Toloaches, Mezcalez y Romances

Mucho que ofrecerte.

No tengo mucho que ofrecerte, quizá pueda escribirte un par de poemas que sonarán ya algo desgastados, tal vez voy a pensarte mucho, pero siendo tú, estoy seguro que alguien más ya lo hizo. No sé nada de para siempres o de planes tontos que al final nunca se cumplen, me gustas hoy y probablemente mañana también, aunque no podría apostar por ello. No puedo llevarte a grandes restaurantes, ni decirte que conmigo vas a darle ochenta vueltas al mundo, siendo sincero, tampoco canto bien y dibujo semejante a que si lo hiciera con los pies. Existen muchos otros cabrones mejores que yo, algunos son buenos tipos, algunos sólo te quieren coger y no te culparía si un día te cansas de acampar en mi pecho, abres tus alas y vuelas a otros cielos, porque quiero verte contenta por encima de todo. Verás, no tengo mucho que ofrecer, algunos sueños que me encantaría colgar de tus cabellos, unas risas de desayuno y otras más para la cena, un cheque en blanco válido para repararte las tristezas y cupones de descuento en besos y abrazos. En serio, no tengo mucho, a lo mejor escuchas por ahí que soy buen muchacho, pero si aún así decides quedarte, créeme, lo tendría todo.