La Salida

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-Creo que esta conversación debería quedarse para otro momento.-susurro.

-Ya lo sé. Pero era por si no nos volvíamos a ver.-responde.

Nos acercamos despacio a un agujero enorme que hay en la pared que por cierto, no nos habíamos dado cuenta de que estaba ahí desde el principio.

Nos metemos dentro y observamos que el camino se divide en dos; ahora hay dos caminos.

¿Por cuál vamos? ¿Será ese el siguiente enigma?

-No hay pistas. Sólo hay dos caminos. Ni siquiera un símbolo o un garabato que los identifique.-dice él, apagándosele la voz.-Creo que nos deberíamos dividir y seguir un camino cada uno...

-¿Qué? No, ¡no!- grito.-¡Eso no es una solución! Debemos mantenernos unidos...

-Hann, quiero que me escuches atentamente...

Me empiezan a resbalar las lágrimas por los ojos. Los dos sabíamos que habría un momento en el que no podríamos continuar juntos. Pero él sigue hablando, mirándome con expresión de lástima. Y mis lágrimas no le frenan.

-Puede que en cuanto entremos por ese camino, no podamos volver a salir. O puede que cojamos el camino correcto.-dice.-Pero ambos sabemos, que si hay dos caminos, es para separarnos. Quieren hacer esto porque nos querrán evaluar por individual para ver si salimos solos con vida. No sé si te habrás dado cuenta, pero este sitio es muy cruel, Hann. O lo hacemos y seguimos sus normas o...-hace una pausa.-...morimos.

No me deja decir nada más. Sólo me besa y mientras siento que todo a mi alrededor da vueltas del marrón en el que me he metido; él se empieza a alejar y toma el camino de la derecha.

Yo me dirijo al de la izquierda. Me paro justo antes de entrar y me seco las lágrimas. Una vez estoy armada de valor, entro cómo si nada hubiera pasado.

El camino se va estrechando a cada paso que doy, hasta que éste alcanza la forma de un túnel.

Así que voy avanzando por el túnel y llego a una especie de final de camino.

Es cómo un círculo en el que sólo hay una balanza en el centro. Medirá cómo un metro de altura y, yo me paro a examinarla.

Está desequilibrada. En el más pesado de los platillos, hay un cuchillo con sangre y, en el otro platillo... nada.

Está vacío. Pero, tiene un grabado en el fondo de éste mismo:

"Tan peligroso como un cuchillo..."

¿Qué puede ser tan peligroso como un cuchillo?

Abro la mochila que he llevado todo el rato a los hombros. Hay unas cerillas, una navaja, una manta...

Pruebo a colocar la navaja en el otro platillo para que se equilibre. Pero, ni siquiera se mueve un poco. Necesito algo más pesado que sea tan peligroso cómo un cuchillo.

Busco por el túnel y no encuentro nada. Pruebo a colocar la mochila entera en el platillo de la balanza, pero ésta sigue sin moverse.

¿Qué puede ser algo tan peligroso cómo un cuchillo?

Entonces, lo veo.

La persona que lleva el propio cuchillo, es tan peligrosa como éste.

Dejo la mochila en el suelo y me siento en el platillo de la balanza y, de repente, se equilibra.

La cueva parece moverse y se abre otro agujero en la pared. Lo he conseguido.

A demás, espero que le vaya bien a Jake... Me moriría si le pasara algo...

Estás MuertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora