Conocí a una morra de esas que a los ojos correctos están bien pinches preciosas, alma de colores pastel, sonrisa floreada de lado a lado, mejillas rojas, ojitos de pueblo, con sabor a magia, estrellas y suerte. Conocí una morra que siempre veía el lado bueno de las cosas, que bailaba con las desgracias, que quería cambiar el mundo a carcajadas, que abrazaba tan lindo que era capaz de coserte los agüjeritos en la felicidad.
Conocí a una morra que no le importaba tanto arreglarse, que prefería dormir una hora más a levantarse temprano a pintarse, que se sentía hermosa a cada puto segundo del día, que nunca combinaba su ropa y usaba suéteres gigantes.
Conocí a una morra que estaba tan loca que te contagiaba las ganas de conquistar el mundo, que al verla veías venir la catástrofe, que no le importaba brincar los charcos o quedarse platicando en la banqueta hasta la madrugada.
Conocí una morra que soñaba más de lo que hablaba, que leía más de lo que comía, a la que todo lo que cabía en su pequeña bolsa, que miraba las nubes pa' encontrarles formas, que caminaba sin pisar las rayas y era fanática de los viajes de imprevisto.
Conocí a una morra tan libre que asustaba, que ya no quería perder su tiempo con imbéciles y pelafustanes, que había perdido el miedo a estar sola, que si quería chocolates, poemas o cartas, ella misma se las regalaba. Conocí a una morra de esas que cantan con los pajaritos, que les dicen salud a los perros cuando estornudan, que siempre olía a tierrita mojada y canela, y carajo, a lo mejor no era tan bonita, pero cada día traía el alma bien peinada.
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Toloaches, Mezcalez y Romances
ŞiirEste libro esta diseñado para dedicarle esos hermosos poemas a esa pequeña persona que quieres mucho y te inspira hacer mejor persona cada día...