᳝ ◝ 𓈒 11. escape

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La noche aún no caía sobre Hawkins, pero en el corazón de Max, la oscuridad era más profunda, y Abba no había sabido de sus amigos desde que Nancy y Robbie se fueron de casa de Mike, ya que había puesto su mente y camino en ir a visitar el estado de Eddie Munson, y al esto no darse ese mismo día, espero con su hermano en casa, y el no tener noticias de su grupo le inquietó, sin embargo si algo muy malo habría pasado ya la hubieran buscado, ¿Cierto?

Hoy era el funeral de Chrissy, y no había asistido, más por tema de aceptación y el ayudar a sus amigos, Abba se negaba a ir a donde no tenían esperanza de que su amiga volviera, aunque los demás no supieran lo que estaba pasando realmente.

Mientras Abba caminaba por los callejones, sus pensamientos inquietos la llevaban a un lugar donde las sombras tomaban formas inesperadas.

La preocupación por su amiga Max pesaba en su corazón como un ancla. Aunque el grupo solía enfrentarse a lo sobrenatural, esta vez, algo se sentía diferente. Las luces parpadeantes y los susurros en los rincones oscuros en el fondo de los troncos solo intensificaban su intranquilidad.

En su mente, los pensamientos intrusivos sobre Eddie Munson se entrelazaban con la preocupación por Max. Eddie, era la luz ahora mismo en su andar y querer de jovencita y preocupación que no la dejaba tranquila, pero últimamente, algo le inquietaba. Tenía un mal presentimiento metido entre pecho y espalda, una punzada tras otra en muchos puntos de su cuerpo.

Mientras se adentraba en el bosque, la poca luz que quedaba lanzaba sombras inquietantes en su camino. Un escalofrío recorrió su espina dorsal, pero no retrocedió. Sabía en donde iba a terminar su camino.

De repente, un susurro lejano rompió el silencio de la tarde noche. Su nombre flotaba en el aire como un eco misterioso.

—Abba...— La voz le resultaba familiar, sin embargo ya los sucesos no la dejaban pensar en que escuchar voces o ver cualquier cosa resultara seguro. Antes de llegar a la cabaña buscaba por todo lugar el dueño de esa voz.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca, vio un auto fuera, cerca de donde Eddie se estaba escondiendo, el corazón le empezó a latir con fuerzo, una fuerza en su muñeca la hizo retroceder de inmediato, era Eddie, a quien estaba viendo ahora de frente.

—Tenemos problemas.

Le llevó de la mano todo el camino hasta una bodega, donde dejaron que saliera la luna, preocupados, Eddie tomaba su walkie-talkie y le hablaba en una preocupación seria a Dustin, el cual al no responder, encendió todas las alarmas mentales de Abba.

—Saldré yo. — Se ofrece la rubia.

Eddie sintió como su estómago pudo caer a sus pies, se acercó a ella y la tomó por el rostro.

—No, no te pondré más en peligro.— Miraba una y otra vez a su alrededor, buscando alguna ayuda que pudiera sacarlos de ahí, nada más que un bote viejo con notables grietas. —Ayúdame.

Ambos soltaron las cuerdas y su nuevo transporte ya estaba listo para salir al agua, lo empujaron y para guardar silencio, Eddie solo usó un remo, lo cual no los estaba llevando muy lejos que digamos, a la velocidad que quisieran. El motor no era una opción m, al menos no por ahora. Abba y Eddie intercambiaban miradas nerviosas mientras maniobraban el bote con manos temblorosas. La única luz provenía de la luna oculta tras nubes densas, lanzando sombras que parecían moverse con vida propia. Abba apretó los dientes con frustración, sintiendo el pulso acelerado en su garganta.

— ¿Por qué no va más rápido?—, susurró entre dientes, tirando del remo con cada vez más fuerza y cansancio. Cada segundo contaba ahora que sabían que Jason podría aparecer en cualquier momento.

Eddie, agachado sobre otro remo débil de madera, luchaba por mantener el equilibrio mientras el bote zigzagueaba en el agua apaciguada.

—No lo sé, demonios.— respondió con voz tensa, sus ojos escudriñando el horizonte en busca de señales de peligro.

En el fondo se escuchó un grito, una voz que Abba conocía perfectamente.

— ¡Oye Friki!

El motor parecía gemir de esfuerzo mientras Eddie lo presionaba al límite. El bote cortaba el agua con una determinación que solo la urgencia puede impartir. Cada metro ganado era una victoria frágil en su carrera desesperada por escapar. Cuando Jason se sumergió en el agua y le siguió su amigo, supo que tal vez estaban perdidos, los metros que le distanciaban eran nada.

El latido del corazón de Abba resonaba en sus oídos mientras el bote parecía no cobrar vida propia bajo sus manos sudorosas, seguía remando hasta que Eddie tomó sus manos para quitarle el remo.

— ¡No te acerques! — Gritaba.

— ¡Jason basta, no sabes lo que haces!

— ¿Lacy? — Se escuchó Jason desde el agua, su tono era y se sentía hasta traicionado. — ¡Vamos Patrick, ya casi lo tenemos!

El aire estaba cargado de tensión mientras se esforzaban por mantenerse a salvo de los ojos acechantes de Jason y Patricio. En medio de la oscuridad, un silencio estaba empezando a gobernar.

De repente, la respiración de Eddie se detuvo en su garganta. A lo lejos, una figura oscura flotaba inmóvil, apenas visible en la penumbra. Abba apretó los puños, su corazón latiendo desbocado en su pecho.

—Es Patrick—, murmuró con voz temblorosa, incapaz de apartar la mirada de la escena inquietante que se desarrollaba ante ellos.

El silencio descendió como un manto sobre el bote mientras se mantenían a la misma distancia de ellos, donde el agua parecía que se había tragado al amigo de Jason. El agua sonaba suavemente contra los bordes del bote, agresivamente, como si tratara de decirles algo. El silencio era tan denso que casi podían oír el latido acelerado de sus propios corazones resonando en sus oídos.

Patrick parecía estar suspendido en el tiempo y el espacio, como si el agua misma lo hubiera absorbido en su letargo. Abba sintió un escalofrío recorrerle la espalda mientras observaba cómo Eddie extendía una mano temblorosa hacia el agua, como si temiera que cualquier movimiento pudiera romper el delicado equilibrio del momento.

Y entonces, como si despertara de un sueño profundo, Patrick salió disparado del agua con un grito estrangulado. Su cuerpo flotaba ahora en el mismísimo aire, sus extremidades se retorcían y quebraban en movimientos espasmódicos y grotescos. Abba sintió un grito atrapado en su garganta mientras el terror se apoderaba de ella, su mente incapaz de procesar la brutalidad de lo que estaba presenciando, estaba pasando de nuevo, lo mismo que había visto en casa de Eddie cuando se Vecna se había apoderado del cuerpo de Chrissy.

Eddie retrocedió con horror, sus ojos reflejando el mismo terror que se reflejaba en los de Abba.

El recuerdo de Chrissy, su amiga querida, flotando en el agua con los mismos movimientos grotescos y desgarradores, se apoderó de Abba como una garra helada en el corazón. Eddie había caído al agua de la conmoción, llevándola con él, seguía aquella escena donde ella no podía tomar suficiente aire, y al final, cuando el cuerpo de Patrick había caído al agua, su cuerpo entero se había adormecido.

—Eddie, Eddie vámonos. — Es lo único que pudo decir antes de que su cuerpo se sintiera llevado por las manos de Eddie con fijación a la orilla.

MATERIAL GIRL Ꮺ eddie munsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora