Toloaches, Mezcalez y Romances

Un solecito

Hoy tuve ganas de escribirte un poema, porque no tengo la certeza de cuando fue la última vez que alguien lo hizo, y si te gusta, podría hacerlo costumbre de cada martes, de cada miércoles o de cada jueves. No busco convencerte de que a mi lado la dulzura va a sobrarte, sólo quiero que sepas que tus ojos de gitana, tu cabello salvaje, tus lunares en el rostro y los centímetros de tu sonrisa me parecen lo más perfecto que he visto. Si yo no te gusto no pasa nada, que tampoco es a fuerza la cosa, dejaré la puerta emparejada y si te apetece puedes entrar, quitarte los zapatos y los miedos, prepararnos hot cakes y maicena de vainilla, sentarnos en la mesa y pretender que somos amigos que se cuentan la vida. Hoy tuve ganas de escribirte un poema, y no quise quedarme con las ganas, pero tampoco te me asustes, que esto nomás es por si estás teniendo un día muy jodido o una semana de la chingada, y en momentos se te olvida, que tarde o temprano lo malo pasa y que volverás a ser un solecito andante.