—¿Qué es lo que pasa contigo? Estas en las nubes —inquirió Wade mientras miraba a Caleb con extrañeza.
Ambos estaban acomodando el equipaje de Wade y Renata en su nueva habitación, pero Caleb estaba mucho mas distraído de lo normal, con su mente ocupada en miles de cosas.
—Te ves extraño, estas muy pálido —secundo Renata mientras lo miraba con el ceño fruncido.
Caleb suspiró mientras decidía contarles a sus amigos acerca de sus preocupaciones.
—No he estado durmiendo bien últimamente —confesó—. He estado teniendo el mismo sueño una y otra vez, ya es casi como una pesadilla, aparece en mi mente cada vez que cierro los ojos desde que me reuní con mis hermanos.
—¿Ese sueño del chico mirando hacia el barranco? —preguntó Wade.
—Sí, es solo que ahora también me mira y me habla, me pide que lo salve —continuo, sintiendo un profundo peso en su pecho—. Pero no sé quién es, no sé porque sigo soñando con él.
—Tus sueños siempre han significado algo —la voz de Renata era muy pensativa—. No puedes descartarlo así como así.
—Lo sé, es solo que no se como darle sentido a ese sueño en particular.
—Quizás tus hermanos te puedan ayudar con eso —propuso Wade—. Quizás es por eso que el sueño ha sido más recurrente, a lo mejor está tratando de decirte que ahora que estas con tus hermanos puedes resolver ese enigma.
—Creo que Wade tiene razón —secundo Renata mientras apretaba el hombro de Caleb—. Quizás ahora que estas con tus hermanos puedas explorar el máximo alcance de tus habilidades.
Caleb consideró seriamente las palabras de sus amigos y no podía negar que tenían razón. Sus sueños siempre le habían revelado algo, de alguna u otra manera, y que ese sueño se repitiera cada vez mas desde que se había reunido con sus hermanos tenía que significar algo. Definitivamente la clave estaba en la reunión de los cuatro Orígenes.
Solo tenía que encontrar el momento propicio para reunir a sus hermanos e idear una manera en la que pudieran ayudarlo a solucionar su problema.
Sin embargo, existían otras cuestiones igual de apremiantes que necesitaban ser resueltas.
—¿Quieres que te ayude con tu problema? —preguntó Caleb a Wade cambiando radicalmente de tema.
Por un momento Wade se vió bastante confundido pero después sus hombros se hundieron y dio un suspiro pesado.
—Aun no estoy listo —confesó mientras negaba con la cabeza con pesar—. No me siento preparado para eso aun.
—Nunca te vas a sentir preparado para lo que tienes que hacer, pero tienes que hacerlo —le aconsejó Caleb—. No puedes seguir dejando que pase el tiempo, no eres solo tú el afectado.
—No lo sé… no estoy seguro.
—Tienes que hacer algo pronto, porque si no los malos entendidos van a seguir acumulándose y al final el más perjudicado vas a ser tú —aconsejó Caleb con voz suave.
Wade simplemente bajó su mirada, con sus ojos llenos de indecisión. Caleb suspiró, sin saber que más decirle.
—Las cosas van a salir mejor de lo que esperas, te lo aseguro —le dijo Caleb son una sonrisa comprensiva—. Además, necesitas salir de eso rápido, porque dentro de poco estarás enfocado en otras cosas mucho más interesantes para ti.
—Wow, ¿será que por fin dejara de ser virgen el niño? —preguntó Renata en tono mordaz pero con una sonrisa en sus labios.
—Déjame en paz —le refuto a Renata pero miro a Caleb con ojos brillantes—. ¿De qué se trata?
—No puedo decirte estarías predispuesto a ello —Caleb se encogió de hombros—. Solo te puedo decir… que te vas a encontrar con situaciones… muy duras.
Caleb se rió después de sus palabras, quitándoles un poco de peso, sin embargo, era completamente cierto lo que decía. Después de tanta incertidumbre, el destino tenía algo muy especial preparado para Wade.
—Ohh, no puedo esperar para ver al cachorro dando vueltas inquieto —dijo Renata con una sonrisa sardónica en sus labios.
Sin embargo, cuando Caleb se volteo a mirarla, con una sonrisa radiante y grande en sus labios, se estremeció y abrió sus ojos ampliamente.
—¿Quieres que te cuente un secreto? —le preguntó Caleb con voz angelical.
—¡No! No me digas nada ¡no quiero saberlo! —respondió mientras negaba con la cabeza dramáticamente.
Caleb hizo un puchero mientras respondía: —Le quitas la diversión a todo.
Por un momento se olvidaron de todas las cosas apremiantes por las que estaban preocupados, sin embargo, Caleb sabía que no podía seguir cambiando el tema. Después de todo, sus amigos tenían razón, su sueño tenía que significar algo, y necesitaba de sus hermanos para descubrir que era.
Ahora solo necesitaba convencer a sus hermanos para que lo ayudaran sin que luciera como un loco en el proceso.
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El Destino de Morgan. Serie Los Orígenes y la Guerra de los Dioses 4. LGBTQ+
ParanormalLibro #4 de una serie de libros de temática homoérotica paranormal. La serie Los Orígenes y la Guerra de los Dioses trata sobre un grupo de personas que luchan por salvar su mundo a la vez que descubren el amor y todo el dolor y la felicidad que eso...