A White Suit -Minyeon-

El Trato De Minnie

Después de dejar a Miyeon con Yuqi, fui a la parte de atrás donde Elkie me estaba esperando. Estaba con otras dos personas, a las que reconocí como Seunghee y Yujin. Ellas estaban en el fondo, para garantizar la seguridad de Elkie.

— ¡Minnie! —Elkie se puso de pie y me abrazó—. Ha pasado mucho vieja amiga, ¿cómo estás?

— Estoy bien, Elk, ¿y tú?

— Estoy genial, así que hablemos de ese trato —Elkie se sentó y dio unas palmaditas en el asiento junto a ella. Miré a Seunghee que estaba ocupada con Yujin.

Me senté junto a Elkie, quien me sirvió una copa. Chocamos nuestros vasos antes de tomar un trago—. Entonces, quería discutir contigo sobre un posible acuerdo con los territorios.

— Ah, sí, por supuesto. ¿Qué estás pensando?

— Seungyeon quiere un territorio en el noreste, ¿verdad? Puedo dárselo siempre que todas cooperen conmigo. El territorio será suyo pero también será parte del mío, al igual que Soojin y Soyeon —Expliqué.

— Seungyeon querrá dinero —dijo Elkie.

— Y lo discutiré con ella entonces.

— Probablemente querrá al menos más de diez millones de wons de ti, Minnie —declaró Seunghee mientras se acercaba y se sentaba junto a Elkie—. Después de esto tendrás que lidiar con Yeji, ¿verdad?

— Ah, Yeji puede llegar a ser una molestia —dijo Yujin mientras se sentaba junto a Seunghee—. Sin embargo, por el precio correcto, ella cooperará.

— Escuché que quiere apoderarse de todos los suburbios del oeste, es decir, el territorio de Soojin —recordó Elkie—. Aún así, apuesto a que puedes hacer un trato con ella.

— Está bien, suena bien. Hablaré con Seungyeon entonces —Dejé mi vaso y me levanté—. Me alegro de verlas a las tres.

— Igualmente —Dejé la parte de atrás y regresé con Miyeon.

— Entonces, ¿Supongo que Yuqi hizo un buen trabajo?— Le pregunté a Miyeon.

— Sí, ella me enseñó todo sobre ellos —Miyeon me lanzó una sonrisa.

Nos despedimos y nos fuimos, saliendo de la discoteca. Miyeon bajó la cabeza mientras nos acercábamos a la entrada y noté que Soyeon nos miraba. Sabiendo que Miyeon estaba un poco nerviosa con Soyeon, le mostré a Soyeon el dedo medio antes de irme.

Subimos a mi Ferrari negro y nos dirigimos a uno de mis apartamentos.

— Soyeon no te va a hacer nada Miyeon —le aseguré mientras colocaba mi mano en su muslo—. No tienes que preocuparte por nada.

— Lo sé, solo que es difícil olvidar que alguien mató a otra persona.

— Acostúmbrate cariño.

— ¿Qué es lo que tú-? —Miyeon me miró cuando llegamos a un semáforo en rojo. Me volví y me acerqué a ella, hasta que estuvimos a centímetros de distancia.

— Debemos matar para ganar la paz. Así es como funciona, no solo en esta ciudad, sino el mundo entero —Retrocedí cuando el semáforo se puso en verde y seguí conduciendo como si nada hubiera pasado.

Estuvimos en silencio hasta que llegamos al edificio de apartamentos. Caminé detrás de Miyeon, especialmente porque había un bar cerca del apartamento y no quería que nadie viniera detrás de ella. Una vez dentro, caminé a su lado y entré en el ascensor, subiendo al quinto piso. Cuando ya habíamos llegado al piso, continuamos hasta la última puerta. Abrí la puerta y dejé entrar a Miyeon primero.

— Es agradable... —Murmuró Miyeon antes de dejar escapar un bostezo.

— Hay dos dormitorios si quieres tomar uno, también puedes tomar prestada algo de mi ropa para pasar la noche —le expliqué mientras entraba al dormitorio principal y abría el armario.

— ¿Así que ahora quieres dormir por separado? —Miyeon revisó mi ropa y eligió unos pantalones cortos y una camiseta.

— Quiero decir, pensé que tal vez no te sentirías cómoda ya que realmente no has dicho una palabra hasta ahora.

Miyeon se rió—. Solo estaba cansada Minnie, déjame cambiarme, y luego podremos terminar la noche —Asentí con la cabeza en respuesta mientras Miyeon entraba al baño. Me puse unos pantalones deportivos y un sujetador deportivo.

Me metí en la cama cuando Miyeon salió, metiéndose en la cama a mi lado. Estaba en mi teléfono mientras ella me abrazaba, apoyando su cabeza en mi hombro.

— ¿Por qué no me confías un teléfono? —Miyeon me preguntó.

— Estoy trabajando para conseguirte uno de los más nuevos —respondí mientras enchufaba mi teléfono antes de apagar la lámpara—. Vamos a dormir Miyeon.