sí, ¿Qué hay con el?- respondió Garu.
-Lleva casi una semana desaparecido-.
A Garu le heló la sangre en ese momento cuando recordó.
“La primera victima de Dian Lehmann fué un tipo que cortejaba a su hermana”.
-Abyo, escúchame-.