¿Que sucedió?.
Ellos descubrieron Nuestro Secreto.
Ellos no podían separarnos.
Somos hermanos y Siempre debemos permanecer juntos.
Un Amor abominable es Justo lo que albergaba en Nuestros corazones.
Siento que nací rota... No hay un solo recuerdo de mi infancia que no incluya su presencia. Sin mi hermano a mi lado, estoy segura de que habría sucumbido a la oscuridad hace mucho tiempo., simplemente hubiera atado una cuerda al rededor de mi cuello y dejado este mundo.
Se dice que la base de una familia amorosa y próspera es un buen matrimonio, desde ahí estamos jodidos. Mis padres se casaron por conveniencia, para mantener las apariencias y salvar el apellido.
Mamá nunca tuvo ese sentido maternal con nosotros, no la culpo, sinceramente cuando crecí y la comprendí, me di cuenta que ella era una víctima más.
En cuanto a mi padre, lo recuerdo poco en mis años de infanta, no estaba presente pues se la vivía viajando por "negocios", en realidad eran escapadas con algun amante, cualquier chico joven era la perdición de mi padre.
A medida que ambos crecíamos, la unión de mis padres se deterioraba, mamá comenzó a beber excesivamente y salir a buscar aventuras noche tras noche, nuestro padre comenzó a aceptar cualquier sustancia que sus amigos pusieran frente de él, quien con gusto y sin pensarlo, las esnifaba de inmediato.
Pasábamos días, e incluso semanas solos, nunca conocimos un amor diferente al de hermanos que Tom y yo nos brindábamos.
Si algo tengo que Destacar de ambos es que entre las familias de élite de Londres, los mellizos siempre fueron la sensación.
Pero de los dos, el era el que destacaba más por su belleza, su inteligencia y carisma; No, no le envidiaba, al contrario, entendía por que los demás miraban con asombro a mi hermano, era un ángel, lo es; siempre lo fue.
Su melena rizada rubia era tan perfecta, el sol siempre la hacía resaltar, su tez blanca era perfecta, no estaba pálido, pues de echo ese era mi tono.
Nos parecíamos tan poco.mi cabello era negro, negro como la noche, en palabras de mi mellizo. Mis ojos eran cafés oscuros, comunes y corrientes, a diferencia de los de mi hermano.
Santa madre, aquellos orbes azules que poseía tenían un encanto sobrehumano, desde pequeño supo que si miraba suplicante a cualquier adulto, lo tendría a sus pies de inmediato y cuando creció, solo se dio cuenta que con mirar a alguien podría tenerlo comiendo de la palma de su mano.
Nadie se resistía a él, no podían decirle no, era Perfecto.
Recuerdo un momento específico, a mis seis, en el que me di cuenta, que sin Thomas, yo era el ser más indefenso en el mundo, me aferré a lo único que me hacía feliz, al único atisbó de luz que mi vida tenía, a la única persona que sabía que, pasara lo que fuera, jamás se apartaría de mi, siempre seríamos hermanos.
