Noviembre: En Ruinas

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Parte 11: Noviembre

Palabras: 2228

Beteado: princessqueen

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Doce veces tú

~En Ruinas~

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Noviembre iba llegando a París, quitando los adornos anaranjados que decoraban algunas tiendas y el ambiente terrorífico que gobernaba las calles con personas que, con un encanto fuera de lo común, disfrutaban de visitar las catatumbas y cementerios a medianoche.

Marinette detestaba todo eso. Las últimas dos semanas de octubre habían sido una pesadilla, pues todos disfrutaban de esas cosas terroríficas, a diferencia de ella que las odiaba con toda el alma. Por eso se había negado a ir con sus amigos a la visita nocturna al museo Grévin y también había rechazado la invitación que sus amigas del instituto le hicieron para ir a las catacumbas.

Prefería estar en la comodidad de su casa, alejada de las cosas que dieran miedo y no tuvieran explicación alguna, aunque estuviera rodeada de seres mágicos que representaban conceptos abstractos.

Ok, quizás esa no era una buena comparación, pero al menos los Kwamis tenían explicación, no como esas cosas de miedo...

No, definitivamente nada de eso era para ella...

Además, ya bastante tenía con los números rojos de su cuenta bancaria. Eso sí que le daba miedo.

¿Cómo haría ahora para comprar la tela del diseño que debía presentar para la pasarela de fin de mes?

Se dio un golpe en la frente contra el escritorio, producto de la frustración que tenía, pues estaba completamente arruinada y no sabía qué hacer para poder conseguir sus materiales.

No podía pedirles el dinero a sus padres, porque justamente ellos habían sido el motivo por el cual estaba en ese estado, ya que les había prestado el dinero que llevaba ahorrado para que hicieran unos arreglos en la panadería e implementar unas nuevas recetas para atraer más clientes. Lo que nunca pensó fue que pocos días después, anunciarían que la gala sería para finales de mes y ya no para mediados de diciembre, como estaba programado originalmente. Eso había echado a perder todos sus planes.

¿Qué podía hacer? Pedir adelantado el dinero de sus comisiones con Jagged Stone era una de las opciones. Otra sería conseguirse una tarjeta de crédito, tal vez... O quizás debía buscar entre las telas que tenía y ver si alguna era buena para el vestido que tenía en mente.

Se levantó hacia un nuevo baúl que tenía en su habitación y empezó a sacar las telas que tenía ahí dentro para observarlas con ojos críticos. ¿Podría hacer algo con ellas?

Doce veces túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora