Meses y luego algunos años después.
Su amistad creció, al igual que tomo distintos cambios.
Tweek era más valiente, fuerte y capaz de hacer lo que se proponía.
Craig era menos anti social y se abría un poco más con las personas.
Ambos contaban con un grupo de amigos en específico, quienes eran Token y Clyde.
Sus edades y pensamientos también cambiaron, distintos intereses de cada uno se formaron, como el de Tweek por la repostería y el de Craig por los cuyos, sin embargo, ambos sabían que existia algo que no cambiaría.
Su necesidad de uno por el otro.Y es que, todo el tiempo que se tuvieron juntos, Tweek desarrollo una necesidad por proteger a Craig, y Craig la necesidad de mantenerse cerca de Tweek.
Ambos seguían unidos, y eso para ellos estaba bien, claro, no se descartan las muchas peleas que tuvieron en todo ese tiempo, peleas algunas veces muy fuertes, pero aún así, ellos terminaban juntos, como una clase de magia o maldición.
— Viejo, que yo sepa llevas así dos años, y se conocieron hace cinco— Contestaba con cansancio el castaño a su amigo blondo— Si de verdad quieres hacer un cambio, solo dile lo que sientes.
Lo que el sentía.
Estaba enamorado de su mejor amigo desde hace dos años, aproximdamente en halloween, cuando Tweek lloro porque no encontraba la calabaza con los dulces que recolecto toda la noche, y Craig cambio su actitud fría a una cariñosa solo para consolarlo besando su frente y compartiendole sus dulces.
O talves fue antes, mucho antes de que confirmara sus sentimientos, el ya de por si sentía una inexplicable inestabilidad con cierto grado de atracción cerca del ojiazul.
Quien sabe.
— Si me rechaza nuestra amistad será incómoda, como en las películas.- Respondió este dándole una mordida a su sandwich— No quiero una amistad incómoda.
— Escucha, tienes más las de ganar que las de perder— Interrumpió el moreno, quien también estaba presente, al tanto de la situación— Piénsalo, Craig te adora, es más amable contigo, van juntos a todos lados, te cuenta cosas solo a ti, y no me refiero a lo que hizo el fin de semana, si no cosas más íntimas, pero sobre todo, no habla de chicas frente tuyo.
— Porque cree que soy maricon, y como es estúpido cree me puedo incomodar— mordió nuevamente el sándwich, con mucho más desgano que antes.
— Pero de verdad eres mari-
Clyde fue interrumpido por un codazo dado por el moreno.
— O, porque no quiere que pienses que él está interesado en ti, talves a el ya le gustes, y no lo sepas— Respondió este, fulminando con la mirada al pequeño de orbes marrones.
Eso último le dió un aire de esperanzas al blondo, Craig enamorado de el.
— Puede que lo intente, puede— Sonrió de lado.
— Si le dice que no me debes 10 dólares— Apresuró en decir el a su amigo de orbes miel, quien nuevamente lo miro mal.
— Tu no tienes remedio— Nego con la cabeza— . . . 15 a qué si— Contesto agachando la mirada algo avergonzado por apostar sobre un tema delicado frente a su amigo.
— Hecho— Concluyó el castaño palmeando el hombro del contrario.
— No se porque carajos son mis amigos— Soltó indignado Tweek.