Aquella interminable noche continuó, desenfrenada, incapaz de doblegarse ante ruegos.
Ella no era de trasnochar, solo en sus clases de astronomía se desvelaba o cuando hacía pijamadas con Cacto y Mochina. Pero esos días se veían tan lejanos y ajenos que parecía haberlos leído en un libro de historia.
Calvin los guío lejos del bar de Melvin, el hombre rinoceronte.
Bajaron las escaleras en silencio para que Melvin no oyera cuando se iban con su esclavo y sin pagar la bebida. Kaldor y Río fueron riéndose y codeándose todo el trayecto hasta la salida, como si fueran participes de un secretito graciosillo.
Notó que ellos cargaban unas mochilas que parecían tener comida, alcohol y dinero, a Olivia no la tranquilizaba la idea de robarle a un hombre trabajador y honorable, pero se guardó sus pensamientos porque sería imposible razonar con ellos.
Calvin era el único que se notaba animado por marchar con el grupo en una calle inhóspita. En la ciudad solo se encontraron al fuego radiante de los braceros y a Chloé que caminaba sin rumbo, buscando nuevos malditos. Ya casi no cargaba folletos, los había repartido a todos, qué suerte la de los jóvenes exiliados.
Su chistera estaba ladeada en un ángulo artístico. Olivia admiraba su atuendo y su porte. Era una mujer hermosa, una flor en el desierto, como esas plantas que echan sus raíces en tierra cuarteada y seca.
—Oh, chicos, ya hicieron amigos, me alegro ¿A dónde van?
—A buscar al cambiaformas —explicó Olivia sin detenerse, agitando una mano para despedirse de ella.
Chloé permaneció rígida, intrigada.
—Pero es un cuento.
Olivia la maldijo en su interior. Ya sé que es una leyenda estúpida entrometida por qué mierda no vas a buscar otro patético pasatiempo en lugar de fastidiarnos, no me quites el nuevo propósito que tiene mi miserable vida, pensó.
Ir en busca de un cuento era mucho mejor que esperar a que la muerte la atrapara desprevenidamente.
—Sí y yo también soy una leyenda —agregó Kaldor, adelantándola.
—Y si fuera cierta —agregó Chloé avanzando un par de pasos, pero no los suficientes para alcanzarlos—, morirán en Sombras. Yo no les di un mapa de esas tierras, no existen indicaciones. Morirán si van allá.
—Ya sabes lo que dicen, mejor temprano que tarde —Kaldor se encogió de hombros.
Mejor tarde que nunca, imbécil, corrigió ella en su mente.
—Adiós, Chloé —se despidió Olivia con una sonrisa radiante—. Nos vemos, fue un gusto haberte conocido ¡Jamás abandones ese trabajo tan noble que tienes! ¡Suerte con todo!
—Tranquila, señora, Calvin nos guía —agregó Kaldor con un poco más de modales.
Chloé arrugó el entrecejo como si no supiera de qué le estaba hablando.
Olivia agitó una mano con énfasis, alzó los faldones de su vestido para saltar un charco de agua y siguió al grupo.
Antes el vestido le había quedado hermoso, es decir, muchas cosas le quedaban bonitas, pero esa prenda la hacía verse esplendorosa, después de todo, era sus galas de Ritual y debían ser magnificas como ese día. Cuando lo usó por primera vez se había sentido poderosa y bellísima, pero ahora, esa sensación estaba tan lejana y confusa que era como tratar de encontrar arte en una pared blanca. Ya no quedaba nada de ese sentimiento, ni de esa prenda. Ahora solo era un harapo que vestía un cuerpo vergonzoso, al que aborrecía. Un cuerpo asqueroso que no debería seguir, pero respiraba y caminaba.
Se alegró de notar que Cer la esperaba para caminar a su lado, era una chica ruda pero no mala. Estaba comenzando a desvanecerse su borrachera.
Cer, Río y Kaldor tenían aspecto de no haber dormido la noche anterior, seguramente fue por los nervios que provocaban el Ritual de Nacimiento del día siguiente, ella tampoco había podido pegar el ojo. Estaba exhausta, llevaba dos días despierta y a pesar de que el lugar a donde iban prometía ser peligroso, sentía que los ojos le pesaban como plomo, en cualquier momento se dormiría.
Pero no era buena idea descansar en lo de Melvin, no después de que el sicario los encontrara... Mascarán, así lo había bautizado Río. Olivia tenía la horrible sensación de que Mascarán aparecería otra vez en su destino.
Como la semana pasada no publiqué nada por exámenes, hoy subo doble capítulo :D
Espero que lo disfruten y buen fin de semana.
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Tu muerte de abril
FantasyKaldor no pudo dormir en toda la noche ¿Cómo podría? Mañana es el día más afortunado de toda su vida, de hecho, el único que tendrá: por fin saldrá de prisión, lugar en el que lleva encerrado desde que nació. Olvidado y condenado por el destino de...