Desperté al sonido de baila esta cumbia de Selena, a mi vecina le encantaba limpiar con la música a todo volumen.
Bajé al olor de huevitos con chorizo que mi mamá acostumbra de preparar. Mi papá ya no estaba. Como de costumbre
-¡Buenos días cariño!- Mi madre me sirve un poco de huevo con frijoles y una tortilla de harina encima para que no se enfríe la comida, mientras, yo tomo mi lugar en la mesa.
-Duermes mucho hermana- Dijo Felicia, mi hermanita.
-Que le valga verga vieja chismosa- Contesté en un tono burlesco, disfruté muy poco mi sentimiento de superioridad, porque mi mamá no dudó en darme un fuerte zape, que hasta escupí un poquito de chorizo.
-No ande de hocicona- Espetó mamá.
Rolé mis ojos y me dispuse a continuar desayunando.
-Hija, tu padre ocupará tu ayuda en el negocio, ¿puedes empezar hoy?
-Mamá, sabes que no me gusta ir a ese lugar, ¿no puede ir alguien más? Mi hermana ya le puede ayudar a mi papá.
-Felicia tendrá su verano ocupado, ya sabes lo que dice la chaviza ahora, "llega el verano y las manos en el ano", ¿sabes? Creo que deberíamos agradecer a la pachamama. De cualquier manera, arréglate, tu papá te llevará hoy.
Por un momento pensé en hacer un gran berrinche, pero mi mamá no tiene la culpa. Subí a mi habitación y tomé una ducha.
Después de unos 40 minutos estaba lista, mi papá solo tardó un poco más para poder estar listo, a veces me pregunto cómo puede llevar el peluche durante todo el día, por mi parte y decidí ponerme un short y una playera.
Mi señor padre es dueño de la Arena Coliseo de Lucha Libre, la verdad yo no me involucro mucho, solo sé que me intimida estar en ese lugar.
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