Capítulo 11

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Rin es alguien cariñoso, realmente lo es, así que, no puede evitar sentir algo de celos cuando se encuentra rodeado de parejas cariñosas, porque, mientras todos disfrutan de un lindo amor, él tenía que estar ocultándose entre miradas furtivas al lindo profesor de arte que mueve su boca de forma hipnótica y sus manos en cada explicación que brinda. 

Ethan Reed, un hombre de sospecha y su colega, hermano y fiel equipo Levar, se observan entre ellos.

—¿Crees que están saliendo? —cuestiona Ethan a Levar, el de cabello largo chasquea la lengua con obviedad y se quita sus molestas gafas de aro cuadrado, se acerca hacia Ethan de forma obvia y hace una mueca de hastío—, ¿Qué significa esto? ¿Sí? ¿No? ¿Te doy asco? ¿Me odias?

—Obviamente, cabeza de mierda —responde y se coloca sus gafas nuevamente. Rin los observa, y cuando nota que hablan de él, se dedica a observar en otras direcciones, tratando de hacerse el desentendido ante lo que sucede a su alrededor—. Hey, Rin ¿Sales con Franco?

Demasiado directo, eso es lo que piensa Ethan... bueno, no realmente. Si Levar no lo preguntaba así, era él quien lo haría.

—¿Quién sale con Franco? —Angelo asoma su cabeza, dejando de lado la charla con Poe y Scott sobre mantenerse todo el día comiendo frituras desde sus abdómenes, con mascarillas y viendo películas, a escondidas de los demás.

—¿Franco? —Rin frunce el ceño y se hace el desentendido nuevamente, Ethan asiente—. Oigan, ayer hice una nueva canción y hay un concierto el viernes, ¿Van? Porque, los que no van, son como basura o un culo apestoso, algo así —afirma.

—Yo voy —Blue murmura, casi al borde del colapso, gracias a las tareas, trabajo, Penny y por supuesto la mano que roza la suya debajo de la mesa. 

Poe la observa y finalmente entrelaza sus dedos, ve sus orejas enrojecer y ladea una sonrisa.

—Invitaré a Franco y a mi hermano —Angelo les avisa—. Dante y su esposa van a salir, así aprovechan para presentarle a Franco un chico. Es un italiano insistente que ha estado profundamente enamorado de Franco hace muchos años —comenta y, si Rin tuviera orejas de gato, se habrían movido con atención.

No es un secreto para aquellos estudiantes sobre los gustos de su profesor, pero aquello no significaba que la imagen de Franco caía, ni siquiera ante el publico femenino. Incluso, otros profesores seguían viendo al profesor como uno de los mejores que pudieron haberse trasladado.

—Pero si Rin está saliendo con él —Levar suspira, apoya su cabeza sobre la de Scott, pidiendo algo de atención por parte del contrario, quien no se mueve para darle comodidad—. Franco no necesita que le presenten a nadie.

—¿Franco y Rin? Franco no ha mencionado nada de eso —Scott frunce el ceño—, ¿Ustedes dos salen, Rin? ¿Desde cuándo? ¿Soy el único pérdido?

—Está bien, Scotty. Tienes un leve retraso —Levar termina palmeando la cabeza de Scott, en modo de reconfortarlo. Scott le palmea en las manos, ofendido—. En fin, no tengo idea de cómo o cuándo, pero salen.

—Es cierto —Ethan toma algo de su bebida.

Entonces Rin parece un niño a nada de explotar. No está mal si le dice a sus amigos, ¿Verdad? Después de todo confía mucho en ellos, demasiado. Incluso, con todo aquello de Levar y el profesor Matthew, nunca se divulgó absolutamente nada. Tenía que confiar en ellos, le ayudarían y harían sentir bien ante los desahogos que deba tener sobre su relación.

Ocultar una relación de todos es difícil, pero teniendo a sus amigos con él sería mucho más fácil. 

Es con todo eso en mente que Rin decide revelar la verdad... o al menos afirmar lo que los idiotas de Ethan y Levar saben.

El arte de tu torpeza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora