Miss. Park Jihyo

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Vine sola. Soojin y Soyeon se quedaron juntas en el auto. Entré con Tzuyu, quien me llevó a una habitación en el piso de arriba, donde una mujer, Park Jihyo, estaba sentada junto a una mesa. Habían cartas ordenadas como si estuviera jugando póquer, lo que parecía ser cierto cuando Tzuyu se sentó en la silla opuesta.

La tercera silla estaba vacía y Tzuyu indicó que me sentara.

— Entonces tú eres Yoon.

— Sí, lo soy.

— ¿Quieres jugar? —Preguntó Jihyo. Negué con la cabeza—. Muy bien, querida, continuaremos más tarde.

Tzuyu asintió y se levantó, saliendo de la habitación—. ¿Sabes exactamente por qué estoy aquí?

— Hwang quiere territorio alrededor de los suburbios del Oeste. ¿Cuánto era?

— Cinco millas de ida y vuelta —respondí.

— Ya veo —Jihyo miró alrededor—. ¿No venían otras dos mujeres contigo?

— Están esperando.

— Supongo que Yeji estaba demasiado ocupada para venir —dijo Jihyo—. Ella ya lo ha intentado antes y ha fallado, así que entiendo por qué te dejó a ti lidiar con esto.

— ¿Ella ha venido aquí antes?

— Sí, cuando nuestros desafíos eran diferentes. Los cambiamos de vez en cuando.

— ¿Y qué hay del trato?

Jihyo no respondió al principio—. Tres millas y media o no hay trato.

— No sé cómo respondería Yeji a eso, ¿te parece una llamada telefónica?

Jihyo asintió y saqué mi teléfono, buscando el contacto de Yeji. Marqué y lo puse en altavoz, dejándolo sobre la mesa.

— Lee hablando

— ¿Dónde está Yeji? —Yo pregunté.

— Ocupada.

— ¿Qué tan ocupada? —Jihyo preguntó esta vez. En lugar de contestar, se escucharon algunos murmullos antes que surgiera otra voz.

— Ocupada como recién terminando, habla Hwang Yeji —dijo Yeji.

— Jihyo quiere discutir el trato.

— Estoy escuchando —dijo Yeji.

— Tres millas y media a la redonda o no hay trato para ti.

— Cuatro y media.

— Cuatro —dijo Jihyo—. Es definitivo.

— Hmm... trato.

— Muy bien, espero que nos visites en un par de días.

— Lo haré, ¿cómo suena el sábado por la noche?

— Genial —dijo Jihyo. Ella asintió con la cabeza y colgué, viendo que ambas ya habían terminado de hablar—. Parece que fue una pérdida de tiempo venir aquí.

— Es bueno salir un poco de mi propia ciudad.

— Apuesto a que lo es.

Me puse de pie—. Bueno, por mucho que me gustaría quedarme, debería irme.

— Bueno, fue un gusto verte Minnie —Jihyo se puso de pie y me estrechó la mano.

— A ti también Park, tal vez podríamos quedar para almorzar algún día.

— Suena bien.

Comencé a caminar y miré hacia atrás para ver a Jihyo y Tzuyu hablando, para que después una mujer con cabello rubio saliera y envolviera sus brazos alrededor de la cintura de Jihyo.

— ¿Todo listo? —Preguntó Soojin.

— Sí, vamos.

A White Suit -Minyeon-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora