El Destino de Morgan. Serie Los Orígenes y la Guerra de los Dioses 4. LGBTQ+

Capitulo 4. Parte 3.

—¿Qué? ¿A qué te refieres con que no puedes decirnos? —cuestionó Raven y había un borde peligroso en su voz mientras sus ojos se oscurecían.

—¿Quién te dio el derecho a decidir si decirnos o no? ¡son nuestros padres, tenemos derecho a saber quiénes son! —gruño Faith mientras miraba a Caleb con resentimiento en su mirada.

Caleb podía ver que los ánimos estaban cambiando muy rápidamente y no era para menos, él mismo se pondría furioso si la persona que tuviera información sobre los padres que tan desesperadamente habían buscado repentinamente apareciera diciendo que tenía la información que querían pero que no pensaba decirles nada al respecto.

Se sentía muy culpable, pero así como lo demás, eso también era algo que tenía que contarse en su momento, simplemente no podía decirles nada ahora.

—Lo siento chicos, pero soy inflexible en eso —respondió Caleb mientras bajaba la mirada, sin querer enfrentarse a las miradas cuestionadoras de sus hermanos—. Cuando llegue el momento me entenderán.

—Sabes, está empezando a molestarme tu selectísimo acerca de la información que nos das —dijo Faith con ira—. No me gusta que nos ocultes más cosas de las que nos dices.

Caleb comprendió en ese momento que Faith sería el hermano más difícil de ganar. Él estaba completamente lleno de escepticismo y no era para menos, su hermano había sufrido traiciones muy dolorosas que eran difíciles de superar, y le costaba mucho confiar en las personas desconocidas.

Pero a pesar de que Caleb sabía eso, aun así, su decisión no flaquearía, no en eso.

Por suerte, la oportuna llegada de Renata y Jules, ambas acompañadas por Nate alivio la tensa atmósfera mientras todos se enfocaban en las recién llegadas.

—¡Papi ya estoy aquí! —Julie lo saludo como cada vez que lo veía, con mucha alegría, una gran sonrisa y sus mejillas arreboladas de la emoción.

—Hola bebe Jules —arrulló Caleb mientras se levantaba del sofá y se movía hasta que tomo a su hija de los brazos de Renata y la tomo en los suyos propios.

—¿Todo bien? —preguntó Renata en voz baja mientras miraba a las demás personas en la habitación con un poco de desconfianza.

Renata era una persona muy desconfiada por naturaleza, por lo que a pesar de que estaba de acuerdo en cada una de las decisiones de Caleb, aun así le incomodaba estar en nuevos ambientes y en situaciones desconocidas sobre las que no tenía ningún control.

—No te preocupes, todo está bien —Dándole un apretón tranquilizador en su hombro, Caleb la ánimo a sentarse al lado de Wade al mismo tiempo que la presentaba a todos en la habitación.

—Ella es Renata y junto con Wade trabajaron como mis betas durante todo el tiempo que fui alfa, es una mujer muy capaz e inteligente —dijo Caleb mientras miraba a Logan con una suave sonrisa en sus labios—. Ambos serán una gran adición a la manada.

Logan simplemente dio un corto asentimiento de cabeza mientras masajeaba sus cienes con cierta frustración.

Caleb lo ignoró por el momento mientras miraba a continuación a sus hermanos mostrándoles como un padre orgulloso la belleza de su pequeña hija.

—Y esta pequeña es mi hija, Julie, pero pueden decirle Jules —dijo mientras mecía a su hija en sus brazos—. Jules, diles hola a tus tíos.

—¡Hola! —Respondió ella mientras saludaba con su mano—. ¡Me gustan los conejitos y los pajaritos!

—¡Oh, que bella princesa! —canturreó Raven mientras la miraba con adoración.

—¿Dónde están mis primos? ¡Quiero jugar con ellos! —preguntó Jules mientras miraba a Faith con emoción.

Faith miró a Caleb con una ceja alzada, sin embargo, puso una resplandeciente sonrisa en sus labios mientras miraba a Jules.

—Ellos están haciendo sus deberes ahora, ¿quieres conocerlos? —preguntó mientras estiraba una mano y acariciaba los cabellos rubios de Jules.

—¡Claro tío! —la resplandeciente sonrisa de Jules hizo que el corazón de Caleb se calentara.

—Vamos arriba para que Jules pueda conocer a Noah y Masson —propuso Faith mientras lo miraba a él—. Continuaremos con nuestra conversación después.

Caleb sabía que su hermano no abandonaría el tema tan fácilmente, por lo que simplemente asintió en acuerdo. De igual forma, sabía que pasaría mucho tiempo antes de que pudieran retomar esa conversación.

Antes de que Caleb pudiera contar la verdad acerca de sus padres, sucederían muchas cosas más importantes y apremiantes, que consumirían todo su tiempo y concentración.