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Han pasado un año y cinco meses desde que Tweek se fue.

Un año y cinco meses desde que Craig no puedo avanzar con su vida, como esperaba su novio.

Curiosamente, desde ese momento no volvió a tener sexo con otras personas, no volvió a salir temprano y regresar tarde, no volvió a jugar con sus videojuegos, no volvió a divertirse.

Desde que el rubio se fue, tenia sueños dónde el regresaba, dónde lo besaba y abrazaba como de costumbre. Al despertar no había nadie con el, solo el frío de la mañana golpeando su cuerpo.

No tenía nada, y cuando no tuvo nada, se dió cuenta que perdió todo.

Sus dudas sobre Tweek se disiparon, y eso solo lo llevo a llorar más y más por haber perdido lo que más felicidad le había traído.

— Tweek— Dijo mirando su movil.

En su tiempo envío muchos mensajes, pero con esto solo consiguió que el blondo lo bloqueará.

Que estará haciendo?, ha pasado un año.

Podría volver, podría ir a visitarlo.

Pero no sabría que decir.

Aún así, solo con la simple idea de verlo se emocionaba, una esperanza carente de bases nacía en el.

— No tengo nada que perder— Se repetía mientras alistaba ropa y dinero para unos días en su pueblo de origen.

Lugar donde se conocieron.

Al cabo de unas horas estaba en el bus que lo llevaba a south park, faltaba un largo rato para llegar, pero este no podía pensar en otra cosa que no fuera el ver Tweek.

— Habrá crecido?— Una pequeña sonrisa se formó en el— Probablemente no, el siempre fue de baja estatura.

El tiempo transcurrió y pasadas las horas llegó a su destino.

No lo pensó dos veces, y fue directo a buscar la dichosa cafetería. Cuando caminaba por el pueblo recordaba todos los lugares, con sus amigos y sus tontos juegos, momentos en los que fue feliz.

Rato despues de recorrer gran parte del pueblo la encontró, la cafetería donde solía comer con su grupo después de clases.

Se acercó con temor a la puerta, y cuando estuvo lo suficientemente cerca pudo ver a su novio atendiendo a los clientes.

Se le veía feliz, radiante, su cuerpo no estaba tan delgado y sus ojos habían recuperado ese brillo habitual en el.

Dió unas vueltas fuera de la cafetería, estaba totalmente nervioso, pero era algo que tenía que hacer, no vino desde lejos solo para verlo tras el vidrio de su tienda, así que con mucho miedo empujo la puerta, haciendo sonar la campana.

— Disculpe, pero estamos cerrando la cafetería— Dijo mientras estaba de espaldas quitándose el mandil.

— Yo.. —Craig dió un respiro y hablo— Yo buscaba a alguien.

Pronunciadas esas palabras el rubio se quedó quieto, aún de espaldas.

— Dios, que haces aqui?— Pregunto el más bajo.

El azabache con desánimos agachó la cabeza.

— Perdón— De limito a decir para luego dirigirse a la puerta dispuesto a irse.

Y así hubiese sido, si no fuera porque escucho que alguien lo llamo.

— Espera, Tucker— Lo jalo del brazo.

El más alto giro y se encontró con su pequeño y hermoso rostro sonriendo de forma nerviosa.

— Me quedan un par de magdalenas, quieres quedarte a comer?— Pregunto.

— Si, porfavor— Su corazón latía a mil.

Angel Lost [ creek ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora