Toloaches, Mezcalez y Romances

Facha de cabrona.

Para ser honesto tengo un poco de miedo de enviarte un mensaje, principalmente porque estás a reventar madres de guapa y en segundo porque seguro has escuchado que ya no existen los buenos tipos. Te entiendo, porque apuesto a que ya hubo otro wey que te mando poemas y después de cogerte dejó de responder los mensajes con la misma urgencia, hasta que no lo hizo más. Ya sé que por lo menos una vez te has preguntado si hay algo malo contigo, porque has perdido la cuenta de las noches que has terminado llorándole a la almohada ahogada entre dudas e inseguridades. Por eso no te culpo por la facha de cabrona que llevas, que ahora prefieras las resacas que los corazones rotos, que las canciones para dos las bailas sola y que te da exactamente lo mismo si tienes que hacerte el amor todo el año, aparte, verte tan tuya te queda de puta madre. Por eso me cago de miedo al pensar en mandarte mensaje, porque en definitiva tú no serías para un par de semanas y un par de mamadas, tú serías para un par de vidas y un par de eternidades, y eso, si el universo y la suerte me sonríen tantito.