El Diario #8

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P.O.V. Garu

28 de Octubre

Hoy empezamos a planear nuestra defensa, más vale estar prevenidos.

Abyo insistió muchísimo en comprar una cámara (La verdad no sé para qué). Razón por la que fuimos a comprarla a la única tienda electrónica que había en la aldea. Acabamos pagando entre los dos la dichosa cámara.

(No olvidar, Abyo me debe 40$)

Luego fuimos a un pequeño supermercado a comprar (según nosotros) equipo para nuestra cacería, ahí nos topamos a Pucca y Ching.
-¡Hola, chicos! ¿Qué hacen aquí?- saludo Ching.

-Preparándonos para cazar a un psicópata- respondió Abyo.
Pucca nos miró raro y a Ching no pareció importarle.

Hablamos con ellas de cosas superficiales hasta que Pucca menciono una fiesta de Halloween a la que asistiría. Desgraciadamente para ese momento ya se habían ido.
Yo y Abyo siendo como somos las seguimos sin que se dieran cuenta (o eso espero) para seguir oyendo su conversación.

-¿Qué es esta “fiesta de Halloween” a la que irás?- preguntó Ching.

-Es en lugar cerca de los muelles. Dada y Dandy van todos los años- respondió Pucca.

-¿Podemos ir yo y Abyo?- volvió a preguntar.

-Lo dudo, recién convencí a Dada de dejarme ir con él- respondió -Además ustedes no son…-.

Justo en ese momento Abyo se tropezó y calló encima de unos frascos.
Lo ayudé a levantarse y nos fuimos antes de morir de la vergüenza.

Ya no podía ir al Goh-Rong después de lo que pasó, no aguantaría tener que volver a ver a Dada. Por lo que Yo y Abyo ordenamos comida a domicilio y comimos en mi casa.

-Es oficial: se acuesta con su hermana, está en alguna especie de culto maligno, ya asesinó a alguien y en unos días matará a alguien más.- dijo Abyo caminando de un lado para otro y tirando algo de su té.

-¿Qué tipo de culto maligno?- pregunté.

-Ya sabes. De los que se reúnen para adorar demonios, hacer sacrificios humanos, cantar y hacer orgías.-

-Entonces tenemos que detenerlos-.

-¿Tienes algún plan?- me preguntó.
En mi mente ya estaba ideando todo tipo de trampas complejas para rescatar a Pucca y atrapar al rubio con las manos en la masa.

-Primero hay que seguirlos, luego nos infiltramos en el lugar, tomamos todas las fotos posibles (mientras más pruebas mejor) dejamos inconscientes a  todos, rescatamos a Pucca y nos vamos. Simple- dije lentamente para que Abyo me entendiera.

Tenía muchas ideas, pero esta parecía ser la más infalible.

Los dos sonreímos y empezamos con el plan.

A veces me pregunto ¿Actuare por amor o paranoia?

[...]

Empezaron trazando dos caminos paralelos en un mapa de Sooga. Así los dos podían llegar al punto en común de forma sigilosa y sin llegar a ser descubiertos, y huir rápido si la situación lo requiere.

Organizaron su “equipamiento”.
Linternas, radios (que Abyo tomó de su padre), un micrófono insertado en el abrigo de Pucca, y la desgraciada cámara que Garu ayudo a pagar.

Garu estaba paranoíco. Si su hipótesis era correcta y no triunfaban, estaría desencadenando un mal mucho mayor.

Todo estaba listo, ahora solo quedaba esperar la noche de Halloween.

O al menos eso pensaban, hasta que Abyo recordó que no había recogido su disfraz (que iba a juego con lo que Ching tenía pensado usar) de la tintorería.

Por lo que Ambos chicos fueron corriendo a la tintorería. 



El Demente De Sooga (Pucca)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora