Octubre: Platillo

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Parte 10: Octubre

Palabras: 2261

Beteado: princessqueen

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Doce veces tú

~Platillo~

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Las brisas otoñales habían empezado a abrigar las mañanas parisinas. Las calles teñidas de distintas tonalidades rojizas, volaban la imaginación de Marinette que, con una sonrisa, sentada en el Trocadero, lanzaba líneas, curvas y daba forma a sus diseños, esos que durante el mes de noviembre iba a tener que presentar en una de sus clases.

Suspiró, pensando que el año estaba pasando demasiado rápido y las cosas habían cambiado en su vida, con la misma velocidad.

Nunca hubiera imaginado estar enamorada de Chat Noir y que después de todo lo que había pasado, éste aún le correspondiera. Por otro lado, tampoco imaginó descubrir que Adrien estaba enamorado de ella, y que a pesar que haberle dicho que ya no sentía lo mismo por él, ambos estuviesen llevando la fiesta bastante bien, pues el chico seguía siendo muy agradable con ella, incluso había estado en su nuevo departamento el fin de semana, ayudándolo con la decoración del mismo...

Porque ahora, Adrien Agreste era un joven independiente... Bueno, si es que se podía llamar independiente a vivir en un edificio de cuatro pisos, en donde los cuatro departamentos son tuyos, porque es la condición que puso tu padre para dejarte salir de la casa, sin problemas.

Adrien vivía en el tercer piso, su guardaespaldas en el segundo y los guardias de seguridad, que actuaban como conserjes, en el primero. El cuarto piso era el único que permanecía vacío.

Sí... muy independiente.

Pensando en eso, Marinette sonrió, volviendo su mirada a los árboles con tonalidades rojizas que adornaban su campo visual.

La alarma de su teléfono le indicó que ya era hora de encaminarse a clases, así que echó su libreta y estuche de lápices a la mochila, y se puso de pie para marcharse.

...

Cuando terminó la hora de clases, Marinette fue llamada por Adrien quien le mostró una lonchera, con una sonrisa.

—¿Qué traes ahí? —preguntó con curiosidad.

—Nuestro almuerzo —respondió, sin dejar de mostrar el estuche con cierres color negro—. ¿Vienes conmigo?

No podía negar que estaba sorprendida. ¿Adrien Agreste le había preparado el almuerzo?

Wow, eso sí que era algo increíble.

Doce veces túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora