Distintas opiniones

10.8K 517 125
                                    


       Bajé lentamente hasta la sala de estar, arrastrando los pies a medida que me movía y escuchando las risas y murmullos que venían de la cocina. Margareth me había tocado la puerta hace una hora, diciéndome que iríamos al centro comercial para comprar ropa con Greta; su actitud había sido completamente normal y amable, lo que sólo aumentaba el enojo en que habitaba en mi interior.


¿Tan poco significó el beso para ella que ahora hacía como si nada? ¿Sin ni siquiera hablar conmigo?


        Llegué a la entrada de la cocina con pesadez, y sin el mínimo atisbo de amabilidad pregunté:


- ¿Ya nos vamos?

- Buenos días para ti también, jovencita - contestó Margareth colocando un plato con hot cakes en mi asiento habitual del comedor - Siéntate a comer.

- No tengo hambre - dije seriamente mientras Greta me miraba fijamente, sentada en el mismo asiento de ayer con el celular en la mano.

- Tessa, siéntate a comer y no discutas conmigo, por favor - dijo Margareth con una mueca de cansancio. 

- Te dije que no tengo hambre - repetí claramente viendo como Margareth alzaba la mirada.

- Y yo te dije que te sentaras a comer.

- Está bien, está bien. El ambiente está muy tenso aquí - dijo Greta mirando fijamente a Margareth - Ya déjala, te dijo que...

- A comer. Ahora. - dijo Margareth interrumpiendo a su amiga con seriedad, sin despegar su mirada de mi.


           De mala gana y sin ánimo de recibir un castigo de un persona que no gustaba de mí, me senté en mi silla y comencé a hacer pedacitos el hot cake, sintiendo la mirada fija de Margareth sobre mi.


- Bueno, iré a buscar mi cartera - dijo Greta levantándose de su asiento y saliendo de la cocina, donde se sentía la incomodidad hasta en el aire.

- ¿Qué te sucede, Teressa? - preguntó Margareth con seriedad sin apartar la mirada de mi. 

- Nada - dije secamente viendo fijamente mi plato.

- Teressa, sabes que no me gusta esa actitud, y mucho menos que... - decía Margareth pero yo la interrumpí.

- Disculpa, ¿Si? - dije pedantemente mientras Margareth suspiraba - No lo volveré a hacer.

- Tessa, si estás así por lo que pasó ayer...

- Nada, ayer no pasó nada - dije rápidamente levantándome de mi asiento con molestia, saliendo de la cocina y dirigiéndome hasta mi habitación, pasando al lado de Greta mientras subía la escalera.

- ¿Ya nos vamos? - escuché a Greta preguntar justo antes de entrar a mi habitación, cerrando la puerta con fuerza y  acostándome en la cama.


    Estaba tan molesta que realmente no había pensado las cosas dos veces antes de hacerlas. Es decir, fui grosera desde que me desperté, deje a Margareth hablando sola y azote la puerta; lo que significaba que lo más seguro era que ya estuviera dirigiéndome hasta mi habitación para castigarme.


Demonios ¿Por qué no puedo pensar las cosas bien?


Mommy's momentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora