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Eran las ocho de la noche, y el se encontraba sentado en una mesa de la cafetería Tweak Bross junto con su ex novio.

— Y como te ha ido?— Pregunto el blondo mientras daba un mordida al postre.

— La última ves que comimos algo juntos fue pastel— Menciono algo desorientado el azabache.

— Oh, quieres hablar de eso?, bueno, hablemos de eso— El más pequeño esbozó una pequeña sonrisa comprensiva.

— Perdón, no estaba escuchando— Dijo Craig poniéndose nervioso— No tenemos que hablar de eso.

— Está bien, no me molesta Tucker— Respondió sonriendo nuevamente.

— Me llamo Craig, porque ahora soy Tucker?— Pregunto el ojiazul extrañado.

— Ah perdón, parte de la estúpida terapia— Dijo el rubio restándole importancia— Craig, de que quieres hablar?— Cuestiono retomando el tema.

— Yo, en realidad solo vine a ver cómo estabas— Agachó la cabeza.

— Pues estoy muy bien, al decir verdad— Tomo un sorbo de café— Tu cómo estás?

No supo que responder, decir bien sería mentir, aún más, nunca se sintio tan mal en su vida, ningún dolor se comparaba con no tener nada del rubio.

— Yo... — Arrastró la voz.

De pronto alguien entro a la cafetería, un chico alto de piel blanca, traía puesto un poleron gris, sus ojos tenían pequeñas líneas negras bajo estos y un peculiar mechon rojo teñido en su cabello oscuro resaltaba del resto.

— Hola bebe— Mostró una sonrisa— Vengo por mi café y mi novio disponible.

Su mirada cayó en el ojiazul.

— Quien es ese?— Cuestiono el de mechon rojo buscando la respuesta en los ojos del rubio.

— Pete— Tweek lo miro como las madres miran a sus hijos por decir algo inapropiado.

— Que? Oh vamos— El rubio seguía con los ojos puestos sobre este.

— Bien bien, hola extraño, como te llamas?— Pregunto algo irritado el chico gótico al ojiazul.

— Craig— Respondió sencillamente.

Estaba congelado.

— Okay, pues, soy Pete como ya viste— Cogió la Magdalena del blondo y le dió una mordida— Soy el novio del chico que está apunto de quejarse.

— Porque demonios siempre haces eso?? Joder, consigue tu comida— Solto molesto el ojiverde arrebatándole el pastelillo.

— Son novios?, Estás saliendo con el?— Dijo el moreno incrédulo.

Un nudo en la garganta se hizo presente en este, lágrimas amenazaron con salir.

— Si, salgo con este idiota, y la verdad no sé ni para que me molestó— Bufo algo enojado, dejando escapar una pequeña sonrisa— Siempre se aprovecha de que manejo una cafetería.

— Y como no aprovecharme?—Soltó ofreciéndole un pequeño beso en la frente.

— Umh ... creo que ya es tarde— Murmuro el ojiazul esquivando la mirada— Mejor me voy.

— Tan pronto?— Miro extrañado el rubio— Pete amor, puedes esperar en el auto unos minutos?

— Me estás diciendo que mi novio tendrá una conversación íntima con alguien que acabo de conocer?— Cuestiono el pelinegro con un tono acusador sarcástico.

— Exactamente eso— Sonrió el ojiverde.

— Bien, pero tendrás que recompensarme— El gótico cogio la Magdalena de Tweek— Esto es parte de la recompensa.

Dijo finalmente y se fue, no sin antes decirle adiós a Craig.

— Ahora si— Supiro el ojiverde— Es muy obvio que te incomodaste— Sonrió apenado.

— No crei que tendrías novio— Soltó sin mirarlo.

— Yo tampoco crei llegar a tener uno— Agachó la mirada.

Un silencio reflexivo se hizo presente.
Ambos pensaban en ellos.

— Craig porque viniste?— Pregunto nuevamente el blondo.

El contrario solo derramó algunas lágrimas sin quebrarse.

— Supongo que... de alguna forma aún crei....  ya sabes... — Respondió con una sonrisa minima.

Más silencio, una pequeña brecha entre su pasado y lo que son ahora fue abierta nuevamente.

— Temí que te ocurriese algo— Tweek cubrió sus ojos con ambas manos, apoyando los codos sobre la mesa— Estaba muy preocupado por ti.

— He estado mal, todo este tiempo— Pequeñas lágrimas se resbalaron por sus ojos.

El ligero llanto del rubio se escuchaba por toda la cafetería, cosa que hacía que el azabache llorara más.

— Perdón— Dijo con la voz rota— Perdón por irme, pero no me arrepiento— Su llanto se intensifico.

— Lo se— contesto el ojiazul con la voz quebrada— Yo te hice daño, está bien.

— Eres importante para mí— Dijo el rubio despegando las manos de sus ojos.— Te amo Craig.

El moreno quedo en silencio unos segundos, pero luego sonrió de forma triste.

— También te amo Tweek— El blondo regreso a cubrir sus ojos.

Cuando de repente sintió unos brazos envolverlo, no cuestiono nada, simplemente pego su rostro al pecho del contrario y busco consuelo en sus latidos.

Ambos tenían muchas cosas que decir, palabras dolorosas, súplicas y suposiciones que no cambiarían la historia, pero no importaba, porque ahora ambos sentían el calor del otro.

Tweek lejos de Craig entendió que su felicidad dependía de él mismo, que su tristeza podía desaparecer.

Que las personas valientes afrontan el problema, toman decisiones fuertes con dolor y las asumen porque buscan sanar, buscan su felicidad.

Tweek aprendió que lejos de Craig podía ser feliz.























Craig aprendió lo que es el karma.



































Tweek era como un ángel, tan hermoso, tan amable y gentil, dispuesto a entregarle su vida porque lo amo como nadie jamás podría amarlo.











































El no merecía tenerlo.

Angel Lost [ creek ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora