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Los días pasaron y meses nuevos llegaron, su relación había vuelto a ser la habitual, pero a su ves, diferentes pensamientos crecieron a raíz de estos.

Tweek ignoraba el inminente echo de que su pareja lo engañaba, es mas, ni si quiera acercaba su mente hacia esa idea.
Una negación.

Craig sabía que Tweek lo sabía, y era conciente de que esté no haria nada, una pequeña confianza cómplice nació, dándole la libertad a Craig de salír con excusas menos elaboradas cada ves más.
Un acto cruel.

A pesar de todo esto, muy en el fondo ambos compartían aquello que los mantenía atados, el sentimiento de necesidad de uno por el otro.

— Tweek iré a correr— Dijo antes de salir por a puerta

Su vestimenta era casual.

El azabache lloraba horas en los baños de sus amantes. El sabía que su novio no se merecía esto, el sabía que lo que hacía estaba mal.

No quería acostarse con Tweek, no le era sexualmente atractivo su cuerpo, pero disfrutaba de su compañía, caricias, besos y dulces palabras de afecto.

No podía volver a imaginar una vida sin el rubio a su lado, pero tampoco podía imaginarse criando una familia juntos.

Que estaba haciendo con todo esto?
Que estaba haciendo con Tweek?

El ojiverde por su parte se empeñaba por hacer absolutamente cualquier cosa que lo matuviese distraído.

En la universidad las cosas le salieron mal, el estres de su relación lo hizo caer en una pequeña depresión, y al cabo de unas semanas después, el abandono sus estudios.

Jugaba videojuegos, limpiaba, preparaba pastelillos, leía muchos libros, veía series por montón. Cosas que parecían medicina para su dolor, solo alargaban sus problemas para después, dónde algunas noches de tristeza su pareja no se molestaba en venir.

Que estaba haciendo con todo esto?
Que estaba haciendo con el?

Su vida a menudo pasaba ante sus ojos, desde que conoció aquella tarde de invierno a Craig, cuando jugaban a los piratas espaciales, cuando iniciaron su relación, cuando se besaron por primera vez.

El chico de piel blanquesina se había convertido en una triste sombra de lo que fue.

Y su novio en un triste hombre que lastima, llora y se lamenta, para luego volver a hacer lo mismo.

— Hola— Dijo el azabache sin levantar la cabeza.

No tenía el valor de ver a su pareja a los ojos, no podía.

— Hola— Contesto el rubio con el mismo tono monótono.

Este por el contrario lo miraba fijamente, como esperando algo.

— Como estás?— Pregunto el ojiazul.

Ninguno se movía, ambos estaban parados frente a la puerta, eran las doce y el rubio fue a la sala con la intención de apagar las luces, pero se encontró a Craig llegando.

— Mal— Contesto el rubio con simpleza.

El más alto quiso acercarse, pero su culpa le impedía hasta respirar, nadie dijo nada por unos minutos.

— Tu cómo estás?— Pregunto Tweek girando la mirada.

Ambos se veían destrozados, con el ambiente pesado y silencioso ninguno sabía exactamente qué decir, Craig se limito a llorar en silencio.

— Mal— Dijo lentamente con la voz rota.

El blondo quien también lloraba se acerco para acurrucarlo en sus brazos y besar su frente.

— Odio esto— Acarició sus cabellos.

— Perdóname— Se aferró a este.

Angel Lost [ creek ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora