Los martes significan productividad para la señorita Kang. Y la productividad significaba que era cuando recurría a estar casi todo el tiempo en el cuarto de los lienzos trabajando.
El cuarto de los lienzos era el lugar en el que la señorita Kang se ponía a trabajar y dejaba salir lo que llevaba dentro para plasmarlo en una pintura. Ciertamente, le parecía muy entretenido a Joohyun ver el lado artístico de la señorita Kang porque a diferencia del público que asistía a sus exhibiciones, ella podía ser testigo del curso de las obras que la señorita Kang creaba. Desde el primer trazo hasta el último. Pincelada tras pincelada. Capa de color sobre otra capa de color.
—Joohyun, por favor prepara las cosas en el cuarto de lienzos—Pidió Seulgi mientras se vestía sin pudor alguno frente a la señorita Bae. Era normal que en ocasiones se vistiera frente a ella si era Joohyun quien se encargaba de bañarla. Para Joohyun no era ninguna molestia, al contrario.
Debía admitir que amaba esa clase de ritual que realizaba la señorita Kang cuando se colocaba sus prendas para pintar: un overol largo desgastado de mezclilla con una camiseta blanca, no se preocupaba en colocarse un sostén porque para la señorita Kang era más cómodo de tal forma.
Luego de que Joohyun dejara de visualizar y admirar el cuerpo de su jefa, recurrió al cuarto de lienzos alistando los pinceles, el lienzo blanco, aguarrás, el aceite de linaza, la paleta de madera y las pinturas para el óleo. Todo perfectamente ordenado sobre la mesa listo para que la señorita Kang llegue a la habitación y se ponga a trabajar. Como parte del pequeño ritual, siempre le da unos minutos a solas a la señorita Kang para que pueda inspirarse. Eventualmente, la señorita Kang la llamaría para pedirle agua, algún bocadillo o simplemente su compañía. A veces incluso le pedía su opinión sobre la pintura en el lienzo.
—Joohyun, necesito agua.
Joohyun enseguida asintió y se retiró a la cocina para traer el agua que su jefa deseaba, intencionalmente también se tomó unos minutos en la cocina comiendo pequeños bocadillos pues sabía que si llegaba abruptamente, le pediría que se quedara afuera unos momentos. Conocía muy bien a la señorita Kang. Luego de terminar con los bocadillos regresó al cuarto de lienzos donde pudo ver a su jefa marcar el boceto en el lienzo, acto seguido comenzaría a combinar las pinturas en la paleta y dar pinceladas dándole forma a su obra de arte.
Joohyun no dijo nada y dejó la jarra de agua en una mesita, llenó un vaso y se lo ofreció. Seulgi tomó el vaso sin verla.
La señorita Kang se tomaba su tiempo para trabajar en el cuadro mientras Joohyun no hacía más que verla con admiración, su jefa examinaba con atención los colores que utilizaba y movía su mano con cierto ritmo natural como si su mano y el pincel fuesen uno solo.
Pasaron algunos largos minutos y Joohyun se dio cuenta de que era mejor apresurar a alistar todo para el almuerzo de aquel día. Se retiró nuevamente a la cocina y se puso manos a la obra.
***
—Joohyun, ven.
Escuchó a la señorita Kang llamarle y se apresuró a ir hacia la habitación de lienzos ante su llamado. Apenas se asomó por la puerta y pudo ver a su jefa sentada sobre una silla sin dejar de ver la pintura frente a ella.
—¿Te gusta?
El arte de la señorita Kang se caracterizaba por ser un poco abstracto, no muy fino, en ocasiones pintaba retratos que para Joohyun eran poco claros de encontrarle forma. Los que más le gustaban a Joohyun eran los cuadros eróticos, y en realidad eran los cuadros que más tenían persecución en la vida artística de la señorita Kang.
—Me gusta—Asintió viendo aquella pintura erótica sobre el lienzo. La pintura reflejaba el cuerpo de una mujer desnuda sentada.
—Eres tú.
Joohyun lo sabía, de antemano.
—¿Lo soy?
—Claro que sí.
—Me gusta mucho.
Seulgi se limitó a sonreír ampliamente y entonces llamó a Joohyun, invitándola a que se acercara a ella. Desde donde estaba, la vista que tenía Joohyun de la señorita Kang era muy sensual. Estaba sentada despreocupadamente sobre aquella silla de madera, con su cabello ligeramente despeinado y una sonrisa que orgullosa se iba tornando en una más oscura.
—De rodillas.
Le pidió Seulgi a Joohyun y asintió, colocándose de rodillas a ella. Alzó ligeramente su rostro en cuanto sintió la mano de su jefa acariciar su mandíbula y tomarla de su barbilla.
—Estoy un poco cansada. Ya te has encargado de preparar el almuerzo ¿verdad?
Joohyun asintió con una sonrisa inocente.
—Pollo picante. Su favorito—Mencionó Joohyun aunque la señorita Kang no haya siquiera preguntado antes.
—Excelente decisión, Joohyun. Te mereces un buen premio por ello.—La menor no pudo evitar sentir una pequeña electricidad recorrer desde su estómago hasta su pelvis. La palabra «premio» en el lenguaje de la señorita Kang era algo sumamente especial para Joohyun—Por ahora, ven aquí—le indicó Seulgi señalando frente a sus piernas. Joohyun entendió desde el primer segundo y se acomodó sobre sus rodillas y manos para que la señorita Kang pudiese descansar sus pies sobre la espalda de Joohyun—Buena chica, Joohyun.
Y estar en aquella posición, completamente de rodillas apoyadas sobre sus manos, sosteniendo el peso de los pies de su jefa era una satisfacción completa para Joohyun. Se atrevía incluso a decir que podía estar por horas así y aún así sentiría su pelvis palpitando de atención.
***
El día oscureció, entre el almuerzo y las actividades domésticas que debía hacer en el resto de la casa Joohyun se mantuvo ocupada. Seulgi, por el contrario, se mantuvo todo el tiempo en su oficina. En ocasiones la señorita Kang llegaba a ser tan distante cuando se preocupaba por algo y luego su personalidad cambiaba completamente cerca de Joohyun. Era como si solamente ella—Joohyun— fuese capaz de romper aquel caparazón misterioso de la chica. Y en realidad Joohyun no estaba tan equivocada del todo.
Joohyun pasó a la oficina de Seulgi solo para asegurarse de si estaba del todo satisfecha por ahora, la señorita Kang le dijo que no. Que trajera una botella de vino y una copa. Probablemente para desestresarse de todo el trabajo que había acumulado ese día. Joohyun regresó con una botella de vino fría y la copa.
—¿Está todo bien, señorita Kang?
—Sí. Solo hablaba con mi padre.
Joohyun tragó saliva y se tensó un poco. Sabía que cuando la señorita Kang hablaba con su padre llegaban a discutir, poniendo a la contraria en un modo bastante molesto.
—La copa—Le indicó Seulgi refiriéndose a que le sirviera un poco de vino. Joohyun cumplió su cometido enseguida. La menor observó cómo bebía la copa de golpe, sin dejar gota alguna. Joohyun no chistó en apresurarse para servir más vino en su copa pero la chica, siendo demasiado torpe, derramó tan solo un poco en las hojas postradas sobre el escritorio. Manchándolas.
Joohyun tembló. La señorita Kang por el contrario solo la miró, con una expresión totalmente seria.
Y minutos después ya se encontraba encima del escritorio siendo azotada duramente por las majestuosas manos de la señorita Kang. Los golpes que dejaba en sus nalgas resonaban en la habitación y su culo, su culo estaba más que rojo.
Nota: La imagen que he adjuntado en este capítulo es una obra artística que pertenece a Senior Coconut, si no conocen su trabajo les recomiendo visitar su página de Instagram.
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𝐎𝐁𝐄𝐃𝐈𝐄𝐍𝐂𝐄 [𝟣𝟪+]
FanfictionJoohyun es la criada de Seulgi pero su relación va mucho más allá de eso. • Lenguaje explícito 18+ • Seulgi!Dom • Irene!Sub